España

Más impuestos y derribo de presas: Pedro Sánchez, el 'terror' de sus barones el 28-M

Algunas de las medidas lanzadas desde Madrid no satisfacen al voto socialista autonómico. El último episodio de esta larga lista es la del derribo de la presa en Valdecaballeros: el Gobierno lo anunció y Fernández Vara tuvo que salir al paso tras ver el descontento de los extremeños

El 28-M está a la vuelta de la esquina y los candidatos autonómicos y municipales no quieren pisar un solo charco. El problema surge cuando el secretario general de tu formación es quien lo hace en su lugar, poniéndoles en un fuerte compromiso de cara a los comicios. Es el caso de Pedro Sánchez y una larga lista de barones socialistas: desde Guillermo Fernández Vara hasta Javier Lambán.

El presidente extremeño ha sido el último en enfrentarse a La Moncloa por contraponer sus intereses para el 28-M con las decisiones de Gobierno. "Valdecaballeros no se va a derribar. Punto final", aseguró el socialista después de que Teresa Ribera y su Ministerio de Transición Ecológica le haya puesto en el punto de mira toda la comarca Cijara tras anunciar el derribo de la extinta central nuclear de Valdecaballeros, un caso tan sonado que incluso ha hecho que un vecino se haya puesto en huelga de hambre a modo de protesta. El derribo, según Vara, sería "un estropicio y por lo tanto no se debe permitir", contradiciendo las pautas marcadas desde Madrid.

Pero esta no es la primera vez que Sánchez antepone el relato de Moncloa al interés particular de cada presidente autonómico. El presidente ya hizo que Santos Cerdán, secretario de organización en el PSOE, saliese al paso para pedir un cierre de filas en torno al líder. "Enfrentarse al Gobierno no le puede funcionar a nadie", dijo entonces cuando varios de los candidatos del partido promovían medidas que iban en contra de las directrices de la organización.

Uno de ellos fue Juan Lobato, candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid. Santos Cerdán le marcó el terreno tras prometer bajar el IRPF, una medida contraria a las subidas paulatinas que ha ido haciendo el Gobierno: "No hay debate sobre los impuestos en el PSOE". Desde que hiciera aquellas declaraciones, el aspirante a Sol ha mantenido la medida dentro de su programa, pero sin anunciarlo a bombo y platillo en los diferentes mítines en los que participa.

Otra de las medidas del líder madrileño era mantener la bonificación del impuesto de sucesiones, alineándose así con políticas liberales más liberales como las que exhiben Isabel Díaz Ayuso o Juanma Moreno. Esto tampoco sentó bien en Ferraz, que calificó las palabras de Lobato como "un titular que no estaba completo".

Otro barón que también ha traído de cabeza a Sánchez es Ximo Puig, que ha llegado a amenazar al Gobierno con llevarle ante los tribunales ante los recortes del Gobierno al trasvase Tajo-Segura. Sabedor de que esta es una cuestión que preocupa y mucho a los alicantinos, el presidente de la Generalitat ha necesitado ponerse firme ante Moncloa para no perder votos en un momento crítico. De hecho, ha buscado contentar a sus ciudadanos con un parche electoral: bonificará el metro cúbico de agua desalada al ver que las negociaciones con el Ejecutivo se podrían alargar más allá del 28-M.

Emiliano García-Page es otro que desde hace meses marca distancia con la "desquiciada" política madrileña. "Ni Paco Núñez es Núñez Feijóo ni yo soy Pedro Sánchez", afirmó en un un desayuno informativo para evitar la relación con la malograda imagen del presidente del Gobierno. De hecho, se ha enfrentado a Moncloa en varias ocasiones. La última con la Ley de protección animal: el presidente castellano-manchego amenazó a Sánchez con poner un recurso al Constitucional si metía a los perros de caza dentro de la legislación. Al fin y al cabo, la caza tiene mucha más importancia en Castilla-La Mancha que en Madrid. Finalmente no fue necesario porque estos animales quedaron fuera de la norma.

La rebaja del delito de malversación ha sido otro de los asuntos que han sentado mal en las filiales autonómicas del PSOE. El anuncio de esta medida hizo que Luis Tudanca (Castilla y León) o Juan Lobato se pusiera frente a Sánchez. "Con el dinero público cero bromas", espetó en varias ocasiones el líder madrileño. Lambán y Page también vieron con malos ojos el guiño de Sánchez al independentismo. También Ximo Puig, que aunque vio con buenos ojos la medida, sí mostró dudas sobre cómo hacerlo: "Hay que ver cómo se plantea".

Por tanto, aunque Santos Cerdán vendiese hace meses que las medidas de Sánchez son algo que "beneficia a Page, Lambán, Chivite, a cualquier presidente o presidenta", el devenir de los hechos ha demostrado que no: hay miedo en las filas del PSOE a que la imagen de Sánchez les arrastre a una derrota electoral el próximo 28-M.

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