"Tal y como he visto recientemente en el sur de Madagascar, los agricultores están en una situación grave", ha informado el director ejecutivo del PMA, Ertharin Cousin. "Pero a través de una respuesta conjunta, nuestras dos agencias pueden empezar a cambiar esta situación, no solo proporcionando ayuda inmediata, sino dando a las comunidades los medios que necesitan para alimentarse por sí mismos", ha añadido.
Debido a la necesitad de aumentar la financiación para proporcionar apoyo a los granjeros y ayudar a resolver la situación de inseguridad alimentaria del sur de Madagascar, en continuo empeoramiento, la FAO distribuirá esquejes de plantas y semillas el mes que viene entre unas 170.000 familias de agricultores en los distritos del sur de mayor inseguridad alimentarias y el PMA repartirá comida o dinero entre estas mismas familias como parte de un programa continuo para que puedan autoabastecerse hasta la siguiente cosecha entre marzo y abril. El PMA ha estado distribuyendo comida a las personas que viven en las áreas de mayor necesidad desde junio y dinero en las zonas con mercados en funcionamiento desde julio.
"La temporada de siembra ofrece una pequeña ventana de oportunidad a los agricultores locales para restablecer la producción agrícola. Cientos de familias ya están sufriendo el hambre. La pérdida de la temporada de siembra resultará en una seria crisis de comida y medio de vida y deja ver la situación como aún más grave", ha informado José Graziano da Silva, director general de la FAO.
Unas 850.000 personas, cerca de la mitad de la población del sur, sufren de hambre y necesitan asistencia humanitaria urgente, según el último resultado de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF). Esto indica que la inseguridad alimentaria y nutricional podrían deteriorarse aún más en los próximos meses, a menos que la acción humanitaria aumente rápidamente. Se estima que en el periodo entre 2016 y 1017, alrededor de 1,4 millones de personas sufren inseguridad alimentaria en las tres regiones de sur de la isla.
Debido a la falta de financiación, a pesar de que el PMA y la FAO han facilitado los fondos para ayudar a lanzar su programa de asistencia de plantación conjunto, no pueden ayudar a todas las familias de agricultores afectadas. De los 20 millones de euros que se necesitan, la FAO solo a recibido cuatro millones y el programa de operaciones para el alivio de la sequía del PMA, que continuará hasta marzo de 2017, ha recibido 30 millones de los 77 requeridos.
Debido a que la falta de lluvia ha traído descensos significativos en la producción de maíz, yuca y arroz, los precios continúan subiendo, lo que provoca la reducción de la capacidad adquisitiva de la población y erosiona la seguridad alimentaria de los más vulnerables. Muchas familias han adoptado estrategias de supervivencia haciendo menos comidas, consumiendo semillas y vendiendo animales, herramientas de cultivo e incluso sus tierras.