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Mitos y realidades: el hábito de fumar, las alternativas sin humo y la ciencia que hay detrás

Nicotina, humo, cigarrillo electrónico… sobre el hábito de fumar y sus alternativas se vierten ríos de información, pero esta a veces no resulta ser completamente exacta

  • Científicas trabajando en el centro de I+D de PMI en Suiza.

La forma en la que los seres humanos captamos y retenemos la información que nos llega sobre un tema determinado a través de distintas fuentes no es uniforme y está influenciado por muchos factores. Contexto, origen, cultura popular, prejuicios, la historia personal de cada individuo y un sin fin de factores hacen que unos datos queden fuertemente fijados en la memoria mientras que otros son olvidados inmediatamente, que se produzcan simplificaciones, generalizaciones, sesgos o, directamente, interpretaciones erróneas. 

Por ejemplo, las guindillas. Se da por sentado que la parte más picante son las semillas, por lo que con frecuencia las quitamos cuando vamos a cocinar. Sin embargo, las semillas no son en absoluto la parte más picante. De hecho, las semillas contienen una baja cantidad de capsaicina, uno de los varios compuestos que inducen la sensación picante. En realidad, la mayor parte del picante reside en la parte esponjosa blanca en el interior de la guindilla.

Existen malentendidos con respecto al tabaco que pueden dificultar la toma de decisiones informadas sobre las alternativas a los cigarrillos para los adultos que no dejan de fumar

Algunos conceptos erróneos son relativamente inofensivos y tienen escasa repercusión en nuestras vidas, pero también hay algunos que deberíamos tomarnos más en serio.

Todos sabemos que fumar provoca enfermedades graves y que es adictivo. La mejor opción es no fumar y, para los fumadores, dejar el tabaco y la nicotina por completo. Ahí no existe debate. No obstante, existen malentendidos con respecto al tabaco y algunos de ellos pueden dificultar la toma de decisiones informadas sobre las alternativas a los cigarrillos para los adultos que no dejan de fumar.

Estos son los principales conceptos erróneos que las personas suelen tener sobre el hábito de fumar y sus categorías. 

Mitos y realidades sobre el hábito de fumar y la ciencia que hay detrás

La nicotina, ¿realmente es el principal problema? 

La nicotina[1] es una sustancia que se encuentra de forma natural en las hojas de la planta del tabaco. Es adictiva y no está exenta de riesgo. Junto al sabor y el ritual, es una de las razones por las que las personas fuman. Una vez inhalada, la nicotina se absorbe a través de los pulmones, llega al flujo sanguíneo, por donde se transmite a tejidos, órganos y, finalmente, hasta el cerebro. Todas estas afirmaciones son incontestables desde un punto de vista científico. 

Sin embargo –y aquí es donde comienza la confusión–, aunque no está exenta de riesgos y es adictiva, la nicotina no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con fumar. Numerosas investigaciones han demostrado que es en el humo del cigarrillo, y no en la nicotina, lo más perjudicial del hábito de fumar. 

Aunque no está exenta de riesgos y es adictiva, la nicotina no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con fumar

Este concepto erróneo sobre el rol de la nicotina como causante de enfermedades relacionadas con el tabaquismo puede actuar como una barrera que impida a los adultos que de otra forma seguirían fumando considerar el uso de alternativas sin humo en su lugar.

El humo

Además, a veces los fumadores adultos desconocen la diferencia fundamental entre los cigarrillos y las alternativas sin humo. Cada vez que se enciende un cigarrillo, se inicia una reacción a altísima temperatura conocida como combustión, que quema el tabaco y produce una mezcla compleja a la que llamamos "humo". Este humo del cigarrillo contiene más de 6.000 sustancias químicas, alrededor de 100 de las cuales han sido clasificados por las autoridades de salud pública como nocivas o potencialmente nocivas.

Como ya hemos visto, el humo es el principal causante de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar, por tanto, la clave para reducir el riesgo de daño asociado al cigarrillo pasa por eliminar la combustión.

El aerosol de las alternativas sin humo es fundamentalmente diferente del humo del cigarrillo porque, precisamente, no hay combustión. Al eliminar este proceso, también se elimina la producción de humo, y los niveles de sustancias químicas nocivas generadas pueden reducirse significativamente en comparación con los cigarrillos.

Alternativas sin humo

La mejor opción para los fumadores adultos es abandonar completamente los productos de tabaco y aquellos que contienen nicotina, pero la realidad es que muchos no lo hacen.

Los fumadores adultos que de otra manera seguirían fumando, disponen de alternativas a los cigarrillos avaladas por la ciencia. Estas alternativas no son inocuas y su uso generalmente conlleva la inhalación de nicotina, que es adictiva, pero tienen el potencial de reducir el riesgo de daño para la salud, precisamente por tratarse de alternativas sin humo. 

Mitos y realidades sobre el hábito de fumar y la ciencia que hay detrás

Los mitos y los conceptos erróneos están por todas partes, y puede resultar difícil identificarlos. Pero todos tenemos derecho a acceder a información precisa y basada en la evidencia científica para tomar decisiones informadas.

Todos merecemos conocer los datos, especialmente cuando se trata del hábito de fumar.

Contenido patrocinado por Philip Morris Spain

[1] La nicotina es una sustancia adictiva presente de manera natural en la hoja de tabaco. Aunque no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar, no es inocua y está contraindicada para determinados perfiles (menores, embarazadas, lactantes, diabéticos, personas con hipertensión o insuficiencias cardiacas).

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