La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Lugo ha condenado a dos años de prisión a un hombre por agredir a su pareja en la vivienda que ambos compartían en Burela (Lugo). Sin embargo, no ha estimado que el acusado cometiese detención ilegal encerrándola en una de las habitaciones de la casa, ya que no se encontraba encerrada con llave.
Del mismo modo, el juez le prohíbe acercase a menos de 300 metros de la mujer, su domicilio o su trabajo durante un periodo de tres años, así como comunicarse con ella. Deberá indemnizar al Sergas con 522.99 euros por la atención médica dispensada a la víctima.
Según recoge la sentencia, los hechos ocurrieron en mayo de 2016 cuando, tras acusar a la mujer de haber hablado por teléfono con un hombre, el condenado le pegó dos puñetazos y, tras agarrarla por el cuello, la metió en una habitación de la vivienda, en la que cerró la persiana y la puerta, que carecía de cerradura, al tiempo que salía y le decía que la iba a matar.
La mujer consiguió salir de la habitación y llegar hasta un balcón, se colgó de él y, con la ayuda de un vecino, logró escapar. Por estas agresiones la mujer sufrió diversas lesiones como contusión facial. La víctima ha renunciado a acciones o indemnizaciones que pudieran corresponderle.
En su día, el juzgado número dos de Viveiro ya impuso al acusado la prohibición de aproximarse a la mujer a menos de 150 metros, así como de comunicarse con ella.
