En 2014 se estrenará Trencant cadenes, en español Rompiendo cadenas, la primera película sobre el proceso soberanista catalán. Al menos así la define Jordi Rediu, productor de la cinta, quien, de momento, busca patrocinadores que puedan aportar el millón de euros que necesita para conseguirlo. "Hasta Navidad nos damos cinco meses para buscar financiación, mediante diferentes plataformas, entre ellas Verkami, y también patrocinadores e inversores", explica el productor, quien en estos días comenzó a difundir el proyecto.
La intención es conseguir que la cinta esté lista el próximo otoño, para que coincida con los 300 años de los hechos que conmemora la Diada. La película, que será dirigida por Antoni Verdaguer , cuenta de momento con el apoyo de 17 asociaciones y entidades cívicas, entre ellas Assemblea Nacional Catalana (ANC), organización que se apunta al ala dura del independentismo.
A estas organizaciones se suman 40 actores, entre ellos Toni Albà, Quim Masferrer, Txe Arana y Fermí Fernández. El escritor Jaume Cabré y el sociólogo Salvador Cardús participan, de momento, como asesores. A juzgar por la seguridad con la que hablan sus responsables, la filmación comenzará la próxima primavera. "Si todo va bien, tenemos previsto hacer la preproducción en febrero de 2014, rodar entre marzo y abril, y en verano la postproducción, para estrenarla de aquí a un año", informó Rediu.
No es un documental. La película pretende, según sus responsables, convertirse en un "thriller político" que incorpore también elementos de entretenimiento y comedia. El protagonista es un 'hacker' que vive en Londres y que, al ver las intenciones independentistas catalanas, decide actuar. "Hace una serie de estrategias y trampas que desencadenan confrontaciones policiales, que al mismo tiempo son divertidas".
La película pretende, según sus responsables, convertirse en un "thriller político".
Para Jordi Rediu, "la gracia que tiene esta película es que no es un documental ni una película histórica sobre 1714, porque la gente ya conoce estos hechos". Por ahora, lo que ocupa a sus creadores es el dinero, para lo que cuentan con un plan de aportaciones ciudadanas. "En los Estados Unidos sí que se han hecho, con presupuestos de hasta 1,5 millones de dólares. Nuestra ilusión es alcanzar un millón de euros, y hacer una película donde el gancho lo tiene la sociedad civil. Queremos reflejar lo que pasa ahora, en la calle, cómo evoluciona el proceso independentista, y el trabajo que hacen entidades como la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural", añadió Rediu.