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El Brexit no amarga las vacaciones de los británicos en España

España recibió 4,1 millones de turistas en febrero, casi un 12% más que en el mismo mes de 2016. El 22% de todos esos turistas procedía de Gran Bretaña, exactamente 920.870, lo que indica que pese al Brexit, los británicos no sólo no han dejado de viajar a España sino que han intensificado sus visitas a nuestros país. El mes pasado llegaron un 14% más que en febrero del año anterior.

Hombre, con pasaporte del Reino Unido, que visita sobre todo Cataluña o Canarias, llega a nuestro país en avión y se aloja en hotel que contrata él mismo, sin intermediarios ni agencias. Ese es el retrato del turista extranjero en España. Nuestro país recibió 4,1 millones de turistas en febrero, un 11,9% más que en el mismo mes de 2106. El 22% de todos esos turistas procedía de Gran Bretaña, exactamente 920.870, lo que indica que los británicos no sólo no han dejado de viajar a España sino que han intensificado sus visitas a nuestros país. El mes pasado llegaron un 14% más que en febrero del año anterior.

A pesar de la depreciación de la libra en un 17% y la incertidumbre que genera el Brexit los británicos no han recortado gastos en España. Ellos son, con diferencia, los que más gastan de entre todos los turistas que nos visitan. 20 de cada cien euros desembolsados por los turistas extranjeros llegan de Reino Unido. Solo el año pasado se dejaron 16.244 millones de euros en hoteles, bares, restaurantes y tiendas. Además el 83% asegura que la llegada del Brexit no les supondrá un impedimento para pasar sus vacaciones fuera de su país. La mayoría de ellos persigue turismo de sol y playa, algo que ya no buscan en Túnez, Turquía o Egipto, donde el miedo a atentados terroristas sigue teniendo un impacto negativo para el turismo.  De hecho desde los ataques de Túnez en 2015 se han perdido 4,6 millones de visitantes a todos estos destinos.

Cuando los británicos aprobaron el Brexit en referéndum, dice el presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes, "nuestra gran preocupación eran las reservas del verano. Ahora podemos decir que esa preocupación ha desaparecido. El Brexit no va a repercutir en las reservas a largo plazo". De hecho, explica Gallego, "en el último trimestre del año muchos británicos adelantaron sus reservas ante el temor a una depreciación de la libra. Por eso las reservas para este verano han repuntado un 25% en Canarias, un 30% en la Costa del Sol y un 20% en Baleares". En general, según Rafael Gallego, "los británicos suelen hacer sus reservas con muchos meses de antelación, pero tras el Brexit las adelantaron todavía más". Felipe Cañizares gerente de Fetave, asegura que "la depreciación de la libra está afectando mucho más al gasto de los británicos afincados en España que a los turistas. Estos, de momento, no han variado sus hábitos de compra" 

Según el lobby turístico Exceltur  “tras un primer impacto puntual de carácter psicológico, la afluencia de ciudadanos británicos se ha visto incrementada “por la inseguridad de otros destinos mediterráneos. Reino Unido se ha convertido en el mercado que más ha aumentado en pernoctaciones en establecimientos hoteleros”.

Los turistas británicos son el primer mercado emisor para Canarias, con un 43% de cuota, para la Comunidad Valenciana con un 36,3%, y para Andalucía con un 28%. También suponen el 31% del total de extranjeros de Baleares y el 13,6% de Catalunya.

Aerolíneas británicas

Una de las mayores preocupaciones del sector turístico es la situación en la que quedan ahora algunas aerolíneas británicas. Las compañías aéreas con sede en la UE tienen derecho a volar (a y desde) cualquier país del bloque gracias al mercado único de aviación creado en los años 90, pero Reino Unido tendrá que renegociar el acceso o aportar un sistema alternativo.

EasyJet, que opera desde Luton, es una de las más perjudicadas por el Brexit y una de las aerolíneas que habitualmente hace un mayor uso de los derechos de la UE para volar entre otros países miembros y no solo con origen y destino en Reino Unido. Tras el Brexit, podrían perder ese derecho. La compañía británica ha pedido a Reino Unido que alcance un acuerdo bilateral con la Unión Europea para que puedan mantener sus vuelos desde Reino Unido tras el Brexit. Su único requisito es que puedan continuar sus vuelos entre Reino Unido y la Unión Europea y, para ello, es necesario que se alcance “un acuerdo bilateral sobre aviación”.

Easyjet asegura que el Brexit no ha paralizado los planes de expansión de la compañía, desde donde aseguran que continuarán manteniendo su sede en Luton. Aun así, han empezado ya a gestionar la obtención de un tercer certificado operador, que se sumará a los operadores británico y suizo con los que ya cuenta la compañía y que posibilitará seguir operando y “garantizando la red de rutas” independientemente “de lo que pase con la negociación del Brexit.”

Cerca del 49 % de la propiedad tiene sede europea, lo que supone que para considerarla europea, tiene que sumarle el 2% restante hasta llegar al 51% que establece la UE en sus parámetros. Desde Easyjet, tienen la intención de seguir siendo considerada británica por parte de las autoridades inglesas, a falta de “unos pocos ajustes”, según afirma la directiva.

EasyJet recalca que alrededor de 110 aviones y 4000 tripulantes están ubicados en los 27 países que integran la Unión Europea y que otros 6.000 trabajadores desempeñarán su empleo en Reino Unido y Suiza.

Por su parte, Ryanair ha exigido al gobierno británico un plan 'post-Brexit' "inmediato y coherente" para asegurar que los vuelos de bajo coste entre Europa y el país inglés continúen a partir del 19 de marzo de 2019. La aerolínea irlandesa emplea a más de 3.000 personas en Reino Unido y tiene previsto transportar a más de 44 millones de pasajeros desde y hacia los aeropuertos británicos este año.

"Hay una posibilidad inequívoca de que no haya vuelos entre Reino Unido y Europa durante un período de tiempo después de marzo de 2019", ha dicho el máximo responsable de márketing de Ryanair, Kenny Jacobs, este miércoles. Jacobs instó a un acuerdo inmediato de aviación entre Reino Unido y la UE, ya que las aerolíneas tienen que finalizar sus calendarios del verano de 2019 en la primera mitad del próximo año.

Desde la votación del 23 de junio para salir de la UE, las acciones de EasyJet han caído un 35 por ciento, las de Wizz Air, un 18 por ciento; las de Ryanair subieron un 4 por ciento y las de IAG, propietaria de British Airways, subieron un 0,7 por ciento.

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