Sin agenda pública y con la única función de votar presencialmente en el Congreso. Así está afrontando Pablo Casado las semanas de 'presidencia en funciones', todavía al frente del PP, desde que el comité ejecutivo nacional del 1 de marzo convocó el congreso extraordinario de Sevilla. En estas semanas de transición, el todavía líder nacional del partido ha optado por un perfil bajo, y solo se deja ver, de forma fugaz, en las votaciones de los martes y los jueves en el Congreso de los Diputados.
Queda ya lejos su última intervención en el hemiciclo, el pasado 23 de febrero. En la sesión de control de ese miércoles, Casado pronunció un discurso con sabor a despedida apenas unas horas antes de verse las caras con los barones del PP, en una reunión que terminó de madrugada y con un acuerdo entre ambas partes que permitió al propio Casado mantenerse al frente del PP hasta el congreso extraordinario... a cambio de firmar por escrito que no optaría a la reelección.
Desde aquel día, el todavía líder del Partido Popular ha regresado en la Cámara Baja, pero solo para votar al término de las sesiones de los martes y de los jueves. Solo en el turno de las votaciones pude verse, durante escasos minutos, a Pablo Casado ocupando su escaño como presidente del PP y del Grupo Parlamentario Popular.
No puede votar telemáticamente
La presencia de Pablo Casado en las votaciones es "obligatoria", según recuerdan a Vozpópuli fuentes del Grupo Parlamentario Popular: "En el inicio de la pandemia, se permitía votar telemáticamente a cualquier diputado. No obstante, ahora solo pueden solicitar esta modalidad de voto aquellos que no puedan acudir por una indisposición totalmente justificada".
De esta forma, el presidente del PP ha optado por acudir al Congreso cada vez que hay votación, pero sin dejarse ver hasta que suena el timbre que advierte a todos los diputados que tienen que presentarse en el hemiciclo para emitir su voto. Una actitud que contrasta con la de su antigua mano derecha, Teodoro García Egea, que no evita el contacto con los compañeros de bancada ni con los periodistas.
Según explican compañeros de bancada del propio Casado, el líder del PP "espera en su despacho", que sigue siendo el del presidente del Grupo Parlamentario, y "cuando es llamado a votar baja rápidamente al hemiciclo".
Sin aclarar su futuro
Así actuó Casado en las votaciones del martes y del jueves de las dos últimas semanas. En su breve estancia en el hemiciclo, el dirigente popular ha aprovechado para mantener rápidas conversaciones con algunos diputados, como Antonio González Terol y Elvira Rodríguez, vicesecretarios de la actual dirección presidida por él; o con Pablo Hispán, su exdirector de gabinete.
En las conversaciones mantenidas con sus compañeros de bancada, y con algunos de sus más estrechos colaboradores, Pablo Casado no aclara todavía si mantendrá el escaño en el Congreso una vez que Alberto Núñez Feijóo sea elegido nuevo presidente del partido el próximo 1 de abril.
Las fuentes consultadas por Vozpópuli daban por hecha su renuncia una vez anunciado el congreso extraordinario. No obstante, el silencio mantenido por el propio Casado en las últimas semanas ha provocado que algunos duden sobre una posible continuidad. En todo caso, una buena parte del Grupo Parlamentario considera que lo más factible es que "se pase a la empresa privada". Algo que ya valoró antes de convertirse en presidente del partido.
Hasta el próximo 1 de abril el todavía líder nacional del PP puede sentarse en su escaño de presidente del Grupo Popular en el Congreso y acudir a su despacho de la planta séptima de Génova. Desde el entorno de la coordinadora nacional del partido, Cuca Gamarra, aseguran que existe "interlocución" entre ambos, aunque no especifican si se han producido reuniones entre ambos ni si el presidente sigue trabajando en la sede nacional.