Cuando el Consejero de Cultura de Cataluña, Ferran Mascarell, presentó el presupuesto dedicado a esa área para 2012, dijo que se trataban de unos números históricamente bajos: 302,4 millones de euros, un 12,6% menos que el año anterior. Una cifra que muchas comunidades ya querrían para sus proyectos, considerando además que un 29% de la financiación cultural proviene de las autonomías y apenas 16% del Estado.
A la inversión catalana, le sigue en magnitud la del País Vasco con un presupuesto total para cultura de 251.857.355 euros y una inversión por ciudadano de 115, 28 euros. Al igual que Cataluña ésta es la cifra resultante tras el recorte de un tercio en materia de dotaciones para actividades de conservación, promoción y difusión del patrimonio donostiarra, que sin embargo continúa siendo de las más altas en términos proporcionales (supone el 2,41% del presupuesto global) si se compara por ejemplo con comunidades como Aragón, que dedica el 0,46% de su presupuesto a cultura.
Detrás de Cataluña y el País Vasco queda Andalucía, con una inversión de 214, 16 millones de euros. En su momento, el consejero de Cultura andaluz Paulino PLata aclaró que de esa cantidad,se dedica una buena parte a cumplir con las grandes infraestructuras culturales que ya se llevaban a cabo y a las que se destina 12,24 millones de euros frente a los 9,9 del pasado ejercicio, lo que supone un incremento de casi un 23%. Igualmente beneficiados se han visto los proyectos digitales así como aquellos relacionados con artes escénicas y música, más concretamente, el flamenco, por ser considerado un elemento de interés cultura. Concentran buena parte de las ayudas el Patronato de la Alhambra y el Generalife y la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco.
A catalanes, vascos y andaluces les sigue Madrid, cuya inversión en cultura para los presupuestos de 2012 alcanza los 208 millones de euros. A diferencia de las otras dos comunidades, los aportes que recibe l Madrid por parte del Ministerio de Cultura son bastante más elevados que los de Cataluña y País Vasco –alrededor de 98 millones- debido a su titularidad como capital y a la presencia de instituciones como el Prado o el Reina Sofía.
De acuerdo con el Observatorio de la Cultura que anualmente realiza un informe con un grupo de especialistas en la materia, por lo general Madrid, Barcelona y San Sebastián suelen ser siempre las ciudades que ocupan los primeros tres puestos entre las mejor valoradas por su oferta cultural , un dato en armonía –además de la oferta privada- con lo que estas cifras de inversión establecen, con excepción de Andalucía, cuya valoración suele ser irregular y ubicar a Sevilla muchas veces entre la sexta y séptima posición entre los más valorados.