No es una secuela ni lo pretende, al menos así tuvo que explicarlo su director Paul Feig tras las primeras impresiones y críticas a Las Cazafantasmas, una versión del filme que en 1984 dirigió Ivan Reitman y que sumó legiones de fans, los mismos que la han hecho picadillo desde su lanzamiento en Estados Unidos hace unas semanas. El filme, que se estrena este viernes en España, sustituye a la patrulla original de parasicólogos expulsados de la Universidad de Columbia por un grupo de chicas que en pleno siglo XXI tendrán que hacer frente a una invasión de espíritus en Manhattan. Hasta ahí, parece solo un cambio de roles. Hombres por mujeres. Ajá.
La lapidación comenzó del lado de los machistas y siguió del lado de los puristas. ¿Cuál es el motivo de fondo?
A la película le han llovido piedras por todas partes. La lapidación comenzó del lado de los machistas y la tormemta siguió del lado de los puristas. ¿Chicas haciendo de cazafantasmas? ¡No me digas! El primero en arronjar un guijarro fue el mismísimo Donald Trump, quien se carcajeó de las actrices. Sin embargo, el verdadero reproche no fue ese, lo que realmente irritó a muchos fueron las demasiadas licencias y libertades que se tomó Paul Feig con el clásico. Por ejemplo, reescribió y prácticamente rehízo el argumento. Así que, en lo que a esta cinta respecta, más que un tema de género –aunque algunos han convertido el asuno en una batalla de este tipo-, es un tema de fidelidad: fundamentalismo nostálgico del tipo 'te has cargado mi infancia'. Sí: hubo comentarios de ese tipo.
Dicen los fanáticos del filme: el problema no es que las actrices cómicas Melissa McCarthy, Kate McKinnon, Kristen Wiig y Leslie Jones sustituyan a Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis y Ernie Hudson, sino el hecho de que Paul Feig haya borrado de golpe y porrazo el argumento original de la historia. En efecto, la versión de Feig parte del hecho de que los cazafantasmas nunca existieron y que con las chicas comienza todo. El Nueva York de la nueva Cazafantasmas jamás ha visto espíritus de ningún tipo ni ha tenido un grupo especializado en tareas de este tipo. La película de 1984 se esfuma, por completo y si existen alusiones de algún tipo, es dentro de un orden específico: desaparece la estación de bomberos; no hay ambulancia y la mochila de protones tiene otro aspecto. Y mejor ni hablar del Who you gonna call? Han pasado 30 años entre una película y otra. Las cosas son distinas -cultural y políticamente hablando-. Y se nota. Pero el debate no atiende estos mimbres.
La versión de Feig parte del hecho de que los cazafantasmas nunca existieron y de que con las chicas comienza todo
Así como los fanáticos de Star Wars exigían un nuevo remake, los de Los Cazafantasmas exigen lo propio, así se han visto las cosas, que el propio Ivan Reitman tuvo que salir a amainar los ánimos: "Tengo la misma sensación viendo a estas cuatro mujeres que la que tenía con mi versión. Ellas cuatro juntas resultan algo sorprendente”. Valga decir, por cierto, que él produjo la película. Al reparto actual, se suman algunos de los protagonistas originales, como Bill Murray y Sigourney Weaver, quien en el filme original interpretaba a una de las primeras clientas de la patrulla de Cazafantasmas.
La idea de hacer una versión de la película surgió hace unos años. Quiso acometer la segunda entrega con con el reparto original. Sin embargo, la muerte de Harold Ramis estropeó y aparcó el proyecto, por lo de decidió proponerle a Paul Feig que fuese él quien asumiera las dirección, mientras que él permanecería como productor. De momento, el tráiler oficial, que roza los 40 millones de visitas, es el más criticado de la historia de YouTube con casi un millón de votos en negativo. En lo que a la recaudación respecta, las s cifras son malas: 161 millones de euros en todo el mundo desde su estreno el 9 de julio. Según The Hollywood reporter, se espera que termine con un total de cifras negativas (63 millones de euros de pérdidas), según cita Nando Salvá en El Periódico.