El ayuntamiento de Barcelona dirigido por Ada Colau ha suspendido repentinamente la apertura de nuevos establecimientos públicos en el centro de la ciudad, concretamente en el barrio de Ciutat Vella. ¿El objetivo? Ganar tiempo para revisar el polémico Plan de Usos de Ciutat Vella con la voluntad de potenciar actividades que ayuden a dinamizar el entorno y limitar aquellas que provocan "externalidades negativas en los barrios", según han informado en un comunicado.
La medida que se ha tomado en un principio para un año, podría extenderse hasta los dos años, en función de cuando esté lista y comience a aplicarse.
De esta forma, desde hoy quedan suspendidas la concesión de nuevas licencias y permisos de obras de locales de pública concurrencia en todo el centro, excepto en la zona portuaria y en el entorno de la Rambla.
Esta prohibición incluye desde hoteles y restaurantes hasta centros de ocio como karaoke, bingos o locutorios así como máquinas expendedoras de alimentos y servicios de atención turística o locales que alquilen bicis, motos o incluso 'segways'.