"Una unidad médica perteneciente a Estado Islámico robó los órganos humanos, incluyendo riñones y otros órganos, de 85 milicianos en el hospital de Nínive y los ha trasladado a otros hospitales en las afueras de la ciudad", ha añadido Alsumaria.
El grupo ha perdido la mayoría de sus fuentes de financiación, especialmente la de petróleo, que suponía el 80 por ciento de sus ingresos totales, por lo que han comenzado a comerciar con vísceras humanas.
"Docenas de órganos humanos y cuerpos de civiles fueron robados y trasladados al departamento forense de medicina y posteriormente fueron desplazados a través de mediadores a Siria y finalmente a traficantes de órganos humanos", ha concluido Alsumaria.
PRÁCTICA APROBADA POR LA CÚPULA DE LA ORGANIZACIÓN
En enero del año pasado y según un documento recogido por Reuters, el ala ideológica de la cúpula de Estado Islámico dio su beneplácito a esta práctica por motivos puramente religiosos.
De acuerdo con el texto -- un documento del que se incautaron fuerzas especiales de Estados Unidos tras una redada en Siria -- está permitido extraer los órganos de una persona capturada, aunque estuviera viva, para "salvar la vida de un musulmán".
"La vida y los órganos de los apóstatas no tienen por qué ser respetados, y pueden ser extraidos con impunidad", de acuerdo con el documento aprobado por el llamdo Comité de Estudios y Fatuas de Estado Islámico.