La tasa de desempleo alcanzó en el primer trimestre de 2013 el 27,01% y se superaron los seis millones de parados, según el indicador AML Afi-Asempleo elaborado por la patronal de las empresas privadas de colocación, informa Efe. El informe calcula que durante los primeros meses del año se produjo una pérdida de 340.000 empleos y un incremento del desempleo en 186.000 personas, así como una caída de la afiliación a la Seguridad Social superior a las 250.000 personas. Los datos oficiales de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre serán publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el próximo 25 de abril.
En la misma senda negativa que Asempleo se mostró el pasado martes el ministro de Economía, Luis de Guindos, dejó entrever que la EPA del primer trimestre será peor en términos absolutos que la de los últimos tres meses de 2012.
Según Asempleo, los datos de su indicador muestran una "contención en el deterioro del mercado laboral", puesto que la destrucción de empleo es inferior a la del mismo período de 2012, aunque cree que "no se puede hablar de estabilización".
Del informe se desprende que "no se aprecia" una estabilización del empleo en la industria ni en la construcción, "y el soporte de la hostelería no logra compensar las cesiones de la afiliación en actividades profesionales, servicios sociales o administración pública". No obstante, por primera vez desde mediados de 2011, la caída trimestral de la afiliación (del 1,2 %), descontada la estacionalidad, es inferior a la del trimestre precedente.
La patronal de las empresas privadas de colocación afirma que la productividad laboral se incrementó en 2012 hasta el 3,1% "por la destrucción de empleo y no por una mayor eficiencia económica", siendo las comunidades autónomas más productivas las que más empleo destruyeron, como Cataluña (13,4%), Extremadura (11,3%), La Rioja (11,1%) y la Comunidad Valenciana (10,5%). Asimismo, las regiones que registraron tasas de productividad laboral más bajas, como Baleares (5%), Cantabria (7%), Castilla-La Mancha y Madrid (7,1% ambas), son las que destruyeron puestos de trabajo a un ritmo menor en 2012.