La política francesa tiene la particularidad de mantener un carácter muy 'cortesano', con secretos, artimañas y mucha hipocresía. Tampoco se salva la película 'De Nicolás a Sarkozy' de esa tradición muy gala. Estrenado este fin de semana, revela a través del biopic - adaptación al cine de la biografía de una persona- del ocupante del Elíseo los entresijos de la política francesa. En 2002, la segunda elección de Jacques Chirac a la presidencia ya abre la guerra de sucesión. Dos rivales nacen: Nicolás Sarkozy, ministro de interior y Dominique de Villepin, de Asuntos Exteriores. Uno es pequeño ('enano', según su enemigo), con un físico poco agradable pero muy popular en la opinión publica. El otro es majestuoso, guapo pero poco conocido por los franceses. Los cinco años siguientes verán nacer una guerra fratricida en la que Jacques Chirac apoya a Villepin, hasta el punto en que harán todo lo posible para desacreditar, a través del escándalo Clearstream, al enemigo común.
Pero Sarkozy sobrevive, es más, conquista la candidatura presidencial, a la vez que su mujer se hace más y más infeliz. La película sabe, gracias a la colaboración del experto político Patrick Rotman, contar la historia del hombre que lo ganó todo a la vez que perdía lo más sagrado para él.
El arte del biopic
Nicolás Sarkozy es sólo el último político adaptado a la gran pantalla: el cine se ha inspirado en diversas personalidades públicas como la ex primera ministra británica Margaret Thatcher en "La Dama de Hierro" (2011), el largometraje que le ha dado su tercer Oscar a Meryl Steep; así como en varios presidentes de los Estados Unidos como Richard Nixon ("Nixon contra Frost" en 2008, "Nixon" de Oliver Stone en 1995, "Todos los hombres del presidente" en 1976); o en Nelson Mandela, ex presidente sudafricano y Premio Nobel de la Paz en 1993, con "Invictus" donde Clint Eastwood adaptaba una novela de John Carlin para enseñarnos cómo el líder sudafricano (interpretado por Morgan Freeman) lograba unir a un país tras su equipo nacional de Rugby en 1995.
El séptimo arte se ha atrevido también con el mismo Napoleón Bonaparte, cuya primera adaptación al cine data de 1927. Pero han sido los reyes ingleses quienes más atractivo han tenido para guionistas y directores: la propia reina Isabel II, a través de la soberbia interpretación de Helen Mirren en "La Reina" (2006), su padre Jorge VI (1936- 1952) en la laureada "El discurso del rey" (2010) donde supera su tartamudez para ser la voz de su pueblo o Enrique VIII, desde el clásico de Alexander Korda "La vida privada de Enrique VIII" (1934) a "Las Hermanas Bolena" (2008).
Los presidentes estadounidenses tampoco se han librado: John Ford convirtió la juventud de Abraham Lincoln en un himno al liberalismo en "El joven Lincoln" (1939) y Oliver Stone retrató de un modo muy crítico a George. W. Bush en "W" (2008). Reyes, presidentes, militares como el general Patton e incluso auténticos monstruos, como el dictador ugandés Idi Amin ("El último rey de Escocia", 2006) o el propio Adolf Hitler ("El hundimiento", 2004).
https://youtube.com/watch?v=DFPbV3CzDs0
Franco, la Transición y los reyes
Los políticos españoles no se han librado tampoco de verse retratados en la gran pantalla.Francisco Franco, el primer presidente de la democracia Adolfo Suárez o el Rey Juan Carlos I han inspirado diferentes filmes y series de televisión, la mayoría con la Transición como hilo común: Diferentes episodios de la vida del ex dictador (1939- 1975) han nutrido filmes como "Dragon Rapide" (1986) de Jaime Camino, "Espérame en el cielo" (1987) de Antonio Mercero donde se narran las vivencias de un supuesto doble del anterior Jefe de Estado, Madregilda (1993) de Francisco Regueiro con Juan Echanove en el rol de Franco, "Operación Gónada" (2000) o la humorística "¡Buen viaje, excelencia!" dirigida por el dramaturgo catalán Albert Boadella.
El rey Juan Carlos I ha corrido mejor suerte en la televisión, aunque en el cine se haya interesado por un capítulo de su reinado: el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 en "23 - F, la película" cuya mayor peculiaridad reside en que fue rodada en el propio Congreso de los Diputados. Tanto en este filme como en las series "¡20N: los últimos días de Franco!" (2008), "23F: el día más difícil del Rey" (2009) o "Adolfo Suárez, el presidente" (2010) el monarca español ha sido encarnado siempre por el actor Fernando Cayo.
El primer presidente de la democracia, Adolfo Suárez, también tiene un "pasado" cinematográfico: Como otros personajes de la época aparece en "Y al tercer año, resucitó", adaptación de la novela homónima de Fernando Vizcaíno Casas interpretado por José Sancho. El dirigente es parodiado por Pedro Ruiz en el largometraje humorístico "El gran mogollón" (1982) o, más recientemente, en la mencionada serie de Antena 3 TV "Adolfo Suárez, el presidente" protagonizada por el actor Ginés García Millán, quien repitió personaje en "23 F- la película".