Escribía esta semana Antonio Caño un artículo (España, un proyecto fallido) en El País que venía a ser un recuento de las desgracias que hoy afligen a esta España nuestra, a veces madre y siempre madrastra, y a fe que allí no faltaba calamidad por tocar, nada quedaba en el tintero, de modo que el resultado final desembocaba en un desolador claroscuro al estilo de esas pinturas tenebristas tan al gusto antaño por estos lares. En el foro que acompañaba la pieza y al margen del general elogio al trabajo de diagnóstico, muchos de los lectores manifestaban su frustración por el hecho de que el autor que con tanta pericia había descrito los síntomas del paciente fuera incapaz de aportar soluciones, insinuar siquiera un tratamiento, algún tipo de remedio susceptible de impedir el destino fatal al que parece condenado este enfermo terminal llamado España.
Abundan estos días los análisis de similar porte. La situación se ha agravado tanto que hasta el más ciego advierte el deterioro más que semanal casi diario del doliente. Inevitable hasta cierto punto: la decisión del PSOE de Pedro Sánchez de echarse en brazos de toda clase de partidos disolventes, enemigos de la Constitución, para gobernar, ha acelerado vertiginosamente el proceso de degradación institucional de un país que ya venía muy castigado, muy desgastado, por la incapacidad de los partidos del turno para regenerarse desde dentro, a pesar de que los síntomas de la enfermedad ya estaban claros incluso en los primeros años noventa. Asistimos así a una especie de revival del 98, aquella crisis de identidad, aquel clamor ilustrado que la pérdida de los últimos restos del imperio colonial provocó entre la entonces intelligentsia española o lo que quedaba de ella.
La complejidad del problema, la gravedad del fallo multiorgánico que padece el enfermo, hace difícil la solución con la actual farmacopea de que disponemos: los escasos mimbres políticos, el pobre capital humano, la debilidad de una clase dirigente muy devaluada. Difícil encontrar el hilo con el que desentrañar el ovillo. La fractura de la sociedad en dos grandes bloques, el viejo frentismo, complica sobremanera cualquier intento de llegar a un acuerdo no ya sobre la medicina correcta a aplicar al paciente, sino siquiera sobre el problema que habría que atacar primero. ¿Por dónde empezar? Casi todo el mundo apunta a la reforma de la Constitución como la piedra angular del nuevo edificio que debería albergar la España del futuro, pero las coincidencias se difuminan hasta desaparecer a la puerta misma de entrada al inmueble. ¿Qué tipo de reformas? ¿Hasta dónde cambiar? ¿Qué habría que tocar y qué no?
El rompecabezas de la estructura del Estado, por ejemplo, se antoja una de las cuestiones más graves que entorpecen el diseño a largo plazo de un país moderno y competitivo. Si algo bueno ha tenido la pandemia ha sido el poner de manifiesto la incoherencia del actual diseño territorial. España se ha convertido en una Taifa insolidaria reñida con el interés general, que hace imposible o muy dificultosa la adopción de medidas de carácter general porque chocarían con las competencias transferidas y los intereses de las elites dirigentes a nivel local y/o regional. Asistimos al espectáculo de 17 Ejecutivos luchando contra el virus con otras tantas leyes o reglamentos propios, lo que convierte en un imposible la lucha eficaz contra la enfermedad en esta ininteligible torre de Babel que hemos levantado. La necesidad de revisar el modelo territorial –recuperando para el Estado algunas competencias que jamás debió ceder- para hacerlo más eficaz a la hora de defender los intereses generales es una verdad asumida con normalidad entre españoles de cualquier condición, pero extrañamente ese debate no está en los medios y mucho menos figura entre las prioridades de los políticos.
