Opinión

El cómputo de la vergüenza

Cada día que pasa Irene Montero pierde más crédito

  • La ministra de Igualdad Irene Montero

A un mes de celebrar el día de la mujer, nada parece mejor que llegar a un acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos para modificar lo que haga falta de la ley del 'sí es sí' y acabar con el goteo en la rebaja de penas a violadores y pederastas en este contador maldito que ya suma 400 rebajas y que no va a frenar hasta que entre en vigor una nueva regulación. Para poder llevar la gran bandera de defensa de la mujer no se puede seguir dilatando la negociación.

Pongan en la mesa a un Salvador Illa que falta les hace, o a alguien que no busque ni el conflicto ni el protagonismo porque hasta donde sé nadie está hablando de “tocar” el consentimiento. Bien lo dijo el ministro portavoz a inicios de semana, Félix Bolaños, que no haría falta que la mujer o la niña tuviera que demostrar y repetir hasta la saciedad ante un tribunal lo mucho que se resistió para poder acusar al agresor sexual. Ya no vale que llevara minifalda, que fuera provocando o que no haya resistencia visible, todo eso forma parte de una cultura pasada. Pero en el barro político siguen y no es aceptable que siga subiendo este contador maldito, contador de la vergüenza,  y llevemos meses en los que se demuestra que esta normativa falla, meses en los que persiste la soberbia infantil, meses enrocados en no cambiar nada y ahora en tener muy mala capacidad negociadora.

Un entrenador de fútbol femenino catalán acusado de violar a una menor de su equipo ha sido condenado a 9 años en tanto que el fiscal pedía 17

Porque negociar no es que salga Ione Belarra ante los medios a criticar a la parte contraria. O a los jueces. No. Y lo saben. Que se lo pregunten a Illa y a Pere Aragonés que pese a ser opositores políticos, tras sentarse unas 20 veces, han logrado pactar los presupuestos para Cataluña, sin salir a derribarse ante los medios como hacen constantemente los de Podemos con el PSOE. Me pregunto qué estrategia política siguen para hacerlo. Escribo esto mientras se conoce la sentencia de un entrenador de fútbol femenino catalán acusado de violar a una menor de su equipo ha sido condenado a 9 años en tanto que el fiscal pedía 17. Esta menor va a necesitar más de 9 años de tratamiento psicológico y terapia para superar la/las violaciones.

Como esta noticia hay muchas más en la misma línea, de entrenadores de futbol, profesores, monitores, familia. La crueldad se gesta en el entorno más cercano de la víctima, en aquel en el que más confianza se deposita y más miedo hay si cabe para denunciar. Rebajar las penas lleva un explícito mensaje de desprotección a aquella víctima que tuvo en su día la valentía de denunciar a su agresor sexual. Restarle importancia a que sean 9 o 17 años, 5 o 10 es restarles importancia a los hechos, al caso en sí. Si tan importante es que no se modifique lo previsto respecto al consentimiento también Podemos ha de tener altura de miras para proteger a las víctimas de su agresor.

Bien harían las isntancias políticas y sociales afectadas, mientras tanto, en trabajar para que esos agresores sexuales no vuelvan a reincidir. Tienen todos los datos encima de la mesa para saber que eso sucede. No le den la espalda tampoco. Cada día que pasa Irene Montero pierde más crédito, esto no va de medios de la derecha contra ella, esto no va de quererla derribar. Ya es hora de que baje a la tierra y acuerde cuanto antes las modificaciones necesarias para que no hayan más rebajas de penas y dejen de lado las teorías conspiratorias que nada sirven a la sociedad.

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