La tos conlleva mucho más que cansancio acumulado: dolor muscular, ronquera o fuertes migrañas son algunos de sus efectos secundarios, sin mencionar el fuerte dolor de garganta. Por todo ello, son muchos los remedios caseros que han surgido con el paso del tiempo, métodos tradicionales que combatían el malestar mucho antes de la llegada de los medicamentos, como el uso del laurel y la miel.
Las propiedades antiinflamatorias no son las únicas que ya se han hecho eco de esta pequeña hoja. Son varios los efectos medicinales de la planta: desde propiedades antimicrobianas hasta antioxidantes.
Las hojas de esta planta perenne tienen múltiples beneficios: desde combatir la aparición de cucarachas en casa hasta eliminar la tos en tan solo media hora. Nueve hojas de laurel durante aproximadamente seis minutos en agua hirviendo serán suficientes. Al agua resultante habrá que añadir el zumo de un limón y tres cucharadas grandes de miel. Tras introducir la mezcla en un tarro de cristal, tan solo hay que meterlo en el frigorífico. El resultado de la elaboración, que apenas lleva unos minutos, es la disminución de la tos y el alivio de la irritación de garganta.
Posibles causas de la tos persistente
A pesar de sus beneficios, es importante estar pendiente de la intensidad de la tos y de su persistencia. Según informa el Hospital Miguel Servet, en Zaragoza, la tos persistente suele deberse a tres causas o problemas: el síndrome de goteo posnasal, asma bronquial y reflujo gastroesofágico. Todas estas problemáticas deben ser tratadas y estudiadas por profesionales de la salud.
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La explicación es sencilla: la suma del refuerzo del sistema inmunológico gracias a la vitamina c del limón, la suavidad de la miel para la garganta, y las propiedades antiinflamatorias del laurel forman la mezcla perfecta para buscar un alivio rápido y sencillo de forma natural.
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