La dificultad de emprender una reforma de esas características, simplemente orientada a racionalizar el modelo, que no a suprimirlo, se antoja hoy tarea de cíclopes, al punto de que nuestra clase política prefiere pasar sobre el asunto como si de caminar sobre ascuas se tratara. ¿Cómo decirle al gañán que gobierna Cantabria que se haga a un lado o se dedique a jugar al mus con los amigos en el bar de la esquina? ¿Quién anuncia a las fuerzas vivas riojanas que su autonomía es un sinsentido y que La Rioja debería volver a esa Castilla la Vieja a la que siempre estuvo anclada? Son ya muy poderosos los intereses personales o de grupo que se oponen con uñas y dientes a la racionalización de una estructura convertida en un rompecabezas tan costoso como ineficiente y que requeriría, además, hincarle el diente al tema prohibido, al gran tabú sobre el que nadie quiere pronunciarse en esta España en ruinas: qué hacer con Cataluña y el País Vasco y sus respectivas circunstancias.
Muchos de los que reclaman soluciones se remontan aguas arriba del “problema de España” para apuntar que la raíz de la crisis nacional arranca del deterioro del sistema educativo, y que la aspiración a una España mejor debería empezar a concretarse en la escuela, pero los españoles no hemos llegado a consensuar una Ley de Educación aceptada por derecha e izquierda y capaz de servir a los intereses generales, no obstante haber dispuesto de un buen ramillete de leyes al respecto, cada una peor que la anterior, con la palma en manos de la muy reciente 'ley Celaá'. Y bien, si no somos capaces de ponernos de acuerdo para sacar adelante una ley educativa destinada a producir ciudadanos libres, dotados de espíritu crítico y listos para competir en este mundo canalla en que vivimos, ¿cómo vamos a serlo para abordar cuestiones mucho más resbaladizas como las que tienen que ver con las lenguas, la Justicia, las pensiones, etc.?
Hay quien argumenta, en fin, que más que pensar en milagrosos acuerdos de Estado capaces, cual bálsamo de Fierabrás, de acabar de un plumazo con todos nuestros males, bastaría con que la autoridad competente, empezando por el Gobierno de la nación, hiciera cumplir la Ley. Bastaría con que todos cumpliéramos la Ley, esa obligación caída en descrédito que los partidos nacionalistas, en particular el separatismo catalán, viene pasándose por el arco del triunfo, como las resoluciones judiciales, desde hace lustros, con los Gobiernos centrales mirando distraídos hacia otro lado, y ello porque ninguna denuncia, reivindicación, desigualdad, anomalía o irregularidad dejaría de existir como por ensalmo con una reforma de la Constitución o del modelo del Estado. Bastaría con cumplir la Ley.
Las diferencias en cuanto a modelo de sociedad son ahora tan grandes que el acuerdo, que tal vez habría sido factible con un Felipe al frente del PSOE y un Aznar al frente del PP, se antoja inalcanzable
Imposible llegar hoy a un consenso mínimo capaz de concretarse en el “acuerdo país” que necesitamos. Los más pesimistas aducen que esto solo tendría una salida “de partido”, un regreso a las dinámicas propias del XIX cuando un cambio de Gobierno implicaba un cambio de régimen, lo cual es ciertamente un imposible en unos tiempos en los que la vuelta a esas mayorías de que dispusieron González, Aznar e incluso Rajoy -y que por cierto no sirvieron para corregir la deriva en la mala dirección- parece una entelequia. Las diferencias en cuanto a modelo de sociedad son ahora tan grandes que el acuerdo, que tal vez habría sido factible con un Felipe al frente del PSOE y un Aznar al frente del PP, se antoja inalcanzable. “Se puede pactar con un Prieto, pero parece imposible hacerlo con un Largo Caballero”, asegura un personaje que tuvo responsabilidades políticas al principio de la transición. “Con sus alianzas, el Gobierno Sánchez ha terminado por pudrir unos problemas que hasta la crisis de 2008 parecían tener solución por difícil que fuera. Ahora todo es mucho más complicado”.
Uno de los partidos de la alternancia, el PSOE de Sánchez, se ha convertido en una alternativa al sistema al impugnar el régimen del 78, lo que hace casi imposible la búsqueda de los consensos mínimos necesarios para llegar a grandes pactos. Claro que el problema no está solo en la izquierda, sino también en una derecha que sigue víctima del vacío doctrinal que caracterizó al PP de Rajoy, pendiente apenas de que el contrario se equivoque lo suficiente como para volver a ocupar el poder por la misma ley de la gravedad (la gravedad de la situación) que en 2011 hizo presidente al gallego tras el desastre Zapatero, pero sin un proyecto claro de país (Génova dice que lo tiene, pero pocos lo conocen). Es la crisis terminal de los partidos del “turno”, y la ausencia de liderazgos con carisma bastante como para forzar, o siquiera plantear, esos magnos acuerdos.
