Anne Carson ha recibido este jueves Princesa de Asturias de Las Letras. La canadiense, considerada una de las escritoras de mayor fuerza y elegancia de la literatura contemporánea, toma el testigo de su compatriota Margaret Atwood (se le concedió en 2008),con quien comparte también las quinielas del Nobel.
Con el anuncio del reconocimiento, Carson se convierte en la tercera mujer que recibe de forma consecutiva la distinción. En 2019 correspondió a Siri Hustvedt y en 2018 a Fred Vargas. Lo que importa en este caso no es el género femenino, sino el literario. Y en Carson el caracter de su obra mete de lleno a la poesía en la corte del Campoamor.
Normalmente concedido a autores que cultivan la narrativa, el Princesa de Asturias de las Letras para Carson devuelve a la poesía una visibilidad que había perdido. Carson es, a juicio de la crítica, una de las escritoras más exquisitas y eruditas de la literatura contemporánea, por su fusión de estilos, referencias y formatos.
Carson, Premio Princesa de Asturias de las Letras
Carson entiende la escritura en su sentido canónimo de la búsqueda. Dotada para el dibujo y la pintura, se describe a sí misma como una artista de la imagen más que como escritora. Esa es su naturaleza: la mezcla. Ella en sí misma es un personaje híbrido: mezcla la traducción y la creación, lo grecolatino y lo medieval, el verso y la pros.
La pasión filóloga que irriga su obra le permite convertir en clásica la matriz de su escritura. Para alguien que entiende el griego como una lengua fresca “que parece tener apenas una hora de vida”, es capaz de que su obra sea criatura viva. Autobiografía de Rojo, su libro más conocido, es una novela en verso que conecta con La belleza del marido, con el que obtuvo el Premio T. S. Eliot de poesía, concedido por primera vez a una mujer.