Hay dos datos relevantes en los datos que ha hecho públicos el Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA): hay más público y ese tanto más prefiere el cine español. La cuota de pantalla del cine nacional alcanzó el año pasado el 19,5% respecto al 15,6% de 2011, lo que quiere decir que uno de cada cinco espectadores prefirió comprar una entrada para una película de producción española en lugar de otra. De hecho, el cine español recibió el año pasado a 18.284.674 espectadores, el segundo más visto por el público nacional, tras el estadounidense.
Tras perder casi 40 millones de espectadores entre 2004 y 2011, el cine consigue una tregua. Las salas de toda España acogieron en 2012 a 94.158.195 personas, respecto a los más de 98 millones del año anterior. De ese total, 18,28 millones eligió una película española, lo que supone un aumento del 17,7% respecto a 2011.
A esto debemos sumar la taquilla, ya que también subió su recaudación. Este año se registró un 21,27% más respecto a 2011, hasta llegar a ingresar 119.896.466 euros. La película más taquillera fue Lo imposible, de Juan Antonio Bayona, que recaudó 41 millones de euros, es decir, un tercio de las entradas del cine nacional procedieron de este largometraje sobre el tsunami de 2004 en el sureste asiático, el cual recibió la semana pasada el premio Nacional de Cinematografía. Le sigue la producción norteamericana Amanecer, segunda parte de la saga Crepúsculo, con 21,86 millones.
En la recaudación de las películas españolas, le siguen a Lo imposible, Las aventuras de Tadeo Jones, Tengo ganas de ti y Luces Rojas. Las películas extranjeras más vistas fueron, además de Amanecer, El Hobbit, un viaje inesperado, Intocable, Los vengadores y Ice Age 4. Estados Unidos volvió a ser el país de procedencia de las películas más taquilleras dentro de nuestras fronteras, seguida por España, Reino Unido, Francia y Nueva Zelanda.