En el momento más álgido de la represión del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, Podemos evita pedir en el Congreso de los Diputados la liberación de "todos los presos políticos" de aquel país. Y lo hace además en una posición dividida respecto a su principal socio de coalición, Izquierda Unida, que ha adelantado su rechazo a la proposición no ley presentada por el PP. La votación tendrá lugar el jueves.
A la exigencia de instar a la liberación de los presos políticos de Venezuela ya se negó Podemos el pasado abril cuando los grupos parlamentarios trataron de consensuar en los pasillos del hemiciclo una declaración institucional, algo que requería unanimidad y que no llegó a puerto por la negativa del partido de Pablo Iglesias. Sin embargo, Unidos Podemos estaba emplazado a pronunciarse este martes y lo ha hecho con de manera dividida: la formación morada, con una abstención que habla por sí sola, y el partido de Alberto Garzón, con un voto en contra. Es la primera vez en la legislatura que Podemos e IU votan distinto en una iniciativa en Pleno pese a compartir el mismo grupo parlamentario.
El asunto de los presos políticos de Venezuela ha vuelta al hemiciclo en forma de PNL tras el debate que se mantuvo en la anterior legislatura, la fallida. En la penúltima sesión plenaria de la misma, celebrada el 27 de abril de 2016, la formación de Iglesias también se abstuvo en la votación de una proposición no de ley presentada por el PP y apoyada por PSOE, Ciudadanos, PNV y Democracia i Llibertat -antigua Convergència- que pedía al Gobierno de España tomar medidas diplomáticas para la liberación del opositor Leopoldo López y del resto de presos políticos venezolanos. IU, con sus dos diputados entonces en el Grupo Mixto (Garzón y Sol Sánchez) votó en contra.
En esta ocasión, el texto impulsado también por el PP y respaldado igualmente por PSOE y Ciudadanos, es el mismo de la declaración institucional que Podemos vetó el pasado mes al considerarlo una "irresponsabilidad" por incluir la liberación de "todos los presos políticos", la "condena sin paliativos" a la sentencia del Supremo que dejó sin poderes a la Asamblea Nacional y el llamamiento a las autoridades venezolanas a respetar un calendario de elecciones. Iglesias, que apeló al diálogo, criticó al PP por utilizar "los asuntos de un país hermano para hacer política en España".
Si bien la PNL se mantiene en los mismos términos que hace un mes, el panorama en Venezuela ha empeorado sensiblemente, con la calle inflamada e incluso varias muertes de civiles registradas. En el plano político, después de que el Supremo devolviera sus competencias al Parlamento, Maduro busca otro autogolpe con la convocatoria de una Asamblea Constituyente que tiene por objeto redactar una nueva Constitución para frenar al Poder legislativo, controlado por la oposición.
En concreto, la proposición no de ley debatida este martes insta al Ejecutivo a que, a su vez, exhorte al Gobierno venezolano a que convoque las elecciones previstas en el ordenamiento constitucional del país. Reclama la "liberación inmediata de todos los presos políticos" y muestra su respaldo a la Asamblea Nacional pidiendo que pueda "actuar con autonomía" y desarrollar "su labor legítima".
Asimismo, el texto aboga por la solución del conflicto a través de "un sólo diálogo urgente, inclusivo y basado en el sincero reconocimiento mutuo de los distintos actores políticos" con el fin de avanzar "en la consecución de la paz social y la estabilidad política e institucional".