La magistrada Margarita Valcarce ha suspendido la vista de este martes contra Íñigo Errejón, ante las dudas sobre si debería o no abstenerse de juzgarle por delito leve de maltrato. La instructora ha cortado el juicio cuando apenas habían pasado 15 minutos desde su arranque y lo ha hecho tras escuchar a la Fiscalía apuntar que se podría vulnerar el principio de imparcialidad. La juez ha anunciado a las partes que va a pedir a la Audiencia Provincial de Madrid que se pronuncie sobre si debe seguir al frente del juicio o no.
De esta forma la vista que ha arrancado este martes en los juzgados de Plaza de Castilla ante una gran expectación mediática, se suspende a la espera de lo que dictamine la Audiencia Provincial de Madrid. El motivo por el cual la instructora ha tomado esta decisión reside en que ha practicado diligencias de investigación en este tiempo que podrían influir en su criterio a la hora de juzgar estos hechos; máxime teniendo en cuenta que es una vista por delito leve en relación a una presunta patada que Errejón le habría propinado a un hombre de 67 años el pasado mes de mayo.
“En aras a evitar que se pueda decretar una nulidad y que no exista sombra de duda se va a elevar la causa a la Audiencia Provincial con la finalidad de que decida si esta juzgadora puede celebrar el juicio o no”, ha resuelto antes de suspender la vista. De esta forma ha aceptado la petición formulada por la Fiscalía que sostiene que se podría haber vulnerado el principio de imparcialidad puesto que la juez llevó a cabo algunas diligencias de investigación sobre este asunto.
Entre otras cosas interrogó al presunto agredido, así como a testigos que presenciaron los hechos ocurridos el 2 de mayo. La Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) estipula, en su artículo 219, que entre las causas de abstención y recusación de un juez se encuentra la de “haber participado en la instrucción de la causa penal o haber resuelto el pleito o causa en anterior instancia”. Se da la circunstancia de que el abogado de Íñigo Errejón ya planteó este asunto ante la juez durante los meses de la instrucción.
Javier Moreno ha recordado este martes que en ningún caso planteó la recusación de la instructora (es decir, que se apartara de la causa), pero sí puso en conocimiento de la Audiencia Provincial de Madrid que la futura sentencia que dictara sobre este asunto podría devenir nula precisamente por la implicación de la juez en la instrucción.
"Ha sido un disparate desagradable"
Este mismo martes, en su turno de palabra, lo ha vuelto a exponer. "Este letrado puso de manifiesto que la intensidad de la instrucción llevada a cabo podría tener influencias en el juicio. Nunca se ha formulado una recusación en este procedimiento", ha explicado Javier Moreno, el cual ha recordado que querían evitar la situación que se ha producido en el juzgado. Según ha dicho, hay al menos dos diligencias que son "lo suficientemente relevantes" para que la juez Margarita Valcarce se aparte de la causa.
Una sería la toma de declaración a los agentes que elaboraron el atestado y la otra a testigos que habrían presenciado la supuesta agresión. Con la decisión de la juez no se ha podido ni celebrar el interrogatorio al acusado. Íñigo Errejón, que aguardaba en el primer banquillo de la Sala a la espera de declarar, ha abandonado las dependencias sin pronunciar una palabra sobre estos hechos.
La presunta patada
Sí lo ha hecho a su llegada a los juzgados de Plaza Castilla. El exfundador de Podemos ha explicado ante los muchos periodistas que aguardaban su llegada que todo esto ha sido "un disparate desagradable". "Aquí por fin podré entrar en los detalles más concretos. Todo esto ha sido muy desagradable pero, por fin, se acaba", ha dicho el político para añadir que "ni contempla" una posible condena por este asunto.
Los hechos se remontan a la noche del 2 de mayo del año pasado. Según expuso el denunciante, éste se encontraba en el madrileño barrio de Lavapiés con un amigo cuando vio a Errejón pasar acompañado de un grupo de personas. Este hombre se acercó a pedirle una fotografía pero el político se negó, lo que provocó que el denunciante le reprochara su actitud. En respuesta, siempre según su versión, Errejón le habría propinado una patada en al abdomen. El denunciante expuso que esto afectó a un tratamiento al que fue sometido por cáncer.
El juzgado de Instrucción número 16 de Madrid abrió diligencias a mediados de junio para investigar estos hechos por posible delito de lesiones. La magistrada recabó informes policiales y médicos, escuchó al denunciante y a testigos que habrían presenciado la agresión. El 25 de julio transformó las diligencias en procedimiento por delito leve de maltrato contra Íñigo Errejón. Ahora, tras la petición de la Fiscalía, el asunto pasa a manos de la Audiencia Provincial de Madrid para que decida si la juez debe absolverse o bien acoge el asunto otro magistrado.
