Podemos es el único partido con representación en el Congreso de los Diputados que tan solo permite que contesten a sus tweets un pequeño porcentaje de la comunidad tuitera. De sus 1,5 millones de seguidores, tan solo pueden contestar 18.900 personas, que se corresponden con aquellas que sigue la propia formación. El resto están vetados, de forma que evitan que el muro de contestaciones a sus tweets se llene de críticas a sus políticas.

El momento en el que Podemos comenzó a aplicar esta política comunicativa coincide con la llegada de Ione Belarra a la secretaría general. Ella accedió al cargo en junio del año 2021 y tras las vacaciones de verano, el partido cambió de rumbo y apostó por dar voz en su red social solo a aquellos que ellos consideren oportunos. Comenzaron haciéndolo en algunos tweets a lo largo del mes para después, aplicarlo de forma generalizada a todas las publicaciones del partido.

Esta política comunicativa, que busca censurar a quienes piensan distinto dentro de su propia red, ha hecho que la inmensa mayoría de la comunidad tuitera lea, en el botón de respuesta, que "las personas que @PODEMOS sigue o haya mencionado" puedan responder a sus publicaciones en Twitter. Esto equivale al 0,12% de los usuarios que siguen a la formación morada en Twitter.

Tras observar las cuentas del resto de partidos que conforman el hemiciclo del Congreso de los Diputados, destaca que Podemos es el único partido que ha apostado por este tipo de comunicación. PP, PSOE, Vox o Cs mantienen sus perfiles abiertos para que cualquier persona, incluso aquellas que no siguen al partido en Twitter, puedan contestar. Es por este motivo que, además de tener más respuestas, estos partidos también se enfrentan a comentarios negativos, algo que Podemos apenas tiene debido a su veto.

De esta forma, el partido cortó por lo sano y llevó al extremo su política comunicativa tras ver todas las críticas que comenzó a recibir a principios de 2021: cientos de tuiteros, con el hashtag #PodemosBloquea, compartieron cómo la formación les había bloqueado, denunciando que los responsables de gestionar sus redes tenían 'gatillo fácil' a la hora de pulsar el botón de bloqueo.

Hubo algún caso curioso, como el bloqueo de Josep Antoni Terrones, fundador del círculo de Podemos en Marrachí (Mallorca): "Es para mí un honor comunicaros que Podemos en su cuenta de Twitter me ha bloqueado. Lo cual es gracioso teniendo en cuenta que soy militante del partido".

Este tipo de censura que aplica Podemos en sus redes sociales es exclusiva de su cuenta principal. Los perfiles que se corresponden a las divisiones del partido en otras comunidades autónomas sí permiten que conteste cualquier usuario de la red social. Esto mismo sucede con las principales caras de Podemos: Ione Belarra, Pablo Echenique, Irene Montero o Isa Serra también permiten que cualquier tuitero pueda contestar a sus publicaciones.

Además de Podemos, el único partido del Congreso de los Diputados que impone estas restricciones en algún tuit es EH Bildu. Aunque no lo hace de manera generalizada como Podemos, sí que emplea esta técnica de forma oportuna sobre algunas publicaciones, controlando de esta manera las respuestas negativas que puedan recibir. Así, hay 'posts' a los que solo pueden contestar las 1.361 personas a las que sigue la formación vasca.

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