Toda transferencia o movimiento bancario está controlado por la Agencia Tributaria. Las inspecciones de Hacienda nunca pasan nada por alto, pero no siempre sigue los mismos baremos o establece las mismas normas. A la hora de controlar y seguir la pista a las transferencias de los españoles, la Agencia Tributaria establece distintos límites en función del emisor y destinatario: funcionan de manera diferente si estas transferencias se hacen entre familiares.
Es de lo más frecuente hacer envíos de pequeñas cantidades entre familiares: padres que ayudan a sus hijos mes a mes o algo de dinero para que puedan disfrutar de un buen fin de semana o salir con sus amigos. De la misma manera, estas cantidades pueden aumentar cuando las necesidades son mayores, como pagar el alquiler o hacerse con productos más caros, como ordenadores o mobiliario para acondicionar una nueva vivienda. En estos casos es importante tener en cuenta algo: los límites de cantidades a tranferir entre familiares son menores, y Hacienda se mantiene muy pendiente de todos estos movimientos.
Lo que dice la ley
La ley de prevención de blanqueo de capitales es clara: en España, el límite para realizar operaciones bancarias sin necesidad de justificación adicional asciende a 10.000 euros. Así lo dicta el artículo 34. "Deberán presentar declaración previa en los términos establecidos en el presente capítulo las personas físicas que, actuando por cuenta propia o de tercero, realicen los siguientes movimientos", enuncia.
Así, la salida o entrada en España de cantidades iguales o superiores a 10.000 euros deberán ser declaradas, al igual que movimientos en territorio nacional iguales o superiores a esta misma cantidad. Pero esta no es la cuantía aplicada si la transferencia se hace entre familiares, algo que responde a una única preocupación: las posibles evasiones fiscales que se puedan dar en forma de donaciones encubiertas. Por esto mismo, los profesionales bajan la cantidad y se mantienen pendientes de estos movimientos.
Transferencias entre familiares
Cuando se trata de transferencias entre familiares, el límite para no tener que dar explicaciones a Hacienda pasa a ser de 6.000 euros, 4.000 euros menos que en las anteriores situaciones. Esto no significa que no se puedan hacer transferencia de cantidades mayores, sino que Hacienda podría solicitar información detallada sobre el motivo y pocedencia de este dinero. Pero las limitaciones no terminan aquí: incluso superando la cantidad de 3.000 euros, Hacienda podría iniciar investigaciones.
Finalmente, lo que puede parecer algo sencillo resulta una situación mucho más compleja y digna de sopesar antes de llevarla a cabo. Las sanciones y multas en caso de no poder justificar adecuadamente estas transferencias pueden ser de lo más cuantiosas: oscilan entre los 600 y los 150.000 euros. La cantidad dependerá de la cantidad no declarada, además de todos los factores que Hacienda determine a la hora de evaluar cada caso.