El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena a 22 años de prisión a un brigada de la Guardia Civil del cuartel de Villajoyosa (Alicante) por haber intentado envenenar en 2016 a una compañera con la que estaba obsesionado, a su marido y al hijo de ambos.
El guardia civil, Francisco G.J., fue condenado en primera instancia por la Audiencia Provincial de Alicante en noviembre de 2017 y, tras un primer recurso, la sentencia fue confirmada por el Tribunal Superior de Justicia valenciano en marzo de 2018.
Según el TSJCV, volvió a recurrir en casación ante el TS, que ahora ratifica la pena y también al pago de una indemnización de 20.000 euros al matrimonio por tres delitos de asesinato en grado de tentativa -uno de ellos agravado al ser la víctima menor de 16-, un delito continuado de allanamiento de morada y otro contra la intimidad.
Modo de actuación
El TSJCV ha informado de que los hechos probados relatan que el condenado entró en diversas ocasiones en el pabellón de la casa cuartel donde vivía la guardia civil con una copia de las llaves que tenía en su poder y con la intención de acabar con la vida de ella, de su marido y de su hijo.
Para ello vertió sustancias tóxicas a las comidas de la familia que desprendían olores fuertes y desagradables mientras que también se llevó objetos personales de la mujer.
La sentencia, de la que ha sido ponente la magistrada Carmen Lamela, rechaza la alegación del condenado relativa a que no tenía ánimo de acabar con la vida de esas tres personas y apunta que dos de las víctimas eran un menor de 3 años y un adulto recientemente tratado de quimioterapia.
Además, su forma de actuar cuando no había nadie en el domicilio, "excluía todo riesgo para su persona, a la vez que anulaba cualquier posibilidad de defensa por parte de las víctimas y garantizaba su anonimato".