Y mientras, el deterioro institucional se acelera. El viaje hacia el frentismo de bloques se acentúa. Crece el “páramo de odio sectario y mezquindad” de que hablaba Caño en su artículo. Y aumentan también las voces de quienes advierten que la situación podría terminar por explotar en algún momento. ¿Hay alguien al mando? Diariamente llegan noticias que inciden en ese descontrol de país empeñado en destruirse a sí mismo. “El bable y el aragonés enfilan la senda de la oficialidad lingüística”, titulaba El Mundo este mismo sábado. “Los socialistas ya las apadrinan como lenguas cooficiales a expensas de reformas estatutarias que eleven su rango”. Los niños asturianos, que ya de por sí tienen un brillante futuro por delante en una de las zonas más deprimidas de España, región que malvive de las subvenciones públicas, se educarán en bable a partir de ahora. Y otro tanto cabe decir de los aragoneses. Todo el mundo parece haber perdido el oremus en este infortunado país. No cabe un delincuente más en las instituciones.
Ningún cambio a mejor será posible mientras no seamos capaces de desalojar democráticamente de Moncloa al aventurero sin escrúpulos que hoy la ocupa
Los últimos consejos de ministros son más propios de un Gobierno en funciones que consume sus últimos “minutos basura” que de un Ejecutivo en ejercicio ocupado en atender los mil frentes que el país tiene abiertos. No acaba de llegar el maná de los fondos europeos, faltan vacunas o se pierden y sobran muertos. Sigue muriendo mucha gente. País sin máquina y a la deriva, como la leyenda del Holandés Errante, el buque fantasma condenado a vagar en la soledad de los mares por los siglos de los siglos. Ese Consejo de Ministros en aparente cesantía sí da, no obstante, para aprobar operaciones tan apestosas como el rescate con 53 millones de la aerolínea 'venezolana' Plus Ultra, asunto revelado por este diario. Un escándalo que en cualquier país haría caer al Gobierno y que apunta alto en dirección a una corrupción instalada en las más altas instancias del Estado.
Sin embargo, algo ha cambiado de pronto. Una luz al final del túnel. Un resplandor surgido en Murcia el 10 de marzo, y la decisión valiente de una señora en Madrid capaz de aceptar el envite y convocar a los madrileños a las urnas. Sánchez se ha pasado de frenada. Como escribe Mariano Guindal, “la dimisión de Iglesias ha sido una pésima noticia para Sánchez. En un abrir y cerrar de ojos se ha quedado sin pararrayos ante una previsible explosión social”. La inestabilidad parece llamada a crecer con un vicepresidente del Gobierno largando contra el Gobierno pero con ministros en el Gobierno que le rinden obediencia. Más allá de la confrontación izquierda-derecha, la cita electoral del 4 de mayo, convertida en una forma de plebiscito, podría suponer la ruptura de la infernal deriva en que el país parece instalado desde hace tiempo, aportando una ventana de futuro (los “Españoles con futuro” del verso de Celaya: “Recuerdo nuestros errores, con mala saña y buen viento, ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño”) a una nación tan castigada como esta. Porque, digámoslo una vez más, ningún cambio a mejor será posible mientras no seamos capaces de desalojar democráticamente de Moncloa al aventurero sin escrúpulos que hoy la ocupa. Eso, y el rescate del PSOE para la causa constitucional.
¿Quieres participar en la conversación?
