Después de unos meses en los que la lucha entre Ayuntamiento de Madrid y Policía Municipal se hacía evidente en las calles y en las reuniones de despacho, esta semana ambas partes conseguían llegar a un acuerdo firmado por los dos sindicatos profesionales, Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM) y Unión de Policía Municipal (UPM). Algunos de los responsables de las negociaciones apuntan al cambio de concejal como pieza clave, dado el conocimiento del problema de Enrique Núñez, encargado de Seguridad y Emergencias y portavoz del gobierno municipal.
Era el propio Núñez quien en rueda de prensa a principios de semana anunciaba la decisión de Antonio de Guindos de dimitir de su cargo tras ser imputado por la tragedia del Madrid Arena. Guindos, delegado de Medio Ambiente y Movilidad, al igual que Fátima Núñez, antes concejala de Seguridad, llevaban meses declinando sentarse a la mesa con el colectivo policial. Su sucesor, persona 'de máxima confianza de Ana Botella', tenía claro que una de las primeras cosas que debía hacer era poner fin al conflicto, o al menos sentarse a escuchar las propuestas de los representantes sindicales.
Mientras que Antonio de Guindos y Fátima Núñez habían rechazado en otras ocasiones sentarse a negociar, Enrique Núñez declaró que era su prioridad
Así se lo había manifestado a ellos en privado, y así lo hizo público poco después. "Es una persona afin al Cuerpo que conoce cómo trabajamos y que estuvo cinco años en Distrito Centro. Nos dijo que haría un esfuerzo y que quería que esto volviera a funcionar. Su prioridad era arreglar este problema, y así ha sido", explica un responsable de la Asociación de Policía Municipal Unificada (APMU).
El acuerdo ha sido calificado por los representantes policiales citados como positivo, principalmente porque pone fin a cuatro meses de malestar y conflicto, y también porque la Corporación ha cedido en la aplicación estricta de algunos puntos que fijaba el anterior decreto. "Se ha llegado a una situación en la que era el consistorio el que necesitaba sentarse a negociar y ofrecer algo que nos convenciera. Han sido cuatro días de negociación en uno de los únicos procesos auténticos de conversaciones en la última década. Y por primera vez han dejado acudir a una organización que no era sindical pero que representaba opiniones de casi el 80% de la plantilla", explican desde APMU.
Aunque detrás de la celeridad con la que se ha llegado a un acuerdo muchos han visto la inquietud del Ayuntamiento ante la visita, en apenas un mes, de la delegación del COI que evaluará la candidatura olímpica de la capital, lo cierto es que la mayoría de afectados consultados califican las propuestas firmadas como aceptables. Los agentes han recuperado 23 días de convenio por el exceso de jornada y se ha reducido el número de horas trabajadas a lo largo del año (acumulaban más que el resto de los funcionarios). Por contra, trabajarán dos fines de semana más al año, uno por semestre, y comprometerán 20 jornadas con una hora más o menos a disposición de las necesidades del servicio.
Con la rúbrica del convenio, con vigencia hasta diciembre de 2015, la Corporación también pretende que no se repitan los últimos actos reivindicativos que tenían lugar en la capital, donde han estado apareciendo pintadas contra la alcaldesa, muñecos colgados de diferentes edificios o carteles advirtiendo a los visitantes de que la Policía no podría garantizar su seguridad debido a las complicadas medidas adoptadas.
Lo que sí continuará es el trabajo de la Asociación que nacía con la necesidad de canalizar todo el descontento y todas las opiniones de los agentes hacia propuestas constructivas. Aunque con diferente portavoz, APMU pretende seguir trabajando en la misma línea para mantener la representatividad conseguida en estos meses.