Este sábado 16 de septiembre se cumple un año de la muerte de Mahsa Amini. El caso de la joven iraní conmocionó al mundo y desató una oleada de protestas sin precedentes que se extendieron por todo el país bajo el lema "Mujer, Vida, Libertad". La historia de Mahsa empieza el 13 de septiembre de 2022, cuando mientras estaba de viaje con su familia en Teherán fue arrestada por sorpresa por la 'Policía de la Moral' por llevar supuestamente el velo mal colocado, incumpliendo así la ley de vestimenta recogida en el Código Penal de Irán.
Tres días después, la joven falleció en el Hospital de Kasra tras sufrir un coma y un posterior infarto a causa de fuertes lesiones. Las autoridades se negaron a esclarecer lo ocurrido. Un año después su familia sigue buscando respuestas y pidiendo que se les facilite el informe forense de la joven. El dolor de la familia Amini hizo que miles de iraníes salieran a las calles a reclamar más libertades y revelarse contra el yugo de los ayatolás.
La imagen de mujeres desafiando a la República Islámica con los pañuelos al viento se convirtió en un símbolo revolucionario y consiguió crear un movimiento sin igual en las últimas cuatro décadas. Y es que tal y como cuentan a Vozpópuli algunas de las voces más representativas de la comunidad iraní en España, los manifestantes “ya no piden una reforma, sino la caída del régimen”.
En estos doce meses, el Gobierno iraní ha sofocado las protestas con látigo de hierro: detenciones arbitrarias, desapariciones, siete ejecuciones públicas y más de medio millar de muertos, es la cuenta que el pueblo iraní ha pagado por salir a las calles. Según algunas organizaciones de derechos humanos, al menos 530 personas han perdido la vida a manos de las autoridades o del cuerpo paramilitar (conocidos como ‘basijs’), desplegados para imponer el código de la moral, defendido por el ultraconservador Ebrahim Raisi. Además de casi 20.000 detenidos, de los cuales cientos siguen bajo custodia policial.
Tras un año de “represión salvaje”, cuenta Ryma Sheermohammadi, activista iraní, las protestas en su país de origen se siguen sucediendo -con menos afluencia debido a las duras medidas impuestas por el régimen-, pero “han conseguido que el pueblo tome conciencia y use la desobediencia civil, como puede ser el acto reivindicativo de que una mujer salga sin el 'hiyab' a la calle, como arma para reclamar que aunque el régimen ayatolá siga en el poder, ha perdido su autoridad”.
Mujeres de la comunidad iraní denuncian desde España que en esta última semana, la represión en Irán se ha endurecido. El primer objetivo de las autoridades, la familia de Amini. En las dos últimas semanas, el padre de la joven fallecida ha sido citado a declarar hasta en cuatro ocasiones, según ha denunciado públicamente el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, y su tío, Safa Aeli, también fue detenido en extrañas circunstancias.
Entre las medidas adoptadas por el Gobierno iraní en los últimos meses está la creación de una ley que da legitimidad a los ciudadanos de a pie a reprender ellos mismos a las mujeres que no lleven el velo correctamente, sin necesidad de que sea un agente del Estado el que lleve a cabo esa función.
También, "están imponiendo multas altísimas, sin contar las detenciones y ejecuciones... Y entre los castigos más llamativos que he escuchado enviar a las mujeres a trabajar en un tanatorio para lavar a los muertos", cuenta a Vozpópuli Sara Amiri, representante de la comunidad de iraníes en España. El objetivo de esta y otras medidas en las que está trabajando el régimen es acabar -más allá de sofocar las manifestaciones- con el poderoso simboliso que representa el gesto de una mujer sin el velo.
Noticias desde dentro
Las mujeres iraníes que viven el exilio intentan ponerse en contacto con sus seres queridos con ciertas dificultades. Aquellos que hablan con sus familiares residentes en Irán deben hacerlo con prudencia: "Está todo controlando, o no pueden hablar o tienen miedo de hablar. A veces no puedo preguntar porque me cambian de tema", detallada Sara Amiri. Asimismo, Daniel Freirerod, español que colabora con la comunidad iraní de Madrid, explica a este medio que los esfuerzos de las autoridades del país persa por evitar que salga información al exterior son cada vez más sofisticados, "además de un contro férreo de Internet, el Gobierno está trabajando con cámaras de videovigilancia para localizar a protestantes. En la zona donde está enterrada Mahsa Amini se ha desplegado un gran perímetro de seguridad con cámaras en la zona para evitar que produzca algo parecido…".
