"Si Vox llegara al Gobierno andaluz arrasaría el Estado de Derecho". La frase es del vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, miembro destacado de la dirección nacional de Ciudadanos, socio del Ejecutivo de centroderecha que preside Juanma Moreno. Su airada reacción se ha producido este miércoles, al ser peguntado sobre la posible candidatura de Macarena Olona a la presidencia de la Junta por la formación de Abascal, así como acerca de las exigencias de ésta para entrar a gobernar con el PP tras los próximos comicios autonómicos.
En el marco de los vaticinios que ha hecho Marín, si la formación ultraconservadora toca poder en el Palacio de San Telmo, el dirigente liberal ha pronosticado que, entre otras muchas cosas" se dedicaría, "probablemente" a devolver a su país de origen "a todos los menores no acompañados". El asunto de los 'menas' es una de las banderas de Ciudadanos en Andalucía en cuanto a la protección y acogida de dichos jóvenes. De hecho, la Consejería de Políticas Sociales e Igualdad está regida por una consejera 'naranja', Rocío Ruiz, considerada como el ala más socialdemócrata del Gobierno andaluz y persona siempre en la diana permanente de Vox. Tal circunstancia otorga, además, galones de moderación al presidente Moreno y le permite 'pescar' en los caladeros de votantes de centroizquierda.
Juan Marín también ha vaticinado que el partido de derecha extrema también se dedicaría a "acabar con todos los derechos adquiridos durante cuarenta años de democracia por muchos colectivos sociales"–de llegar a conformar un gobierno con el PP– entre los que ha citado al movimiento LGTBI, cuyas políticas también están en manos de la consejera de Cs en Andalucía. El vicepresidente es claro con los extremos ideológicos: "mientras Ciudadanos esté en el Gobierno de Andalucía tanto Vox como Podemos se sentarán en el banquillo" en alusión a la bancada de la oposición en la que se encuentran ahora.
Presupuestos 2022
La postura de Marín ahonda más en la brecha actual de ruptura de los de Abascal con PP y Cs, que han dejado de ser el socio prioritario de legislatura de la coalición de centroderecha, de cara a la aprobación de los próximos Presupuestos 2022, con os populares centrados en una negociación abierta con el PSOE. Sería un hecho "inédito e histórico", según Juan Espadas, que dichas cuentas salieran adelante con el pacto de ambas fuerzas políticas, nunca antes ha ocurrido.
La beligerancia de Marín hacia Vox se produce también horas después de la visita de Macarena Olona a Andalucía, donde participó en el acto central del Día de la Hispanidad de la formación en Sevilla. Allí se produjeron descalificaciones tanto para el PP y PSOE, como para Ciudadanos. De los primeros, Olona dijo que habían alcanzado el "pacto del word perfecto", en alusión al programa informático que dijo usar la mujer de Espadas cuando compareció en la comisión de investigación parlamentaria en la que se investiga su 'enchufe', entre otros cientos en la fundación Faffe, la misma con la que se pagaron prostíbulos con tarjetas de crédito de la citada empresa pública, bajo gobiernos socialistas.
Tras llamarle "flojo" la diputada de Vox Marín le ha respondido lo siguiente: "Yo me dedico a trabajar, cuando la señora Olna haga algo en política que no sea insultar, o despreciar a otros representantes de fuerzas políticas, yo le invitaré a venir a Andalucía para explicarle cómo se gestiona un Gobierno", ha respondido Marín a las críticas de la diputada nacional de Vox por Granada.
A juicio del vicepresidente de la Junta "no se puede venir a Andalucía de viaje de fin de semana, con el bolso debajo del brazo, para decirles a los votantes lo que quieren oír", ha recalcado sobre la posible candidata a la presidencia de la Junta, a la que Marín recomienda que "siga radicalizando a nuestros jóvenes", ha dicho para poco después criticar el bono de 400 euros "de Sánchez e Iglesias" a quienes cumplen 18 años.
El tono crítico de Marín hacia Vox ha contrastado, durante la comparecencia, con la diplomacia del consejero de Presidencia de la Junta, Elías Bendodo, encargado siempre de las negoiaciones más complicadas con su hasta ahora socio de legislatura desde la oposición: "Yo sobre esta cuestión creo que el Gobierno del Partido Popular y Ciudadanos, con Vox como socio parlamentario, funciona bien y le sienta bien a Andalucía", algo que repite siempre el brazo derecho de Moreno Bonilla.
La desconfianza de Marín hacia Vox es tal que el vicepresidente ha llegado a plantear, durante la rueda de prensa, que dicho partido no apoyara finalmente la Ley de Tributos Cedidos que llega en la tarde de este miércoles al Pleno del Parlamento de Andalucía. Se da por hecho que saldrá adelante con los votos de los tres socios de centroderecha y el voto contrario del resto de fuerzas de izquierdas, entre ellas el PSOE.
El nombre de Macarena Olona para liderar la candidatura de Vox en Andalucía genera inquietud interna en el seno de PP y Cs. Unos cuantos meses atrás –cuando se especulaba con ella como cabeza de cartel– fuentes del PP andaluz relacionadas con la estrategia electoral ya reconocían a Vozpópuli que una candidata "potente como ella" puede darle a las siglas de la derecha radical hasta 20 diputados (tienen 12 actualmente). A lo anterior se suma que, dado el carácter centrista de Moreno, así como la previsible absorción de Cs, el PP le deja a Vox todo lo que puede haber a la derecha de los conservadores. Todo ello si se tiene en cuenta la circunstancia añadida de que el actual presidente es muy bien valorado entre electores socialistas, a cuyo voto moderado aspira en el segmento del centroizquierda que se mueve entre el PSOE y Ciudadanos.