Objetivo cumplido con creces. La dirección nacional del Partido Popular confiaba a lo largo de la pasada campaña en llegar al 20% de trasvase de votantes socialistas que optaran por Juanma Moreno, tal y como adelantó en exclusiva este medio digital. Ahora fuentes cercanas al presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, aseguran a Vozpópuli que el agujero hecho por el presidente de la Junta de Andalucía en el electorado del PSOE andaluz, en forma de fuga de papeletas, estuvo “por encima del 20%”. Desde Génova 13 lo traducen en “más de 200.00 votantes” que, en 2018, apoyaron en las urnas a la entonces candidata Susana Díaz y tres años y medio después han confiado en el proyecto de Moreno Bonilla, que cosechó 58 escaños y 1,5 millones de votos. El gobernante centrista logró así superar el famoso techo de Javier Arenas en 2012 (50 escaños).
En base a lo anteriormente expuesto las fuentes de la dirección nacional popular consultadas discrepan con el dato ofrecido días atrás por el CIS de Tezanos. Dicho instituto público de demoscopia fijaba en un 17,5% el porcentaje de votantes del partido del puño y la rosa que el pasado 19 de junio cambiaron la papeleta por las siglas de la formación de centro derecha andaluz. Tal y como se dio a conocer el pasado 6 de julio el Centro de Investigaciones Sociológicas cifraba en más de 175.000 el número de electores del PSOE-A fugados al PP de Moreno.
La 'fuga' de votantes del PSOE andaluz al Partido Popular de Moreno parte del poco más de millón de sufragios (1.009.243) que logró la expresidenta autonómica en los penúltimo comicios del 2 de diciembre de 2018. La antigua baronesa autonómica lideró la lista más votada (33 escaños) pero no logró gobernar, al no tener mayoría absoluta (55) y cerrarle el paso por la derecha el PP, Ciudadanos y Vox.
Durante la reciente campaña electoral andaluza el equipo de Juanma Moreno, constituido en la llamada 'sala de máquinas', trabajó con los pies en el suelo, sin lanzar las campanas al vuelo, bajo una previsión de lograra recabar 1,4 millones de votos para así rondar la mayoría absoluta (55). Se trataba de 100.000 papeletas menos que las cosechadas por el candidato Javier Arenas. Finalmente el PP-A consiguió el 19-J la cifra de 1,5 millones de votos (43,1%) Fue en marzo de 2012 cuando el gran patrón del centro derecha andaluz se quedó a las puertas de gobernar. Supuso lo que se dio en llamar la 'Amarga victoria', con 50 escaños (40,6%). La primera vez que el PP logró derrotar en las urnas al PSOE en Andalucía.
Otro de los objetivos que se marcaba el 19-J la sede regional de San Fernando era lograr que una cuarta parte de los 400.000 votantes abstencionistas de Susana Díaz en 2018 se decantaran en 2022 por Moreno Bonilla. Las fuentes consultadas calculan que entre 70 y 80.000 votantes socialistas que no acudieron a sus colegios electorales hace tres años y medio sí se movilizaron para, en esta ocasión, votar al PP-A.
En el marco de la cautela con la que se movía el equipo de campaña de Juanma Moreno conviene recordar, tal y como publicó Vozpópuli, que tanto ellos como Génova aspiraban a lograr un trasvase del 11% de votos provenientes de Vox. Al final las previsiones se desbordaron al alza, porque fue un 34%, según el CIS. No obstante, fuentes del PP andaluz recuerdan que con una participación electoral similar a las autonómicas de 2018, "Vox ha conseguido 150.000 votos más y dos nuevos escaños (14 en total)". Creen que la citada cifra proviene de un cóctel de elementos: ex votantes del PP, antiguos abstencionistas y nuevos votantes. Todo ello más allá de trasvases marginales desde votantes de izquierdas, los menos.