Derondat
// :
Ola CACHO...k ase? Mucho se podría comentar sobre su artículo. Pero paso. Antes le rogaría, por mínima cortesía hacia el lector, que algún informático/jefe de la casa se marque un MARILIN y explique a los lectores en qué consisten los cambios que afectan a los participantes. Num de caracteres permitido, razones bien descritas para censurar comentarios, tiempos de subida de los mismos etc. No me parece correcto el trato. No cuesta tanto hacerlo bien. Buenos días.
viajeroA3
// :
Todo mi vida me la he ganado diseñando y desarrollando sistemas informáticos y de comunicaciones para una gran empresa. Con mi experiencia puedo asegurar con rotundidad que, si a lo largo de mi carrera profesional, hubiese puesto a disposición de los usuarios una aplicación con la cantidad de fallos e indefiniciones que muestra el cambio realizado por Vozpopuli, no solo me hubiesen despedido de manera fulminante sino que, posiblemente, me habrían demandado ante la Justicia por los perjuicios provocados. En fin, aunque supongo que este comentario no le leerá nadie porque será censurado, buenos días a todos los lectores de Vozpopuli y participantes en sus foros.
maripepa
// :
Eso lo hace Vox con Sánchez, trampas, como buenos trileros ambos.
Enrique Cañete Ochoa-renglon
// :
Publicidad " Con el bálsamo de FIERABRAS te encontrarás como una fiera " Sólo se sirve o suministra a políticos profesionales. Razón aquí.
Hispanicus
// :
Ozú....lo que nos quedaba por ver: Cacho haciendo propaganda de un artículo de Lo PaÍS. Sí que debe de estar malita la cosa por estos lares. Iba a agradecer el enlace al diario que se independizaba de la mañana, por aquello de acudir a las fuentes, pero ¡quiá! no he podido saltar el muro de pago. Habrá que conformarse con el sucedáneo que, de momento, es gratis (más que nada porque levantar ese muro no es tarea para aficionados.) Por cierto, ya que Cacho nos confirma sin rubor que lee los foros, aprovecho para decirle que aquí algunos no nos quejamos como en el de Lo PaÍS de que no se aporten soluciones para salvar este corrupto Régimen; más bien lamentamos que no implosione ya.
Guidfredo
// :
Soy un gran admirador de Cacho, he leído todos sus libros, su obra alberga algunas de las mejores piezas históricas sobre la intersección de la política y la economía de la España de los 80 y 90, es uno de esos periodistas imprescindibles en la historia de una país en la figura del periodismo entendido como contrapoder, le he seguido por los distintos proyectos digitales y lo seguiré haciendo pero no volveré a comentar en los foros de Vozpopuli tras estos cambios. Saludos a todos¡¡¡
Variopinto
// :
Que curioso!!. Resulta que el señor editor sí que lee los comentarios de los lectores... (al menos los de otros diarios). Si leyera tan a menudo los de acá, quizá vería que Houston-tiene-un-problema. Aunque puede ser que mientras los números salgan, la cosa tiene la importancia de un higo...
marqueslinchado
// :
Fascista
marqueslinchado
// :
Antisemita
marqueslinchado
// :
Pareces de la PSOE o de lo Zumar
Grossman
// :
Solo podemos consolarnos con el pensamiento de que a otras peores hemos sobrevivido...pero con violencia. Revertir la constitución es tarea imposible, así que yo, cuando me agobio con un trabajo grande y complicado aplico el sistema de trocearlo, de empezar por una punta sin mirar a la totalidad, esto produce un efecto tranquilizador porque la tarea es asumible, cuando la acabo veo que el problema general ha sufrido una disminución y así, poco a poco, el gran lío se va diluyendo. Si hay que tener una meta final o mejor una línea general de actuación que nos llevará a la solución. Para mí ese hilo conductor sería reducir el estado, es el estado el que nos está comiendo, de qué sirve que las actuaciones las haga Aragonés o Sanchez, no se cual es peor. Si la enseñanza fuese privada los ciudadanos decidirían en cada colegio si sus hijos estudiarían en bable o en español, y no le quepa duda que la inmensa mayoría sería en español. Cerraría todas las televisiones públicas, el INEM, que también se puede privatizar, las universidades, el CIS, privatizaría la sanidad y cerraría un millón de chiringuitos llenos de sueldos de inútiles. Y ya solo me queda la ley electoral. Pues 5% minimo en toda España para entrar en el parlamento y dar cabida solo a partidos de ámbito nacional, doble vuelta y que gobierne el que más votos saque. Y ya está.
