Veinte años antes de convertirse en el primer presidente de la democracia en España, Adolfo Suárez hizo sus pinitos como actor. O, mejor dicho, como extra. Fue en 1956 cuando el abogado de Cebreros participó en el rodaje de Orgullo y Pasión en Ávila junto a otros 5.000 figurantes, un clásico protagonizado por Cary Grant, Frank Sinatra y Sophia Loren que sirvió para proyectar la imagen de la Muralla y el casco antiguo de la ciudad en el meollo hollywoodense. El sueldo estipulado de aquel entonces era de 23 pesetas al día.
"Orgullo y Pasión determinó que los magnates de Hollywood se decidieran a rodar en nuestro país superproducciones como Salomón y la reina de Saba, Patton, La caída del Imperio romano o 55 días en Pekín. Su director, Stanley Krarner, fue quien declaró a la conclusión del rodaje su satisfacción por haber trabajado con unos niveles de calidad y de eficacia comparables con los que se alcanzaban en Hollywood", explican en la Concejalía de Patrimonio de Ávila.
"El rodaje supuso que los productores norteamericanos visualizasen la idoneidad de España para rodar exteriores, además de verificar que el personal técnico estaba muy capacitado y que los salarios, material y servicios resultaban muy ventajosos económicamente", apuntan.
La Muralla de Ávila
De las anécdotas del rodaje trascendió que el titular La muralla de Ávila será destruida a cañonazos (en el cine) del diario Pueblo -vespertino que llegó a ser uno de los tres periódicos más importantes de la España franquista- desató el bulo de que Krarner quería volar realmente la muralla para dar un mayor realismo a la escena del asalto. "Se trata de una falsa leyenda urbana", explican desde el Ayuntamiento.
Pero el país está repleto de monumentos y de parajes de película. Otro de ellos es el desierto de Tabernas, en Almería. Fue la capital del spaghetti western o western italiano de los años 60 y 70, aunque también se filmaron otros largometrajes del mismo género de origen estadounidense.
El desierto de Tabernas, en Almería, fue la capital del 'spaghetti western' de los años 60 y 70
"Los poblados del oeste se encuentran en una franja desértica de casi dos mil kilómetros cuadrados rodeado por las sierras de Filabres, Alhamilla y las estribaciones de la Alpujarra almeriense. Debido a las condiciones climatológicas de este desierto, en el año 1954 empezaron los primeros rodajes de películas de coproducciones ítalo-españolas para las que fue necesario construir varios escenarios que aún hoy permanecen levantados", señalan desde el Ayuntamiento de Tabernas.
https://youtube.com/watch?v=BYrBuH9oXcA
La Trilogía del dólar
La oficina del sheriff, el banco, la funeraria, la oficina de telégrafos y la barbería. Estas son algunas de las localizaciones que aún se pueden encontrar el parque temático Oasys, el poblado más antiguo de los ocho que se construyeron en aquella época. Los westerns más famosos rodados en este desierto son los del cineasta romano Sergio Leone, cuya mítica Trilogía del dólar, también conocida como Trilogía del hombre sin nombre -Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el feo y el malo (1966)- terminó dejando decenas de anécdotas.
El Ayuntamiento de Guadix trata hoy de impulsar sus localizaciones como puntos turísticos para atraer visitantes
Por ejemplo, que el joven Clint Estwood, su protagonista, utilizó el mismo poncho en las tres cintas sin lavarlo una sola vez. Sin embargo, Almería no solo se alimenta de 'spaghetti'. En el desierto de Tabernas también se rodaron clásicos de otros géneros como Lawrence de Arabia (1962), Cleopatra (1963), Patton (1970), Conan el Bárbaro (1982) o Indiana Jones y la última cruzada (1989).
Unos kilómetros al norte, en la localidad granadina de Guadix, cuentan con varias localizaciones emblemáticas que, a día de hoy, están tratando de impulsar desde el Ayuntamiento para atraer a turistas. Guadix es famosa por su catedral y sus centenarias cuevas, pero también por ser un pedazo del México que recibía la visita de Juan Pablo II en Karol: El Papa, El Hombre o una parte de la Rusia inmersa en plena revolución gracias a Doctor Zhivago.
Atractivos para filmar
Belén Bernuy, coordinadora de la Diplomatura en Producción de la ECAM y directora de producción en Centuria Films, cuenta que el boom de venir a rodar a España desde otros países comenzó en los años 50 y que uno de los motivos principales era "la mano de obra barata". "Había muchas facilidades, incluso los militares ejercían de figurantes", explica. Y sigue habiéndolas. A los rodajes en la península aún les queda mucho carrete.
Había muchas facilidades, incluso los militares ejercían de extras. Y sigue habiéndolas. A los rodajes en España les queda mucho carrete
De acuerdo a Bernuy, la cantidad de localizaciones y la diversidad de paisajes continúan atrayendo a productores extranjeros, además de "unos técnicos muy cualificados". "El personal está muy preparado y hay multitud de espacios para rodar, el clima también es otro factor importante. Vienen porque les interesa esto, pero no tanto por los incentivos fiscales, pues aquí no son tan buenos como en otros países", asegura.
"En España ya hay incentivos, antes ni siquiera había, pero son del 15% del retorno del gasto total, cuando en otros países llega al 40%", compara. Es decir, a nivel nacional se ofrece una deducción fiscal del 15% de los costes ocasionados en territorio español siempre que esos costes asciendan como mínimo a un 1 millón de euros. En el caso de las Islas Canarias y Navarra la deducción llega al 35%.
40 M. de visitantes
Por otro lado, asegura, los rodajes tienen impacto en el sector turístico. Visitar el Hospital de Tavera, en Toledo, puede ser muy interesante, pero si además ha sido el escenario de la superproducción Los tres mosqueteros, de Richard Lester, en 1973, todavía es más atractivo para los cinéfilos. El cine mueve aproximadamente 40 millones de turistas al año en el mundo, según la consultora TCI Research, con base en Bruselas.
No es lo mismo alojarse en el legendario Hostal La Gavina, en la Costa Brava, que alojarse en el hotel la Gavina donde estuvieron Orson Welles, Ava Gardner, Elizabeth Taylor o Sean Connery. Aquel mágico lugar de la localidad gerundense de S'Agaró -que cumple 85 años- es también el escenario donde se rodaron Los amores de Pandora (1951) o De repente, el último verano (1959).
Pero no toda huella de rodaje es positiva. Algunas incluso son seguidas por la Agencia Tributaria