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Sáenz de Santamaría y Puigdemont exhiben cercanía en el Trofeo Conde de Godó

Lejos de la tensión del conflicto político, el tenis ha sido la excusa para que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el president Carles Puigdemont exhibieran sintonía y cercanía en su visita al Trofeo Conde de Godó, aunque más distancia en el almuerzo institucional.

La visita con motivo del prestigioso torneo barcelonés ha unido a los dos dirigentes, además de a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y al ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, junto a representantes del mundo político, empresarial, social y deportivo.

A las dos de la tarde, bajo un intenso sol, mientras en la pista central del Real Club Tenis de Barcelona (RCTB) el público vibraba con uno de los partidos, Sáenz de Santamaría y Puigdemont han recorrido el "village" rodeados de cámaras, miradas y expectación.

La primera en llegar ha sido la vicepresidenta, quien, como si se tratara de un deportista, ha bajado de una furgoneta junto a su 'equipo', el ministro Méndez de Vigo y el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, pues venían juntos de un acto en Tarragona.

Pero Puigdemont aún no había llegado. "¿Les esperamos?", ha propuesto Sáenz de Santamaría, que ha aguardado en la entrada del recinto junto a Millo y Méndez de Vigo, haciendo de inesperada anfitriona en la llegada del president cinco minutos después.

Mientras recorrían la calle principal del "village" ante la sorprendida mirada de los VIPS, Puigdemont y Sáenz de Santamaría charlaban de forma distendida, con la vicepresidenta tratando de mostrarse más cercana ante un president más contenido.

No solo se han limitado a hablar del "buenísimo tiempo" en Barcelona, sino que Saénz de Santamaría le ha explicado que había estado en Tarragona, precisamente para otra cuestión de ámbito deportivo, pues ha firmado junto al alcalde de la ciudad el convenio de colaboración del Ejecutivo central con los Juegos Mediterráneos Tarragona 2018, por el que el Gobierno aportará 10,5 millones.

"Las obras van bastante bien. Puede ir muy bien", ha asegurado la vicepresidenta a Puigdemont, mientras Méndez de Vigo bromeaba con la marabunta de fotógrafos que continuamente se arremolinaban alrededor. "Alguna foto saldrá bien, ¿no?", ha exclamado.

Pero, a medio camino, la vicepresidenta ha detenido de repente su paso para saludar a un grupo de personas en una terraza. Se trataba del exlíder de Unió Josep Antoni Duran Lleida, el presidente de la CEOE, Joan Rosell, y el exprimer ministro italiano Enrico Letta.

"¡Bueno, bueno! ¿Estáis fatal, eh...?", ha ironizado la vicepresidenta acercándose a esa mesa junto a Puigdemont, para después charlar ambos durante unos minutos con los tres invitados.

El recorrido ha finalizado en la terraza de uno de los principales patrocinadores del torneo, donde las autoridades han podido cobijarse bajo la sombra y refrescarse. Puigdemont se ha acercado a la barra y ha pedido una botella de "agua fría, sin hielo", mientras charlaba con Millo y compartían unas aceitunas.

"President, ¡le veo muy sano!", ha afirmado en tono de humor Saénz de Santamaría, mostrando su copa de cava entre risas de Puigdemont, Millo y Méndez de Vigo. Más distante se mostraba Forcadell, que esta mañana recibía la citación del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) como investigada, junto a otros miembros soberanistas de la Mesa del Parlament, por permitir votar resoluciones a favor de un referéndum independentista.

Tras fotografiarse todos con el trofeo del torneo, se han dirigido ya al almuerzo institucional, donde tanto la vicepresidenta -que ha liderado el ránking de selfies- como Puigdemont han aprovechado para saludar a otras autoridades, como la líder de la oposición en Cataluña, Inés Arrimadas, el secretario general del PPC, Santi Rodríguez, o el concejal socialista Jaume Collboni.

El menú, para todos los gustos: como primeros, ensalada de aguacate, gazpacho, coca de verduras asadas, jamón ibérico, huevo frito de corral, tartar de salmón, crema de fruta o gyozas de pollo; de segundos, pasta, lomo de merluza con salsa de habas, suprema de bacalao, lubina en hojaldre, confit de pato o crujiente de cochinillo; y fruta, helado y surtido de pastelería como postres.

Pero entre cubiertos, ha regresado la distancia y frialdad entre president y vicepresidenta, sentados en lados contrapuestos de una mesa presidencial en que políticos se alternaban con personalidades empresariales, deportivas o sociales, lo que ha dificultado que Puigdemont y Sáenz de Santamaría siguieran conversando.

A un lado de la mesa, Sáenz de Santamaría, sentada en el centro entre el conde Javier Godó y Albert Agustí, presidente del RCTB; al otro lado, frente a la vicepresidenta, Puigdemont, entre Josep Oliu, presidente del Banc Sabadell, y Javier Faus, vicepresidente económico del FC Barcelona; completaban la mesa Forcadell, Millo, Méndez de Vigo, el concejal barcelonés Jaume Asens, el secretario general del deporte de la Generalitat, Gerard Figueras, entre otros.

Cerca de las 16 horas, Puigdemont ha dejado el recinto, visitando antes el expositor de la Generalitat, donde ha estado observando durante un minuto, pensativo, una enorme imagen de la Costa Brava bajo el lema "Catalonia is your home" (Cataluña es tu hogar).

Poco después, Saénz de Santamaría optaba por dirigirse a la tribuna presidencial del torneo para ver el partido entre David Ferrer y Kevin Anderson, antes de regresar ya a Madrid

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