Más de 33 millones de personas votaron el pasado 23 de junio de 2016 sobre el futuro de Reino Unido. Casi 17 millones y medio lo hicieron a favor de la salida de este de la Unión Europea, poco más de 16 lo hicieron en contra. Sin embargo, detrás del triunfo del abandono hubo una campaña salvaje, ilegal e inmoral que explica a la perfección la película 'Brexit: The Uncivil War' (HBO), la primera sobre este proceso político.
'Brexit: The Uncivil War' es un drama basado en hechos reales, para el que se ha contado con entrevistas a personas que estuvieron allí pero que, como cualquier película, cuenta con dramatización. Desgrana cada detalle de la verdadera historia sobre quién estuvo detrás en las semanas previas al referéndum británico tan solo un mes antes de que el 'brexit' se materialice en la realidad -algunos consideran que podría contener atisbos de manipulación por este motivo-.
La película, dirigida por Toby Haynes y que se puede ver en HBO, hace un repaso retrospectivo de la historia reciente de Inglaterra para explicar la nueva realidad que vive la sociedad no solo británica. Desde finales de la década de los 40 y un Winston Churchill pidiendo una Europa unida hasta el discurso del ex primer ministro David Cameron en 2016 frente al número 10 de Downing Street en el que prometía un referéndum.
El filme explica de forma concreta el carácter político de las formaciones involucradas en la sociedad inglesa. Por un lado, los europeístas, entre los que destacan a Lucy Thomas, lobista, interpretada por Henrietta Clemett; y Craig Oliver, director de comunicaciones del Gobierno de Cameron, a quien da vida Rory Kinnear.
Por contra, los euroescépticos y a favor de la salida de Reino Unido. Desde los más radicales Nigel Farage, antiguo líder de UKIP (United Kingdom Independence Party), interpretado por Paul Ryan; y Arron Banks, contribuyente de la formación al que da vida Lee Boardman; hasta Douglas Carswell, único diputado de UKIP (Simon Paisley); Matthew Elliott, lobista político (John Heffernan); o el alcalde de Londres Boris Johnson (Richard Goulding).
Cumberbatch y su soberbia interpretación de Cummings
No obstante, la película gira entorno a Dominic Cummings, interpretado magistralmente (una vez más) por Benedict Cumberbatch. Este, exasesor de Michael Gove (ahora ministro de Medio Ambiente) fue quien estuvo a la sombra, quien ideó toda la campaña y quien posteriormente tuvo que declarar ante la justicia por los métodos empleados.
Esta producción relata la realidad tras algunas campañas. Cómo mientras unos abogaban por mantenerse fieles a las herramientas empleadas hasta entonces, otros optan por abrirse a las nuevas realidades. Una crítica a la sociedad actual y lo sencillo que resulta manipular y ningunear a la ciudadanía a través de algo que todo el mundo emplea a diario, para todo, Internet.
Los datos son poder"
El creador de Facebook, el multimillonario Mark Zuckerberg ya tuvo que declarar ante la justicia para explicar cómo se habían utilizado los datos de los usuarios de la red. Entonces apareció Cambridge Analytica, una consultora muy presente en la campaña posterior del magnate estadounidense Donald Trump.
En este caso se habla de otra compañía, AggregateIQ, también vinculada al empresario multimillonario Robert Mercer. A través de algoritmos y la creación de un software, se creó la campaña más salvaje conocida hasta el momento, pero todo sin que los británicos fueran conscientes de ello.
La estrategia de Cummings era "matar el pensamiento convencional", y lo logró. Cuando quedaban algo menos de 200 días para el referéndum, el exasesor contactó con el presidente de la empresa canadiense de consultoría política y tecnología, Zack Massingham. Este le abrió los ojos sobre las posibilidades de invadir la privacidad de cada aspecto vital de los ciudadanos. Todo para obtener una base de datos incalculable para condicionar el pensamiento de los votantes.
Mediante herramientas tan simples como responder a una pregunta o jugar a un juego a través de Facebook, se forma una serie de patrones que van alimentando la red con millones de datos.
Con un 'click'
Así, la película narra la parte más tradicional de la campaña, en la que se utiliza el discurso de la preocupación de la economía, de cuánto cuesta al país pertenecer a la Unión Europea o simples matices sobre la inmigración -prefirieron dejar ese tema a la parte más radical para no mancharse las manos-. Pero también se introduce en las estrategias que permitieron introducirse en cada casa y cada cabeza con un simple click.
En definitiva, gracias a una explicación clara y directa y a la magistral forma de interpretar de Cumberbatch a un individuo excéntrico, un genio, la película engancha para llegar hasta el final de una historia que se conoce.
Cuenta cómo los europeístas se dieron cuenta demasiado tarde de que había habido un goteo continuo de odio y miedo en las últimas décadas, donde incluso ellos habían echado la culpa a Europa cuando les convenía. Algo que ya era imposible revertir.
Lo que queda aún más claro tras ver el filme de Haynes es que, sin ninguna duda, "los datos son poder" y que, a pesar de que Cummings hizo llegar a los votantes cerca de mil millones de anuncios de enfoque selectivo y que el pasado año la Comisión Electoral halló en la campaña de salida una vulneración de la Ley Electoral, lo cierto es que la privacidad de la ciudadanía sigue expuesta.
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