Hispanicus
// :
Ozú....lo que nos quedaba por ver: Cacho haciendo propaganda de un artículo de Lo PaÍS. Sí que debe de estar malita la cosa por estos lares. Iba a agradecer el enlace al diario que se independizaba de la mañana, por aquello de acudir a las fuentes, pero ¡quiá! no he podido saltar el muro de pago. Habrá que conformarse con el sucedáneo que, de momento, es gratis (más que nada porque levantar ese muro no es tarea para aficionados.) Por cierto, ya que Cacho nos confirma sin rubor que lee los foros, aprovecho para decirle que aquí algunos no nos quejamos como en el de Lo PaÍS de que no se aporten soluciones para salvar este corrupto Régimen; más bien lamentamos que no implosione ya.
Levantino
// :
Sr. Cacho, solo los socialdemócratas y los liberales (los de verdad) dentro de partidos de centro derecha y centro izquierda, con políticas reformistas, han creado los cambios que han llevado a la sociedad occidental al nivel de desarrollo que hoy conocemos. En España el espacio de centro derecha lo ocupa el PP y el del centro izquierda lo debería ocupar el PSOE. La anomalía que estamos viviendo en el PSOE, escorado a la extrema izquierda, con unos gestores sin escrúpulos ni más ideología que la de confortar para exprimir a los extremos, asegurándose los sillones, es propia de países tercermundistas. Los políticos que solo piensan en su futuro, no en el futuro de su país y de mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos, no deberían tener futuro en una sociedad desarrollada. Creo que ese punto de "ácratas" que tenemos los Españoles nos salvara de todos estos iluminados narcisistas.
Mo Dust
// :
Me parece contradictorio el análisis de Cacho, quien reconoce que el sistema autonómico es ineficiente, con sus ataques y ninguneos sistemáticos a VOX, partido que quiere modificar o eliminar las competencias de las CCAAs, y su apoyo al PP, partido que defiende a las CCAAs por que que vive de colocar a su miembros y a su red clientelar en ellas. No parece que se aplique el refran de “a dios rogando y con el mazo dando”
poraquiandamos
// :
Resumen: artículo de Antonio Caño 2, mejorado y pulido. Porque quien mejor ha retratado la España destrozada, corrupta y sin solución ha sido Cacho. Que las soluciones las describa e investigue otro. Y que vivan los investigadores de la vacuna española, que malviven con un presupuesto ínfimo comparado con el que disponen asociaciones 'sin ánimo de lucro' de la más variada índole que no saben hacer la O con un canuto.
afs765.3
// :
Sr. Cacho, toca usted los problemas básicos y muy enquistados de nuestro país: estructura territorial del Estado, descentralización de servicios públicos esenciales como la educación y la sanidad, etc. Podríamos hablar de muchos más como la separación de poderes (para mí es vergonzoso el nombramiento de los miembros del CGPJ), la ley electoral (¿cómo es posible que todos los votos no valgan lo mismo?), los ataques al castellano como lengua oficial, desigualdades territoriales, etc. Ante todos estos problemas ningún partido político nos ofrece soluciones. No se atreven a tocarlos y con mucha frecuencia actúan y legislan en sentido contrario.
birmania
// :
"La situación se ha agravado tanto que hasta el más ciego advierte el deterioro más que semanal casi diario del doliente." Igual que el foro de Vozpópuli, en estado terminal, casi agónico.
