El Ministerio de Fomento busca una salida para las concesiones de autopistas de peaje en quiebra, que pasa por volver a licitar algunas de ellas. El titular de la cartera, Íñigo de la Serna, trabaja con la hipótesis de que el próximo 1 de julio tendrá que hacerse cargo de las dos que actualmente están en liquidación, aunque las decisiones judiciales podrían retrasar la reversión.

"Estamos trabajando ahora para determinar qué departamento se hará cargo de las autopistas y también cómo se van a relicitar", apuntó De la Serna en el transcurso de un desayuno informativo en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.

El ministro recordó que cada concesión tiene una realidad distinta y que su situación judicial también es particular en cada caso, por lo que no descartó un final distinto para cada una. No obstante, los planes de volver a licitarlas están encima de la mesa. En cuanto al posible impacto en el déficit de la liquidación de las concesiones, De la Serna aseguró que "será muy limitado este año, que es el más complicado para llegar al objetivo del 3,1% marcado por Bruselas".

De este modo, el Gobierno tratará de que, en cualquier caso, no sea hasta 2018 cuando se empiece a asumir los costes de la quiebra de las radiales. "Las recientes decisiones de los tribunales podrían dilatar los procesos de reversión al Estado de las concesiones en fase de liquidación", apuntó De la Serna en referencia a la reciente decisión de los tribunales de dejar en suspenso los procesos de liquidación de dos de las concesionarias, lo que daría ese margen que busca el Gobierno para que el proceso no afecte al déficit y para que termine de perfilar el modelo para volver a licitar los peajes.