Correos camina hacia un horizonte incierto tras la desastrosa gestión de Juan Manuel Serrano, al frente del operador postal desde 2018 a 2023. Llegó de la mano de su amigo Pedro Sánchez en cuanto este alcanzó la presidencia del Gobierno. Serrano dejó la compañía con más de 1.200 millones de euros de pérdidas.
El nuevo máximo responsable de la corporación, Pedro Saura, los sindicatos y la dirección de recursos humanos, con Fernando Ramírez al frente -es el hombre de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en Correos-, han sido los encargados de ajustar el sextante que trazará el rumbo de la compañía desde el presente año hasta 2028.
Ramírez quiere que los empleados entiendan bien la nueva estrategia de la corporación. Para ello ha elegido de forma cerrada, secreta y "oculta" a varias decenas de personas para que difundan 'la buena nueva', tal y como aseguran fuentes internas de Correos,.
El objetivo es que entre 40 y 50 trabajadores de la corporación difundan la actual ideosincrasia de la nueva Correos. Son perfiles con habilidades en redes sociales y relaciones públicas, entre otros ámbitos.
De hecho, hoy tiene lugar una reunión, muy poco aireada internamente, entre Fernando Ramírez y estos perfiles ya seleccionados. El objetivo es darles las directrices que regirán la empresa a partir de ahora. La cita será en Correos Lab, tal y como aseguran otras fuentes bien informadas a este diario.
Fernando Ramírez fue los ojos María José Montero, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, en el operador postal durante la época de Serrano. Llegó cuando las cosas estaban ya muy torcidas y su labor fue analizar la forma en que estaba dirigiendo la misma el anterior primer directivo de la entidad.
Su salario es similar al del amigo de Sánchez, tal y como avanzó este diario. La amistad de Serrano con el presidente se hizo inquebrantable al permanecer fiel a su lado cuando este dimitió del PSOE tras perder la votación para ir a primarias.
'Agentes del Cambio', los 'evangelizadores' de Correos
El entorno a medio centenar de empleados seleccionados por Ramírez tendrán la misión de hacer de 'apóstoles', es decir, de 'evangelizar' al resto de sus compañeros. La 'biblia' serán las nuevas líneas maestras establecidas por la actual dirección de la empresa pública postal. El nombre interno que se les ha dado es 'Agentes del Cambio'.
El objetivo final parece claro: revertir las pérdidas millonarias de Correos y mejorar la situación de la corporación, que el propio Saura calificó como "crítica" poco después de llegar al sillón presidencial.
El plan estratégico
El nuevo plan estratégico se firmó en julio del presente año y tiene un marcado carácter de urgencia, debido a la necesidad de dar una vuelta de calcetín a la situación financiera de Correos. En un comunicado, la empresa explicaba este verano que existe la "necesidad de preservar y fortalecer una compañía que, por su contribución al bienestar general, la productividad, el crecimiento, la cohesión social y territorial y la resiliencia del país, debe integrarse como un eje fundamental de la Agenda 2030 y la estrategia de país".
Además, el texto apunta que "Correos, por su estructura física, humana y organizativa, es el único instrumento del Estado con la capacidad de llegar, de manera física, a todos los hogares del territorio español en un solo día, lo que lo convierte en un activo crítico y estratégico".
Por todo ello, el presidente de Correos, Pedro Saura, manifestó tras la firma del plan estratégico que la red de Correos no es sólo "idónea para entregar cartas y paquetes, sino también para prestar otro tipo de servicios esenciales a la ciudadanía que faciliten su día a día allá donde estén o ayuden a resolver situaciones de catástrofe o seguridad nacional. Ese papel, que ya cumplen otros operadores postales europeos, generará una diversificación e incremento de los ingresos que, junto con una racionalización de los costes, pondrá de nuevo a Correos en beneficios”.
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