Ha sido el momento más llamativo de la tediosa comparecencia del Fiscal General del Estado, José Manuel Masa, este miércoles en el Congreso de los Diputados. La diputada del PP María Jesús Moro ha empezado su intervención, justo después de que terminara la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, recordándole que fue dicho fiscal quien se pronunció en Tribunal Supremo a favor del archivo de la querella presentada contra su formación por presunta financiación ilegal.
Un zasca que ha hecho que Montero se removiera en su silla, en el día de su estreno como portavoz en una comparecencia de altos vuelos. La parlamentaria popular ha cuestionado así que el partido de Pablo Iglesias ponga en duda la imparcialidad del Fiscal General del Estado y ha afeado a la dirigente morada, que como hiciera su jefe de filas en la víspera, se refiriera a una "trama" que mueve todo los hilos.
Montero aludió en su turno de palabra una "la mafia del canapé que sostiene su poder como élite gracias a las prácticas corruptas" y pidió que "la omertá genera alarma a la sociedad y daña a nuestra democracia". Ante ello, María Jesús Moro contestó: "No venga usted ahora con un contubernio judeomasónico, donde meten todo". La portavoz de Unidos Podemos habló a la vez del caso Gürtel, Bankia, Nóos, entre otros.
Tampoco ha tenido suerte Montero al tratar de afear al Fiscal General una supuesta falta de interés por las cuestiones que le planteaba la oposición: "Le voy a hacer preguntas directas para que la ciudadanía lo entienda y le reconozco mi envidia por su gran capacidad de memoria, porque apenas ha tomado nota de las preguntas que le han hecho los otros compañeros", dijo Montero.
En su réplica, Maza ha manifestado que había tomado buena nota de cada una de los asuntos que se le iban trasladando, precisando que si en algún momento no escribía las preguntas era porque trataban sobre lo mismo y las contestaría agrupadas, como suele hacerse en este trámite parlamentario.
Y como remate al día aciago, está el hecho de que Montero tuviera que tomar la palabra con la faena prácticamente finiquitada en lo mollar. La portavoz de Unidos Podemos fue la última en hablar por parte de la oposición. Lo hizo después de PSOE, Ciudadanos, Grupo Mixto (Compromís y antigua Convergència), PNV y Esquerra Republicana. Las principales cuestiones ya habían sido puestas sobre la mesa con más o meno ingenios por los portavoces de estos grupos.
¿Por qué habló Montero la última? La explicación es bien sencilla: fueron PSOE y Ciudadanos quienes pidieron con urgencia hace dos semanas que el Fiscal General acudiera con urgencia a la Cámara baja a raíz de la publicación de noticias sobre presiones en el Ministerio Público para no seguir adelante con la investigación a Pedro Antonio Sánchez, en contra del criterios de las dos fiscales del 'caso Púnica'. Las iniciativas de PSOE y Ciudadanos fueron tramitadas conforme al reglamento del Congreso y Maza fue citado a comparecer. Por eso, ambas formaciones han sido las primeras en intervenir y lanzar los principales dardos a Maza. Podemos, inmerso en sus batallas internas, llegó tarde a este frente.
Más allá de preguntas genéricas, Montero se ha interesado por si las fiscales de Murcia "van a ser sancionadas por discrepar de sus superiores", como sugirió, según ha dicho, el ministro de Justicia, Rafael Catalá. Pero poco más, la portavoz de Unidos Podemos se ha limitado a dar lectura a un comunicado de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) contra los últimos relevos decididos por el Consejo Fiscal, y a citar varias medidas de la proposición no de ley (PNL) que presentó su grupo el día anterior en la Cámara baja. Entre ellas, que no se cambien a fiscales en plena investigación de casos de corrupción o derogar la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que limita el tiempo de instrucción, porque, a juicio de la formación, la aplicación de esta ley está teniendo el efecto contrario: en lugar de acortar los plazos, se están alargando mediante prórrogas.
Y entre medias, Montero también ha tenido tiempo para cargar contra el nuevo fiscal Anticorrupción, Manuel Moix, por "prohibir la difusión de los correos de Blesa" y por "no actuar contra Esperanza Aguirre cuando huyó en su coche de la Policía". Maza ha replicado a la portavoz morada que los años de experiencia de Moix en la Fiscalía de Madrid, con 300 fiscales a su cargo, impiden decir que no sea idóneo. Montero no ha tenido el mejor día.