En verano de 2015 el cineasta Pedro Almodóvar sólo tenía tiempo para su trabajo. Estaba muy concentrado en el rodaje de Julieta, su más reciente largometraje, que se estrena este viernes y cuya promoción -prevista para esta semana- ha sido cancelada. El asunto es que Almodóvar rehúye de la política. Será ahora, porque nunca se ha cortado un pelo al momento de fijar posición. Sin duda, la filtración de documentos que lo vinculan tanto a él como a su hermano en la creación de compañías en un paraíso fiscal parece un motivo de peso, hasta el punto de cancelar los compromisos de prensa previstos para este martes y miércoles.
Los documentos que vinculan a Pedro Almodóvar con compañías offshore han provocado la cancelación de la promoción prevista para este martes y miércoles
En los meses de junio julio y agosto de 2015 durante los cuales rodaba en España de su nuevo largometraje, Almodóvar no quiso decir ni mu de política. Sin embargo, unas semanas después -casi en otoño- el cineasta encabezaba la lista de 121 firmantes de un manifiesto que instaba a "mover ficha por la unidad popular", un llamamiento a "todas las fuerzas que se oponen a las políticas de austeridad" para que se uniesen y conformarán "la primera fuerza" en las próximas elecciones. "Los últimos comicios municipales y autonómicos han mostrado el camino a seguir para desalojar de La Moncloa a Mariano Rajoy, al bipartidismo y a las políticas de austeridad", encabezaba un documento firmado por el propio Almodóvar y al que se sumaron Pilar Bardem, Juan Diego Botto, Aitana Sánchez Gijón, Montxo Armendáriz, Ismael Serrano, Icíar Bollaín, El Gran Wyoming, Vicky Peña, Antonio de la Torre, Vicente Cuesta, Javier Gutiérrez, Rosa María Sardá, Alberto San Juan, Carmen Machi, Tristán Ulloa, Emma Suárez y Carlos Bardem.
De un año para acá, las cosas han cambiado. El estallido de las filtraciones según las cuales Pedro Almodóvar y su hermano Agustín mantuvieron hace años una sociedad opaca en un paraíso fiscal, ha coincidido con el estreno de Julieta, su película número 20. Y además los ha puesto en el ojo del huracán. Desde que trascendió la noticia, la productora El Deseo como su hermano Agustín, salieron al paso: ambos hermanos "están al corriente de sus obligaciones tributarias", dijeron.
Almodóvar ha apoyado a Manuela Carmena, también a José Luis Rodríguez Zapatero... De un tiempo a esta parte, se encuentra cauteloso
Resulta curioso que, tras su insistencia en fijar posición unos años atrás -sí, él también apoyó la campaña de la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero-, Almodóvar decida guardar silencio desde hace un tiempo. El gesto chirría, entre otras cosas porque, en 2012, cuando se cumplía un año de las protestas del 15M, el 'oscarizado' cineasta acudió a la Puerta del Sol acompañado por su hermano Agustín, para demostrar su solidaridad. En plena estepa del desencanto, los Almodóvar se unieron a la censura colectiva sobre la estafa bancaria (la forma como comenzó a percibirse la crisis económica) y la peor cifra de paro de la historia. No faltaron fotos ni declaraciones. Como tampoco faltaron en la campaña electoral de mayo de 2015. En aquel entonces, el director de cine y la actriz Lola Herrera, junto con Marisa Paredes y Montxo Armendáriz, entre otras personas del mundo de la cultura, arroparon a la entonces candidata de Ahora Madrid y ahora alcaldesa, Manuela Carmena, en un acto en el Círculo de Bellas Artes previo al arranque de campaña. Hoy, las cosas son distintas.
Julieta, la película que ahora se estrena sin promoción, pasa por debajo de la mesa con la más 'pertinente' de las narra el devenir de una mujer, Julieta, desde los años ochenta hasta la actualidad, papel que interpretan Adriana Ugarte en su juventud y Emma Suárez en su madurez. Almodóvar ha asegurado que es la "historia de la espera de una madre", de una mujer que ha pasado por múltiples problemas a lo largo de su vida y todos, ha añadido, "muy desgarradores". "Aunque yo no quiero que los protagonistas estén llorando todo el tiempo, verdaderamente están sufriendo muchísimo", subrayó. El filme fue rodado en Sevilla, Galicia, Pirineo aragonés y Madrid. Con o sin lágrimas, Almodóvar ha dado un paso atrás. La cancelación de la promoción fue recogida por buena parte de la prensa norteamericana, que se hizo eco de las consecuencias directas de la filtración sobre la agenda del director.