José María Ruiz-Mateos habría defraudado a Hacienda un total de 260 millones de euros, según la querella presentada por antiguos directivos de Nueva Rumasa de la que se ha hecho eco el diario ‘El Mundo’. Al controvertido empresario se le acusa de haber manipulado “burdamente” la declaración de la Renta, corriendo a la izquierda los puntos de las cifras en los impresos oficiales; de haber falsificado facturas y de presentar activos ficticios.
Según los denunciantes, Ruiz-Mateos habría empleado estas técnicas de manera reiterada tras comprobar que los inspectores de Hacienda “revisaban aleatoriamente apenas un 5% de las declaraciones”. Su estrategia se basaba en alegar, en caso de ser descubierto, “que se trataba de una mera confusión”, aseguran sus antiguos empleados, cuya querella ya ha sido admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid.
De esta forma, lograba pagar una décima parte de lo que le correspondía en realidad. También les instaba a “mantener una actitud rebelde o de rechazo al cumplimiento de las obligaciones tributarias”, especialmente tras las expropiación de Rumasa.
Con el paso de los años y la progresiva informatización de Hacienda, este fraude fue dando paso a la falsificación de facturas –para simular pérdidas o ganancias, según interesase-, la revalorización artificial de activos o la emisión de pagarés irregulares. “Asimismo ejecutaba operaciones de adquisición de inmuebles o activos inmobiliarios de elevado valor por parte de sus empresas para así diferir el pago del precio de la compraventa del inmueble adquirido y aplazar el pago de los impuestos en varios meses o años”, relatan los denunciantes.
Los trabajadores han presentado abundante documentación al respecto sobre la contabilidad de las empresas de Rumasa y piden “unificar” todas las investigaciones judiciales en curso por los delitos fiscales de su familia.