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Adiós a las mascarillas: el dinero que se han dejado los españoles desde la pandemia

El Consejo de Ministros tendrá que dar el visto bueno a la medida establecida por el Ministerio de Sanidad y el consejo Interterritorial de Salud

  • Adiós a las mascarillas: el dinero que se han dejado los españoles desde la pandemia. -

El adiós definitivo de las mascarillas está al caer. Tras más de tres años con limitaciones y con una vida que evocaba más a películas de ficción que a la que conocíamos, todo indica que el círculo de la pandemia se cerrará este martes. Una época marcada por las desgracias sanitarias y por los toques de queda como si se tratase de una cárcel.

Tras el anuncio del fin del uso obligatorio de las mascarillas en centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias, el Consejo de Ministros tendrá que bajar o subir el dedo para dar el visto bueno a la medida establecida por el Ministerio de Sanidad y el consejo Interterritorial de Salud. Un trámite burocrático que deben pasar todas las leyes antes de darle luz verde y que pase a ser una realidad.

Los centros sanitarios y farmacias se habían convertido en el fortín de las mascarillas, su pequeña parcela en la que sobrevivían de manera autómata. Y es que parece que fue hace un lustro cuando teníamos que taparnos la boca para entrar en el metro, mantener la distancia de seguridad en los ambientes laborales o llegar corriendo a casa antes de las 11 de la noche.

Aunque todo tiene un pero. Las propias autoridades sanitarias han recalcado que, por el momento, las mascarillas seguirán siendo obligatorias en zonas hospitalarias con críticos e inmunodeprimidos, quirófanos y unidades de cuidados intensivos. Algo lógico y que no implica la eliminación total de las mascarillas del territorio español, sino que su obligatoriedad quedará obsoleta, aunque la recomendación es que se sigan utilizando y más cuando se está enfermo.

¿Cuánto dinero se han gastado las familias en mascarillas desde el inicio de la pandemia del Covid-19?

PCR, mascarillas, medicamentos... La intrahistoria de la pandemia no se queda en el escaparate, en las cifras. Hay todo un contexto que atacó desde la sombra y que no hizo daño directo, sino indirecto. En este caso, el gasto que generó la Covid-19 ha sido estratosférico, llegado a rozar récords dentro del sector sanitario.

Aglomeraciones en los hospitales, stock de pruebas que eran el bien más preciado de las farmacias en las fechas navideñas y laboratorios trabajando día y noche para dar los resultados, un constante flujo de dinero que hacía que el gasto público y privado se elevará con una tendencia alcista que parecía que no tenía fin.

Era más que evidente que las constantes idas y venidas del Gobierno y los intentos desesperados que sostener la economía iban a tener unas consecuencias en los bolsillos de los españoles. Un hipotético que jamás se había afrontado hizo que, en los primeros meses post cuarentena, los precios fueran ridículos. Las pruebas privadas de PCR costaban la friolera cantidad de 170 euros y las mascarillas se compraban en cantidades industriales sin saber ni el porqué, ni el cómo utilizarlas.

Un caos posapocalíptico que se refleja en la curva al alza del gasto. No fue hasta que la Administración metió mano y tomó cartas en el asunto cuando empezó a relajarse el tema. Unas medidas por y para que tanto las mascarillas, como los PCR, no tuvieran el mismo valor que el oro y volvieran a estar al alcance de todos los ciudadanos.

Y no fueron pocos los intentos por parte del Gobierno. En noviembre de 2020 se rebajó del 21% al 4% el IVA de las mascarillas quirúrgicas, siguiendo la línea impuesta por la Unión Europea y que se mantuvo hasta el 30 de junio de 2022. Todos pensarían que gracias a la reducción fiscal el precio sería asumible para todos. Nada más lejos de la realidad. El precio máximo que se fijó fue de 62 céntimos por unidad. Ni estaba en los récords de inicio de pandemia, ni era un precio justo para un artículo que, durante esos meses, era de primera necesidad.

Una cura que llegó tarde, ya que el daño en la economía de las familias ya estaba hecho. Según los datos que aportó la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) el gasto en mascarillas hasta el año 2022 fue de unos 700 euros por persona por mascarilla quirúrgica. Una estimación realizada por la entidad dando por hecho que se siguieran las recomendaciones sanitarias de no utilizarlas más de un día seguido.

En cuanto a las FFP2, lo que gastaron los españoles aumenta a más del doble. Se calcula que fueron cerca de 1.515 euros si el individuo prefería esta opción frente a la quirúrgica. Gracias a los datos aportados por la OCU, recopilando a todos los mayores de 12 años -el rango de edad en el que era obligatorio llevar la mascarilla- desde que llegó la pandemia, el gasto en cubrebocas ha sido de 33.000 millones de euros hasta el 2022.

Unos datos similares al 2023. Durante el primer y segundo trimestre de este año la compra de mascarillas ha reducido considerablemente y es raro ver a alguien, a no ser que sea obligatorio, usar la mascarilla por la calle en el metro. Si todo sigue el cauce natural de los acontecimientos, a partir de este martes daremos inicio a la época 'después de las mascarillas'. El fin de la pandemia más masiva y mortífera del siglo XXI.

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