El candidato del PSOE, Juan Espadas, ahora parlamentario electo junto a otros 29 diputados de su partido, llegó a asegurar de forma insistente que su formación iba a poner "toda la infantería de marina" en los considerados como 29 grandes municipios andaluces. Fue aquí, en estos territorios, donde se libró la gran batalla del PP por recabar votos de centro y centro izquierda. Finalmente lo consiguieron con creces. Los socialistas no ganaron en ninguna de las 29 plazas; por no hablar de todas las localidades menores de 50.000 habitantes, e incluso de menos de 2.000, donde el PP desbancó al PSOE como primera fuerza política.
Los municipios andaluces con más de 50.000 habitantes son las ocho capitales de provincia además de Roquetas de Mar y El Ejido en Almería; Algeciras, La Línea, Chiclana, Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María, San Fernando y Sanlúcar de Barrameda en Cádiz; Motril en Granada; Linares en Jaén; Estepona, Fuengirola, Marbella, Mijas, Torremolinos, Benalmádena y Vélez-Málaga en Málaga y Alcalá de Guadaíra, Dos Hermanas y Utrera (Sevilla). El repaso en los tres últimos citados, por parte del PP al PSOE, fue monumental. Y a la postre contribuyó, en gran medida para que los conservadores fueran la fuerza más votada en la provincia sevillana, por primera vez en unos comicios de cualquier índole.
Michavila aseguró que 300.000 votantes de Sánchez se fugaban al PP de Moreno
Cabe recordar que durante la noche electoral, tras la encuesta de Gad 3 que acertó de lleno el resultado de 58 escaños para el PP andaluz, el CEO de dicho instituto demoscópico, Narciso Michavila, aseguró que Moreno había logrado recabar 300.000 votos de electores de Pedro Sánchez en las generales. La cifra ofrece una idea del nivel de voto de castigo hacia las políticas radicales del presidente del Gobierno, aliado con Unidas Podemos y todos sus socios independentitas, nacionalistas y herederos políticos de ETA.
La precampaña y campaña del PP de Moreno comenzó a moverse en un trasvase del 8% de voto socialista de Susana Díaz. De ahí fue creciendo en las dos semanas de mítines entre un 10 y 11% hasta llegar a la cifra de más del 16% que cuantificaba la consultora Thinkinh Headsel 9 de junio. Al día siguiente Vozpópuli publicó la cifra del 20% en la que confianza Génova. Ya el 13 de junio El Mundo abría su portada con que Sigma Dos concretaba en un 17% el electorado del PSOE que iba a votar al PP en Andalucía el 19-J. Una cifra que luego, en un sondeo postelectoral de más de 3.000 entrevistas, el CIS situó en 17,5%.
Las fuentes citadas concretan que el PP andaluz creció entre un 6 y un 8% en intención de voto durante el periodo de las dos semanas que abarcaron la campaña electoral. "Al inicio de la campaña estábamos en 49-50 y fue en la segunda semana, a partir de que ya no se pudieran publicar sondeos, cuando alcanzamos la mayoría absoluta", afirma uno de los hombres de confianza de Moreno Bonilla. El presidente de la Junta tenía encuestas que le daban mayoría absoluta tres días antes de la cita con las urnas, pero optó por la máxima cautela para evitar desmovilizar a su electorado. Sobre el gobernante autonómico planeaba el llamado 'síndrome Arenas', cuando el exministro de Aznar tenía todas las encuestas a su favor con mayoría absoluta y se quedó a 5 escaños.
Los llamados 'trackings' que manejaba Génova en la segunda semana de campaña no eran tan abultados como los de Michavila, con una horquilla de 58-62 escaños. De hecho, nada más conocerse el sondeo elaborado por el equipo de Michavila fuentes populares lo tildaban de "desorbitado". El propio Moreno calificó la encuesta de "exagerada". Lo hizo a su llegada a la sede regional en Sevilla el 19-J.
