ARCO 2017 cierra sus puertas como acostumbra, con un optimismo que da qué pensar. Un año más, la organización aporta cifras de visitantes, más de 100.000 dicen, pero no de volumen de ventas. Un años más, son las ventas institucionales o corporativas las que salvan los muebles con muy cifras muy por debajo de los niveles del mercado global. A pesar de eso, sus organizadores irradian un optimismo al que le faltan la cifras. “El balance positivo y la constatación de la recuperación del mercado artístico, con especial dinamismo en las ventas”, aseguran.
Entre las ventas confirmadas en esta edición figuran las de la Fundación ARCO por valor de 146.000 euros, que pasarán a formar parte de su colección y a alojarse en el Centro de Arte Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid. El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía compró 18 obras de 11 artistas, nacionales y extranjeros, por un total de 389.200 euros. El argentino Eduardo Costantini ha realizado compras para su colección personal, la gran mayoría, por cierto en galerías argentinas.
La colección Sánchez-Ubiría y DKV Seguros, así como la Fundación Helga de Alvear, entre otras instituciones, han hecho adquisiciones. Además, se suman otras compras institucionales y corporativas en ARCO entre las que figuran las realizadas por la Colección Banco Sabadell; Fundación EDP; Mariana y Eduardo Hochschild; Fundación María Cristina Masaveu Peterson; Des Moines Art Centre; Artium y el MoMa.
Lo que resulta especialmente curioso es que la Feria ARCO aporta las misma cifras desde hace dos años: más de cien mil visitantes y un impacto en la economía de la ciudad de 100 millones de euros. ¿Si el mercado se ha recuperado cómo es que ninguna de esas dos cifras aumenta?¿De qué vale contabilizar la cantidad de personas que visitan una feria si no es posible medir cuánto se ha comprado? Y lo que es todavía más importante: cuántos de esos visitantes son coleccionistas y compradores.
El director de la Feria, carlos Urroz, habla de recuperación, pero no aporta detalles. "Los días dedicados a los profesionales, (22 y 23) han estado llenos de coleccionistas, de directores de museos que se han interesado mucho por los artistas argentinos y por otros creadores", precisó Urros, para quien el número de visitantes es "importante”. Sin duda, aunque eso depende de cuál sea el objetivo de ARCO: ¿divulgar o competir en el circuito del mercado del arte?
El año pasado la feria registró un aumento del 10%, con la asistencia de más de 27.280 coleccionistas y profesionales del sector durante las jornadas dedicadas al público sectorial. LA edición de 2014 dio un empujón con la llegada de 300 coleccionistas de 33 países y de los cuales el 50% visitaba la feria por primera vez. España representa apenas un 1% del conjunto de ventas en el mercado global, eso a pesar de tener artistas españoles muy reputados, con Picasso a la cabeza, Miró, Dalí y Gris. El problema de fondo es el tejido comercial: las galerías españolas son pocas y están sometidas a un IVA que nunca se redujo al 10%, una cuota que se aplica a las ventas que hace directamente el artista no los marchantes.