Ryma Sheermohammadi va más allá y relata algunas de las historias que le llegan desde Irán. "Me contaban dos amigas que viven en ciudades diferentes que el Gobierno ha desplegado en la última semana un gran operativo de seguridad, me detallaban que 'cualquiera que vea la imagen que hay ahora mismo en las calles puede pensar que estamos en una especie de estado militar'".
Desde España, la comunidad de iraníes sigue sin muchas noticias de lo que va a pasar este fin de semana en el país persa. Saben que hay llamamientos a la población para que salgan a protestar en el aniversario del inicio de la revolución, pero cualquier anuncio o intento de agrupación debe de hacerse bajo la mayor discreción posible. "No sabemos que va a pasar, solo queda esperar", añade Sheermohammadi.
Reclamaciones al Gobierno de España tras la muerte de Mahsa Amini
La representante de la comunidad de iraníes en España explica que ya son varias las ocasiones en las que han pedido al Ejecutivo de Pedro Sánchez que se les escuche. Primero con el Ministerio de Igualdad y más tarde con el ministro de Asuntos Exteriores que no ha accedido a reunirse con ellas. "Hemos intentado hablar con el Gobierno, seguimos intentando hacerlo con Albares. Le pedimos que igual que condena la violación de derechos humanos en otros países, dé el mismo trato a los familiares de los jóvenes que mata la República Islámica. Lo que pasa que le conviene ser amigo del Gobierno de Irán. Si recibe a las mujeres afganas -que me parece muy bien-, por qué a nosotras no. Sin apoyo ninguno es complicado", sentencia.
Daniel habla del poco apoyo que han recibido por parte de la Unión Europea y sus Estados miembros que han estado meses sin formular una condena en firme contra "las atrocidades" cometidas por las autoridades del país persa. "La represión sigue siendo salvaje, el pueblo iraní necesita ayuda de Occidente", añade el colaborador español. No ha sido hasta este viernes cuando el alto representante de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, ha instado a Irán a eliminar "todas las formas de discriminación sistémica contra las mujeres" y se ha posicionado al lado del pueblo iraní, anteriormente, a penas se han producido unas pocas menciones en los órganos europeos.
Oposición política
Las mujeres iraníes, líderes de la revolución a la que se han unido también hombres de diferentes clases sociales, creen que la "revolución debe producirse desde la calle", ya que la oposición política iraní (la mayoría en el exilio) "les han decepcionado". En febrero, Reza Pahlavi, hijo del último Sha que fue derrocado por el ayatola Jomeini en 1979, organizó conversaciones con otros actores de la oposición para crear una Alianza para la democracia y la libertad en Irán (ADFI). Y desde ahí se estableció una hoja de ruta para trabajar en una transición política hacia una república democrática laica, bajo el nombre de 'Carta Mahsa'.
Meses después la Alianza se rompió y Hamed Esmaeilion, activista e impulsor de multitudinarios actos en apoyo al levantamiento del pueblo iraní en el extranjero, anunció su salida, denunciando "métodos no democráticos" por parte de Reza Pahlavi. "La figura del hijo del Sha genera mucho amor y mucho odio. Hay gente que lo quiere como el próximo líder y otros lo asemejan con el padre que era un dictador. Eso genera división fuera y dentro la gente está a otra cosa. La represión es tan brutal que no puede haber unión, la represión es atroz", señala Daniel.
"Tras doce meses llenos de sangre, torturas y restricciones" la lucha sigue, pero a otros niveles, comenta Ryma. Se neceista una paralización completa, que todo el pueblo iraní esté dispuesto a ir a una huelga general", un cambio de conciencia radical que no puede darse de la noche a la mañana. No obstante, "el despertar del pueblo iraní ya ha comenzado y eso es irreversible", cita Amiri.
Nobetterfriend
He oído rumores de que una ministra española en funciones, aprovechando que no repetirá, pero deseosa de seguir dando lo mejor de sí en pro de la causa, está organizando algo así como unas "Brigadas Feministas Internacionales" para plantarse en Teherán e iniciar una encarnizada lucha para obligar a todos los machirulos mahometíes a usar turbante, igualando así la obligación de las damas de usar velo. Me ha parecido oír también que la acompañarán en tan loable misión un nutrido grupo de fieles y relevantes colaboradoras y un número importante de insignes miembres del colectivo abecedario. Seguro que con su capacidad de gestión y esfuerzo, pronto nos harán sentirnos muy orgullosos de todas ellas, ellos, elles.