El Gobierno tiene una valiosa potestad en la moción de censura y es que cualquier miembro del Ejecutivo puede intervenir en el Pleno cuando estime oportuno y solicite hacerlo. Este elemento no ha pasado inadvertido para la formación de Pablo Iglesias. Al contrario. Desde el partido morado prestan especial atención a esta prerrogativa parlamentaria, tanto que, según apuntaron a Vozpópuli fuentes del grupo Unidos Podemos-En Comú-En Marea, trabajan también con un escenario donde el candidato Iglesias sea atacado por el Gobierno en varias ocasiones.
Lo que todavía no pueden adivinar en el grupo confederal, reconocen las mismas fuentes, es en qué momento se darán esas incursiones desde el 'banco azul', ni tampoco quién las protagonizará. Sólo sospechan por las informaciones que han ido saliendo en prensa que será la vicepresidente del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien defienda la posición del Gobierno tras la exposición inicial de Irene Montero, portavoz del grupo parlamentario Unidos Podemos-En Comú-En Marea.
El reglamento señala que "el debate se iniciará por la defensa de la moción de censura que, sin limitación de tiempo, efectúe uno de los diputados firmantes de la misma. A continuación, y también sin limitación de tiempo, podrá intervenir el candidato propuesto en la moción para la Presidencia del Gobierno, a efectos de exponer el programa político del Gobierno que pretende formar". Entre medias de ambas intervenciones es donde las fuentes consultadas creen que Santamaría tomará la palabra para replicar a Montero, como ocurrió en 1980 entre el entonces ministro de la Presidencia, Rafael Arias-Salgado, y el portavoz socialista, Alfonso Guerra, en la moción de censura que presentó Felipe González contra Adolfo Suárez (UCD). Arias Salgado y Guerra protagonizaron un cambio de golpes en varios turnos, que podría volver a darse entre Santamaría y Montero.
A continuación, como establece el reglamento, corresponde ya intervenir al candidato a La Moncloa, en este caso Pablo Iglesias. En este punto, durante la exposición de su programa de gobierno, Felipe González no sufrió ninguna interrupción en 1980. Sin embargo, sí fue sometido a un bombardeo dialéctico de hasta seis miembros del Gobierno tras referirse a los portavoces de los distintos grupos parlamentarios. Se da la circunstancia de que el formato de este debate es el mismo que el de investidura, por lo que Iglesias tendrá oportunidad de contestar a todos los oradores cuando lo crea oportuno y por un tiempo ilimitado.
Hasta seis miembros del Ejecutivo de Suárez tomaron la palabra en 1980 para responder al candidato González
Así, González siempre tuvo la última palabra para contestar a los ministros de Comercio y Turismo (Gámir Casares), Administraciones Territoriales (José Pérez-Llorca), Defensa (Rodríguez Sahagún) y Trabajo (Salvador Sánchez-Terán), el vicepresidente segundo (Abril Martorell) e incluso al propio presidente Suárez. El entonces jefe del Ejecutivo, que había intervenido al inicio del debate en un rifirrafe con el líder comunista Santiago Carrillo, no se quedó de brazos cruzados cuando González le retó a subir a la tribuna: "Hay un problema de altura de este debate que yo quiero desvelar, porque tiene su interés. Es lógico que los miembros del Gobierno quieran convertir el debate -y tienen toda la razón- en un examen al candidato de las distintas materias -lo ha dicho así el señor Ministro-; lo que ocurre es que este país está esperando que haya una confrontación con el responsable del Gabinete para defender la política del Gobierno", dijo el diputado socialista. Suárez pidió entonces la palabra y al terminar González le afeó su proyecto desde el estrado: "La impresión que estoy obteniendo es que no hay programa económico y, desde luego, que no es socialista", señaló el presidente en una amplia intervención.
El enigma Rajoy
De cara al próximo 13 de junio, el actual jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha dicho que "yo nunca replico a nadie" al ser preguntado si hablará en la moción de censura. Aunque tales palabras han sido interpretadas como una forma de ningunear a Iglesias deslizando que no le contestará, el verdadero significado de las mismas es todavía un enigma. En Moncloa no dan por descartado que intervenga Rajoy. Podemos también tiene puesto un ojo en esta posibilidad.
Por el grupo parlamentario del PP todo apunta a que intervendrá su portavoz, Rafael Hernando, sabiendo que Iglesias puede replicarle. Ambos protagonizarían un choque de alto voltaje. Los 30 minutos del grupo confederal se los repartirán, como habían avanzado en privado fuentes parlamentarias, Alberto Garzón (IU), Xavier Domènech (En Comú) y Antón Gómez-Reino (En Marea).
Si finalmente se cumple ese escenario que baraja la formación morada y la intervención del Gobierno va más allá de la respuesta de Sáenz de Santamaría a Irene Montero, el debate se alargará previsiblemente más de un día, siendo necesario habilitar también el 14 de junio para continuar la sesión y realizar la votación. Es sabido que Iglesias no contará con apoyos suficientes para que la moción prospere.