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¿Manos dormidas? Así es el síndrome del túnel carpiano

El síndrome del túnel carpiano es una patología que provoca entumecimiento, hormigueo, manos dormidas, problemas de movilidad y falta de fuerza en la capacidad de hacer la pinza con la mano

  • La muñeca es una de las articulaciones más complejas.

En alguna ocasión nos hemos despertado con las manos dormidas, los dedos entumecidos o con una sensación de hormigueo en las manos. Esto puede deberse a una mala postura durante el sueño: los brazos hacia arriba o bajo la almohada soportando el peso de la cabeza, lo que provoca una presión excesiva en esta zona del cuerpo, reduciendo el flujo sanguíneo. Si esta sensación de entumecimiento y hormigueo sucede con frecuencia puede tratarse de un problema del túnel carpiano, situado en la muñeca, conocido como síndrome del túnel carpiano.

La muñeca es la articulación que une los huesos del antebrazo, el cúbito y el radio, con el carpo; es decir, es el nexo de unión entre el antebrazo y la mano. Anatómicamente hablando, es una de las articulaciones más complejas del sistema muscular y esquelético. Está compuesta por 10 huesos y cuatro articulaciones más, que facilitan los diferentes movimientos de la mano como la flexión o la extensión. El túnel carpiano es un pasaje estrecho rodeado de huesos y ligamentos ubicado en la palma de la mano. Por él pasan los tendones flexores de los dedos y el nervio mediano.

¿Manos dormidas? Así es el síndrome del túnel carpiano
El entumecimiento de la muñeca puede ser un síntoma de esta dolencia.

Qué es el síndrome del túnel carpiano

Cuando existe un aumento de presión dentro de este túnel se produce una compresión en el nervio que provoca una lesión que se conoce como síndrome del túnel carpiano, una patología que provoca entumecimiento, hormigueo, manos dormidas, problemas de movilidad y falta de fuerza en la capacidad de hacer la pinza con la mano.

Este síndrome está asociado a actividades que suponen movimientos repetitivos de las manos y las muñecas y con el uso de herramientas vibrantes. Para confirmar el diagnóstico se debe realizar una exploración de la sensibilidad y la fuerza de la mano. La prueba que se realiza es un EMG (Electromiograma), que consiste en colocar dos electrodos en la muñeca que transmiten pequeñas descargas eléctricas a través del nervio mediano y así comprobar si el impulso es más lento en el túnel del carpo. Desde el Servicio de Neurofisiología del Hospital Quirónsalud Sur, el doctor José Luis Fernández Plaza explica que con la EMG se admiten cinco grados de afectación: incipiente, leve, moderado, severo y muy severo. A su vez, se puede diferenciar la repercusión concreta que la comprensión está teniendo sobre el componente sensitivo y el componente motor del nervio” “Es la prueba ´gold standard´ para el diagnóstico del síndrome del túnel carpiano, se basa en el estudio de la conducción nerviosa. Si sale positiva se tiene el trastorno; si no, habrá que pensar que se tiene otra cosa”, añade el especialista de Quirónsalud.

El túnel carpiano es un pasaje estrecho rodeado de huesos y ligamentos ubicado en la palma de la mano por el que pasan los tendones flexores de los dedos y el nervio mediano

En la mayoría de los casos, los síntomas del síndrome del túnel carpiano comienzan sin una lesión concreta, de forma gradual. A medida que empeora la enfermedad, el entumecimiento, el hormigueo o la pérdida de fuerza con debilidad en la pinza pueden persistir durante periodos más prolongados de tiempo. Los síntomas son más habituales durante la noche, ya que muchas personas duermen con la muñeca flexionada, y el resto del día se presentan los síntomas cuando se sujeta algo durante mucho tiempo con la muñeca doblada, como cuando se utiliza el móvil, se teclea en el ordenador, se conduce o se lee un libro. Por eso es importante detectar lo antes posible el síndrome del túnel carpiano, pues “la comprensión del nervio tiene una evolución progresiva e irreversible si no se lleva a cabo un tratamiento que dependerá del grado de afectación del nervio”, apunta el doctor Fernández Plaza.

Algunas enfermedades crónicas como la diabetes aumentan el riesgo de lesión de los nervios, incluido el nervio mediano. También afecciones que tienen un componente inflamatorio, como la artritis reumatoide, pueden afectar el revestimiento alrededor de los tendones de la muñeca y ejercer presión sobre el nervio mediano. “En alteraciones metabólicas o endocrinas como la gota o el hipotiroidismo, el trastorno se genera como consecuencia de la tendencia de estas enfermedades a acumular ciertas sustancias, lo que favorece la aparición de un problema que es básicamente de espacio”, explica el neurofisiólogo. Con estas patologías es difícil detectar el síndrome del túnel carpiano hasta que llega la pérdida de sensibilidad y de fuerza en las manos y los dedos; entonces, únicamente cuando se realiza una EMG se puede descubrir la lesión.

Los síntomas son más habituales durante la noche, ya que muchas personas duermen con la muñeca flexionada

A pesar de que no existe un método comprobado para prevenir el síndrome del túnel del carpo, sí se puede minimizar la tensión de las manos y las muñecas cambiando algunos hábitos, por ejemplo reduciendo la fuerza y relajando el agarre de las cosas, como  al escribir a mano, o al usar el teclado colocar este a la altura del codo o  incluso más bajo para evitar que la muñeca esté demasiado doblada; estirar y flexionar las manos y las muñecas de vez en cuando si se realiza un trabajo manual de movimientos repetitivos; corregir la postura al estar sentados, ya que una mala posición hace que los hombros se vayan hacia delante, lo que reduce los músculos del cuello y los hombros, comprimiendo los nervios del cuello, que afecta a las muñecas, a los dedos y a las manos, además de causar dolor cervical.

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