El mosso d'esquadra que se suicidó ayer tras matar de un disparo a su expareja en Terrassa (Barcelona), en un crimen que ha conmocionado a la población, no tenía antecedentes judiciales por violencia machista, aunque llevaba meses acosando a la víctima para que volviera con él.
El Ayuntamiento de Terrassa ha decretado este domingo tres días de luto oficial por el asesinato de Judit, la tercera mujer asesinada en un crimen machista en España en las tres semanas escasas que llevamos de año, una joven de 29 años que vivía con su madre desde que rompió con el policía que la mató.
En el cómputo de este año figura, además, una niña de tres años asesinada el día de Reyes en Esplugues de Llobregat (también en la provincia de Barcelona) en el mismo suceso en el que murió su madre, por lo que el total de víctimas mortales asciende a cuatro.
El crimen de Terrassa no solo ha golpeado a los vecinos de la víctima, sino también al cuerpo de Mossos d'Esquadra, donde el agente trabajaba en tareas de seguridad ciudadana, destinado precisamente al área básica policial de la demarcación policial.
Ayer por la tarde, hacia las 21.30 horas, el mosso d'esquadra esperó a la víctima en su coche a las puertas del edificio donde ella residía, se coló en el garaje aprovechando que ella entraba con su automóvil después de hacer unas compras en el supermercado y le disparó con su arma reglamentaria, tras lo que se suicidó de un tiro.
Según el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), no constan antecedentes judiciales de violencia entre el agente y su expareja, quienes habían convivido juntos hasta que hace unos meses la mujer decidió poner fin a la relación.
Acoso
Desde entonces, han explicado a Efe familiares de la víctima, el mosso d'esquadra llamaba continuamente a Judit, la perseguía y la acosaba para convencerla de que volviera con él, a lo que la joven se negaba.
Este último crimen machista ha dado pie a numerosas muestras de repulsa. En Terrassa, centenares de vecinos han guardado este mediodía un minuto de silencio en memoria de la víctima ante las puertas del edificio consistorial, donde las banderas ondean a media asta y la fachada luce lazos de color negro y violeta.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha exigido unidad y firmeza frente al "horror" de la violencia machista, en un mensaje en su cuenta de Twitter, mientras que el Govern ha emitido un comunicado para condenar el asesinato y comprometerse a seguir luchando contra una "violencia estructural" que tiene sus raíces en el "machismo".
La nueva delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, también ha considerado en su cuenta de Twitter que "la clave es la prevención: la educación en igualdad. Pero los machistas prefieren acabar con ella".
Partidos políticos, entidades sociales y feministas se han sumado a la condena unánime del asesinato, al igual que los Mossos d'Esquadra, que en un tuit han expresado su "consternación" por este crimen machista "protagonizado supuestamente por un miembro del cuerpo" al tiempo que se han comprometido a trabajar para erradicar la violencia contra las mujeres.