Él fue el hombre que descubrió el Claustro de Palamós en la finca del Mas del Vent, en Girona. Y a pesar de lo que sostuvieron los técnicos de la Generalitat de Catalunya en su informe de evaluación, el historiador Gerardo Boto todavía sostiene que se trata de un “conjunto parcialmente original”. Su procedencia es románica, sostiene, a la vez que desestima el precipitado juicio del informe dado a conocer este verano y según el cual “no se trata de un claustro románico, sino de la recreación historicista de estilo románico propia del interés que despertaba este estilo arquitectónico durante los siglos XIX y XX”.
El conjunto, que fue trasladado en 1958, piedra a piedra, desde Ciudad Lineal (Madrid), donde estaba desde que en el año 1931 fue montado por un anticuario zamorano. Ahora se encuentras en una finca propiedad del alemán Kurt Engelhorn, integrante de la familia fundadora de los laboratorios BASF, que fue visitada en una ocasión por un grupo de estudiosos en compañía de la prensa, y luego por la comisión de técnicos de la Generalitat, que determinó la existencia en el conjunto de “algunas piezas románicas del siglo XII o XIII, pero no son excesivamente relevantes, porque no son elementos escultóricos, sino constructivos».
Boto sin embargo refuta esta versión avalada por el director general de Arquitectura de la Generalitat, Eduard Riu. Argumenta que la procedencia medieval del Claustro de Palamós se desprende de las marcas de apalancamiento que se perciben en los zócalos y en la iconografía de dos capiteles, algunos inspirados en la Escuela de Santo Domingo de Silos (Burgos) y del Norte de Palencia, de los que no se conocían fotografías para 1931 para poder reproducirlos.
-La versión del informe de la Generalitat de Catalunya que ha trascendido afirma que el conjunto es una recreación. Sin embargo, admite que hay partes auténticas; ¿cuántas?
-El informe no determina en sus cinco conclusiones dónde o cuáles son los elementos auténticos dentro del conjunto, aunque sí reconoce la presencia de elementos antiguos. Resulta desconcertante esto de si es más moderno o más antiguo, porque no sabemos en base a qué se dice esto; no sabemos siquiera si se trata de una cuestión porcentual. Se da a entender que son piezas poco significativas en número y jerarquía dentro del conjunto pero como no sabemos cuáles son eso está por discernir.
-El criterio más o menos moderno no necesariamente en un sinónimo o no de autenticidad.
-La formulación de las conclusiones y esa simplificación o sobre si es más moderno o más antiguo y por tanto más falso o más original, es una valoración subjetiva, dado que, insisto, no se precisa nada en particular, sea como fuere, el dato objetivo es que la Generalitat decidió al tiempo que elaboraba el informe, que era merecedor el conjunto de incorporase s al inventario de bienes arquitectónico, por otro lado está pendiente al ayuntamiento de Palamós para que emita una valoración sobre la posibilidad de que el conjunto se catalogado como bien de interés local.
-¿Qué implicaría la catalogación como bien de interés local?
- Una vez concedida, si se concede, implica que ese bien debe ser conservado y se debe facilitar su conocimiento y estudio para los especialistas, así como determinar un régimen de visitas.
-Usted, a día de hoy, ¿sigue pensando que el claustro es auténtico?
-Yo he podido acceder en una única ocasión al conjunto y en una ocasión además que no estaba destinada a especialistas y por tanto estuvo condicionada. Creo que hay elementos o evidencias físicas y químicas y geológicas, iconográficas y artísticas que manifiestan la originalidad de distintas partes del conjunto.
-¿Dónde se encuentran esas partes?
-En la base y en la altura del conjunto, esto significa que la presencia de esos elementos no es insignificante o irrelevante y que la imagen que tenemos hoy como espectadores del siglo XXI está construida a partir de elementos antiguos, románicos que sirvieron al promotor del proyecto. Esos elementos antiguos que tienen evidencia se encuentran en el zócalo en los sillares de las esquinas, en algunos capiteles, algunos cimacios, que es como se llama a las piezas encima de los capiteles y se encuentran en algunas dovelas, los trozos diminutos de piedra con los que están hechos los arcos.
-¿Por qué tanta prisa de la Generalitat de Catalunya en presentar el informe?
-El conjunto lleva en su sitio 63 años, podía esperar tres meses más. Esa precipitación la sintieron algunos miembros o personas de este grupo de técnicos. De hecho, el informe lleva conclusiones que no están incorporadas en el informe oficial. Yo tengo el informe oficial y algún otro informe, y no poseen el mismo contenido.
-Ha dicho usted que la iconografía de algunas piezas está inspirada en la Escuela de Santo Domingo de Silos (Burgos), ¿Existen algunas otras?
-En este conjunto hay varios grupos de capiteles, uno es mayoritario, que es deudor de la Escuela de Santo Domingo de Silos; otros de los talleres escultóricos del Norte de Palencia, de la zona de Aguilar de Campoo; otros recuerdan o tienen deudas con Capiteles de la Catedral de Salamanca y por último hay un grupo muy modesto que no se relacionan con nada o que son de una iconografía sin deudas y sin modelos. El primer grupo, el de Santo Domingo de Silos, podríamos aceptar hipotéticamente, que fuesen copias modernas dado que había muchas fotografías de este conjunto a disposición de los canteros y por tanto a través de fotografías.
-¿Y del resto?
-Del segundo grupo, el de Aguilar del Campoo, que son dos capiteles, no habían sido fotografiados nunca antes de 1931 ni antes de 1935, por tanto, no pueden ser plagio porque no hay modelo, por tanto hasta que no se encuentre una foto que se pueda esgrimir como la que utilizó un cantero del siglo XX, se puede decir que son piezas originales; el tercer grupo, los capiteles que se relacionan con la catedral de Salamanca, dos de los tres no eran visibles porque la restauración que los sacó a la luz todavía no se había llevado a cabo. Y los capiteles sin modelo pueden ser tan antiguos o modernos como se quiera pero no hay objeción para que se consideren antiguos, al menos iconográficamente hablando.