Gunther Marten
// :
Pregunta por una solución para Espanya? Sigues apuntando a los problemas españoles desde hace mucho tiempo y cada vez, según los artículos, la situación es peor. Coincido con tu análisis. Algunas veces has remarcado, como en el artículo presente, factores internos de esperanza. Siempre se han difuminado. Ahora la solución para Espanya y otros países tiene que venir de fuera, no hay otra. Has apuntado muchas veces a Europa. Sin embargo, no creo que venga de allí. Europa tiene muchas tareas y suplantar o ordenar a un gobierno de hacer una cosa u otra, no es una de ellas. Los males vienen del dinero público, su atracción, sus malversaciones, su utilización partidaria y de la posibilidad de crear dinero, donde no hay, es decir endeudarse. Tenemos con el Euro, una divisa Fiat, una divisa blanda. El dólar, el yuan, rublo, la libra, todos son blandos, todos pierden valor, mucho valor (inflación) de lo que dicen que pierde. Todas la divisas Fiat van a valor cero, siempre se repite en la historia humana. Con la pandemia este proceso se ha acelerado exponencialmente. La solución? Gracias a “Satoshi” la solución existe, y es inevitable, es Bitcoin, el programa digital incorruptible, público, inalterable, descentralizado, inconfiscable, seguro y, sobre todo, escaso. El valor más escaso que oro, el valor más escaso cada 4 anyos. El valor no manipulable por políticos, por élites poderosas, no pudiendo decidir “necesitamos más para hacer política” porque Bitcoin sólo hay 21 m y no hay más. La percepción de Bitcoin se ha cambiado desde su inicio en 2009. Ahora es reserva de valor reconocido, succionando en su órbita el oro. Pero vendrá el momento que pinchará el dólar, el euro .... suplantará la divisa Fiat y obligará a los políticos a una disciplina fiscal. Esa disciplina fiscal hará cambiar la política, también la española. Tardará. yes, Es inevitable? También. Alguien lo ve??
Vamosdecráneo
// :
Para mejorar lo que sucede hay que entender lo que sucede, y lo que sucede es que España es feudal. Los partidos y los políticos tienen mentalidad feudal: conseguir su feudo, conseguir sus vasallos, guerrear contra el vecino, medrar del descuartizamiento de la nación. Por eso la enseñanza ha sido degradada, para entrenar vasallitos, gentes mansas y sin chispa, sin sentido crítico, sin iniciativa ni capacidad de organización, que obedezca las consignas de las TV. Por eso se promocionan las lenguas regionales y se debilita la lengua común, para encerrar a los vasallos en el feudo y hacerlos más dependientes del señor feudal, amén de sacarles más tributos para montar las ESTRUCTURAS DE ESTADO para sostener el bable o cualquier parla anecdótica que se pueda utilizar para dividir, enfrentar y cobrar impuestos. La nación es puesta al servicio de la INDUSTRIA POLÍTICA, de maximizar su beneficio a costa del beneficio del pueblo, cuyo papel en la sociedad es ser "protegido" por los partidos y dejarse extraer toda la plusvalía para ser provisto de servicios de la cuna a la tumba. Estos días se habla del bajo número de psicólogos por 100.000 habitantes, y de cuántos hay en Europa, y cómo hay que aumentarlos (más impuestos, más ESTRUCTURAS DE ESTADO, más clientelismo. Jamás la opinión publicada hablará del número de POLÍTICOS por 100.000 habitantes en España comparado con Europa, porque no le interesa a la INDUSTRIA POLÍTICA que la gente vea que carga con OCHO veces más políticos que Alemania. Pero, gente, para poner más psicólogos, o más pensiones, o más médico o medicinas, hay que quitar políticos.
