"Matad a todos", "destruir al ejército español" gritaban unos escolares incitados por un profesor del colegio Guillem Fortuny de Cambrils, Tarragona. Los niños escenificaban en la escuela una escena bélica acontecida en la localidad en 1640. En la representación, que se hizo viral en las redes sociales a través de un vídeo, un niño disfrazado de rey proclamaba la rebelión de los catalanes contra España.
El vídeo se publicó en diciembre de 2016 sin que hubiera una respuesta por parte del Gobierno. Ahora, la Comisión Europea asegura que está en la mano del Estado decidir si ese tipo de comportamiento puede suponer un delito de incitación pública a la violencia y al odio. Así lo ha determinado la Comisaria Europea de Justicia, Vera Jourová en una respuesta escrita al eurodiputado Enrique Calvet.
Jourová ha indicado que la Comisión “no posee competencias para investigar los presuntos casos individuales de incitación al odio” y señala que “corresponde a las autoridades nacionales determinar, si el caso de Cambrils “entra dentro de la definición de incitación al odio en virtud de la legislación nacional por la que se transpone la Decisión Marco y a los órganos jurisdiccionales nacionales conocer el caso si fuera necesario”.
De hecho, la legislación europea “obliga a los Estados miembros - en este caso, España - a tipificar como delito la incitación pública a la violencia y al odio, cuando se centran en un grupo de personas o en un miembro de tal grupo, definido en relación con la raza, el color, la religión, la ascendencia o el origen nacional o étnico”, ha señalado Calvet.
El eurodiputado lamenta que la Comisión Europea no tenga competencias para garantizar "el cumplimiento de los derechos fundamentales en la UE y para hacerlos respetar en materia educativa”. La reacción europea se ha producido después de que Calvet planteara una pregunta, en diciembre, en la que exigía “algún tipo de iniciativa para acabar con este tipo de situaciones donde la manipulación infantil y el enaltecimiento del odio y la violencia son evidentes”. El eurodiputado asegura que este tipo de comportamientos son "reiterados" en Cataluña.
"Están adoctrinando en el odio, por eso es necesario este tipo de acciones, para levantar conciencias que van en contra de los valores europeos", ha apuntado en una conversación con Vozpópuli. Tras la negativa de actuación de la Comisión Europea, el eurodiputado se plantea ahora redactar una queja para que sea el Gobierno el que actúe contra este tipo de actos y no se "sacrifiquen los valores para mantener equilibrios políticos".
