La caída de Podemos en las encuestas de intención de voto responde a un motivo principal, según uno de los últimos diagnósticos realizados por la propia formación morada: la "resignación" de simpatizantes. Así aparece recogido en un documento elaborado por el Consejo de Coordinación de Podemos Andalucía, con el título El marco de la unidad política en Andalucía: Podemos hacia un bloque de cambio.
En concreto, el texto identifica este problema como una de las causas que han provocado tal pérdida de fuerza. Admite que "la resignación, el escepticismo y el repliegue en una especie de individualismo como forma de supervivencia" aparecen ahora "después de años de movilización e irrupción de la mayoría social en la política, de años de esfuerzos para el cambio".
En el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), conocido el pasado 9 de mayo y correspondiente al mes de abril, Podemos cedió la segunda posición, que fue recuperada por el PSOE, y cayó hasta dos puntos (del 21,7% del sondeo de enero a un 19,7%) en un significativo retroceso electoral tras el choque de trenes de Vistalegre II. El partido de Iglesias no sólo deja de atraer antiguos votantes socialistas, según las tripas dicha encuesta, sino que además se ve amenazado por el impulso de Ciudadanos, que consigue arañarle más apoyos que otras veces por el espacio regeneracionista, en el que coinciden ambas fuerzas como organizaciones "emergentes" frente al bipartidismo.
El citado informe también incluye esa resignación entre los grandes obstáculos a los que tendrá que enfrentarse la formación morada para alcanzar mayores cotas de poder. En ese sentido, advierte del "peligro" de que "una parte importante de las clases trabajadoras normalicen el retroceso en derechos ocasionado por los gobiernos que han gestionado la crisis estableciendo nuevas reglas del juego".
La formación morada aboga por "construir un partido-movimiento capaz de mantener las brasas del cambio en todos los poros de la sociedad"
En este sentido, según la federación andaluza de Podemos, la "cooperación entre poder político y económico trabaja incansablemente para que no haya ningún avance, ninguna posibilidad de recuperación de derechos (laborales, sociales y democráticos). Y no sólo lo hace porque supondría una renuncia a los privilegios acumulados en este ciclo, sino porque saben que la resignación es la mejor fórmula para establecer nuevas reglas del juego que se lean como irreversibles en amplias franjas de la sociedad", insiste el partido de Pablo Iglesias y Teresa Rodríguez, líder de Podemos en Andalucía.
"Reacomodo"
Junto a ello, el informe ve cierto riesgo en el "comportamiento de las filas del cambio", en parte "reflejo" también de dicha "resignación social", precisa el texto. Y es que la formación morada recalca que "más allá de la práctica de otros actores aliados, debemos poner el acento en nuestros propios comportamientos. Un Podemos que use el mismo lenguaje y códigos que los partidos del régimen (...), un Podemos cuya práctica política se vaya homologando a la de los demás partidos buscando el reacomodo en la normalización, es un Podemos que ya no será instrumento de cambio", subraya el análisis.
Por todo ello, la Ejecutiva de Teresa Rodríguez aboga por hacer lo posible para que los indignados del pasado vuelvan a indignarse. "Nuestra tarea es la de seguir de manera pertinaz e incansable en construir un partido-movimiento capaz de mantener las brasas del cambio en todos los poros de la sociedad (y no solo en las instituciones, como hemos ya avalado en los documentos estatales y andaluces de Podemos) y tener una estrategia que no se resigne y que sepa remar a contracorriente", señala el documento. "Mantener la movilización y la construcción de tejido social, seguir ampliando el sentido común y el espacio del cambio en este país, ésa es la primera instancia donde la militancia debe construir la unidad", concluye Podemos Andalucía.