Jonh Deere
// :
Contado por la Biblia, por Katxo o el sursum corda, estaba anunciado por un politólogo o como se llame esa ralea de “científicos”, en tiempos de aquel “veneno” que nos insuflaron en vena a unos niños sin formación política, La Clave. Al primero (y único) que escuché hablar de partitocracia, el devenir de lo que estaban montando. Aquel politólogo fue expulsado del veneno, y sus encíclicas prohibidas en tierra cañí. Por lo tanto, este devenir no ha sido fruto de la incompetencia, ni siquiera pudiera utilizarse la eximente de bisoñez. Fue premeditado en su mismo origen, tal como queda demostrado. ¿Y ahora? Ahora estamos asistiendo a la degeneración absoluta de ese SISTEMA, porque si la DEMOCRACIA consolidada termina siempre consigo misma, como cualquier sistema político, la mentira pura y dura, la PARTITOCRACIA, se descompone mucho antes por su misma esencia: es un FRAUDE. ¿Entonces? Por muchos cambios que se inventen quienes han degenerado hasta este punto, solo servirán para empeorar (si se pudiera) la situación. Asistimos como en plena PANDEMIA (pandemia…?) que nos liquida la libertad de movimientos inherente al ser humano, se nos prohíbe hacer vida medio decente, pero se permite y promocionan votaciones (que no deben ser contagiosas), o se pretende asaltar el poder periférico con el único propósito de okupación de sus privilegios, sin más objetivo. Y vemos atónitos como la defensa a tales ataques nada éticos se arma con la compra de voluntades que descarrilen el statu quo. Deleznable el ataque tendente a un cambio de gestores sin urnas, deleznable la defensa. Como en toda guerra, la INTENDENCIA es quien marca los puntos débiles, y esta, es quien acabará con el estercolero llamado ESPAÑA, donde, votantes o abstencionistas, pintamos la misma nada. Es el BCE el suministrador de municiones y manduca, quien mantiene este basurero. Sus sentencias parece cierran a puerta a su ilimitado poder (como el Recurso alemán), pero todo cambia muy rápido, la vida va muy rápido. Sigo sin ver a contribuyentes finlandeses, holandeses, austríacos y demás gente “normal”, encantados de dilapidar recursos, apuntes contables bancarios, en SISTEMAS corruptos y despreciables como el nuestro, con un agravante que merece tomarse muy en cuenta: Italia, el otro cadáver, ha visto al lobo y se ha encomendado a un técnico de prestigio, dejando a España como único problema, concentrando por lo tanto las miradas en nosotros. Termino: O el BCE deja de matarnos lentamente y entra con manguitos (INTERVENCION) y botas militares, ahora que tenemos concentrada la mirada de gentes normales, o que se maten, se acuchillen, se envenenen entre “ellos”, todos ellos, la España parasitaria oficial, la verdadera otra España que tanto dolor causó a Unamuno. Nuestra única solución. Perdón por el ladrillo y egun on.
javier adormidera
// :
Que facil es "largar" y que difícil "recoger".Tanto como aquellas respigadoras en los inmensos campos de trigo de la Tierra de Campos.Encontraban espigas y hacían sus "gallos" en una tierra en la que aparentemente no había nada.Esa es la lección que debería aplicarse ahora a España:Respigar.Buscar donde no hay.Encontrar lo mísero que queda y hacerlo util.Con esa nada se puede construir un pais.Bueno y olvidarse de aquellos que no han sabido recoger la cosecha en años de vacas gordas.Esos no debe invitarlos a recoger de la nada si no mas bien ser ellos "NADA".
Joan Carles
// :
Con estos políticos ninguna constitución es buena. Lo estamos viendo en las mociones de censura como los políticos son comprados con sobornos (cargos) y para nada representan a sus electores. A los políticos solo les queda aglutinar a la gente mediante la excitación de las vísceras, el el odio no la razón, el pegamento que une al Gobierno (apoyado por sediciosos, chavistas, batasunos o recogenueces). La gente que nacía en los años 70 eran "propietarios" de grandes empresas públicas: Endesa, Telefónica, Campsa, Acesa, Argentaria y con unas Cajas de Ahorro saneadas, la mayoría vendidas para hacer caja o para regalarsela a los amigos al estilo RUMASA... Los que nacen ahora lo hacen endeudados hasta las cejas y las únicas empresas públicasque se mantiene o se crean son las del despilfarro, chiringuitos creados ad hoc para fidelizar votantes (RTVE, televisiones autonómicas, PER o sus equivalentes, la "industria" del género etc.) y la educación (que en otros tiempos era la herramienta que tenían las clases desfavorecidas para el ascenso social) se ha transformado en fábricas para crear borregos como la Ley Celaa
Ernesto Tagliavini
// :
Al Sr. Lambán, si no lo hiciera bueno nada más, lo hacen bueno tus insultos. Imposible mandarte a ti a ningún sitio: adivina por qué.
Alejandro
// :
El problema es cuando no hay gobierno. Hay Mafia.
Baroque
// :
Lo único que no se ha probado ni se probará y que parece funcionar bastante bien en muchos otros países de Europa es REDUCIR el estado e iniciar una senda que lo deje limitado a servicios básicos. Creo que es obvio que la clase política española es deleznable y lo único que nos puede asegurar cierto bienestar es podarla hasta su mínima expresión. Menos estado.