La lucha contra la siniestralidad, especialmente en los meses de verano cuando se intensifica el tráfico, es una prioridad para la Dirección General de Tráfico (DGT). Los radares de tramo, que calculan la velocidad media de un vehículo en un determinado recorrido, han demostrado ser una herramienta eficaz para reducir los accidentes. Al obligar a los conductores a mantener una velocidad constante, se minimizan las frenazos bruscos y las colisiones por alcance.
¿Dónde está ubicado el radar?
La DGT refuerza su compromiso con la seguridad vial y pone en marcha uno de los radares de tramo más largos de España. Esta nueva herramienta de control de velocidad se instalará en la autovía A-8, concretamente en el tramo que une el viaducto de Ontón con la localidad cántabra de Castro Urdiales, abarcando una distancia de más de 6 kilómetros.
Aunque el radar de tramo más largo de España se encuentra en Palencia, con una extensión de casi 33 kilómetros, el nuevo dispositivo cántabro se posiciona como uno de los más destacados del país. Su ubicación estratégica, en una vía de alta capacidad y con un historial de siniestralidad, lo convierte en un elemento clave para mejorar la seguridad vial en la región.
¿Cómo funcionará este nuevo radar?
Al igual que otros radares de tramo, el de la A-8 estará señalizado de forma clara y visible para los conductores. Sin embargo, y como es habitual en este tipo de dispositivos, habrá un periodo de adaptación antes de que comiencen a imponer sanciones. Durante estas primeras semanas, los conductores que infrinjan los límites de velocidad recibirán una notificación informativa con el objetivo de concienciar sobre la nueva limitación.
¿Por qué un radar de tramo?
La sustitución de los dos radares fijos existentes por un único radar de tramo responde a una estrategia de la DGT para optimizar los sistemas de control de velocidad y adaptarlos a las características específicas de cada vía. En este caso, el tramo de la A-8 pasará de tener una velocidad limitada a 80 km/h, lo que requiere un sistema de medición más preciso y eficiente.
La instalación de este nuevo radar de tramo en la A-8 es una muestra del compromiso de la DGT por garantizar la seguridad de todos los usuarios de las carreteras. Con esta medida, se espera reducir el número de accidentes, mejorar la fluidez del tráfico y fomentar una conducción más responsable.