Julian Assange, fundador de Wikileaks, ha conseguido la nacionalidad ecuatoriana, tal y como indica un documento oficial al que ha tenido acceso el periódico ‘El Universo’. El hacker australiano ha compartido una fotografía en su cuenta de Twitter en la que se le puede ver luciendo la camiseta de la selección ecuatoriana de fútbol.
Assange llevaba desde el año 2012 recluido en la Embajada de Londres en calidad de aislado. Ahora, ‘El Universo’ asegura que posee una cédula de ciudadanía, que consiguió el 21 de diciembre de 2017, según los registros citados por el diario.
De conseguir la nacionalidad, Assange perdería la condición de aislado, ya que un país no puede conceder asilo a sus propios ciudadanos. Sin embargo, no perdería la protección proporcionada por Ecuador durante todos estos años, puesto que el país puede utilizar la protección diplomática sobre sus ciudadanos.
El anterior Gobierno ecuatoriano, presidido por Rafael Correa, concedió al fundador de Wikileaks asilo político. Sin embargo, Assange se encontraba en esos momentos en Reino Unido, que se negó a concederle un salvoconducto para viajar a Ecuador, ya que tendría que ejecutar una orden de detención expeditada por la Justicia sueca.
Los múltiples delitos que persiguen a Julian Assange
Assange estaba acusado de varios delitos de abuso sexual, entre ellos de violación. Sin embargo, la Fiscalía sueca ha archivado todas las causas contra él por prescripción o por falta de pruebas. No obstante, las autoridades británicas han informado de que detendrán a Assange en el momento en el que ponga un pie en suelo británico, ya que este país le acusa de violar las condiciones de su libertad condicional.
Estados Unidos persigue al hacker por publicar miles de documentos clasificados sobre los conflictos de Irak y Afganistán, filtrados por Wikileaks. Su reclusión en la misión ecuatoriana se ha “complicado” por sus pronunciamientos políticos, según afirmaba María Fernanda Espinosa, actual canciller del país. Assange apoyó recientemente la independencia de Cataluña, lo que ha tensado las relaciones entre Quito y Madrid.