Lo que comenzó en 2011 con la intervención del Principado de Asturias a través del entonces consejero de cultura Emilio Marcos Vallaure -que impulsó el cierre y el cambio de gestión del Centro Niemeyer durante el gobierno de Francisco Álvarez Cascos- estalló hace unos días con la imputación de Natalio Grueso, exdirector de la institución cultural de Avilés, por delitos societarios y malversación durante su gestión. Sin embargo, para Foro Asturias las cosas no terminan aquí. Su diputado Enrique Álvarez Sostres pide ahora al Ministerio de Educación Cultura y Deportes los rasgos generales de una política de control de las subvenciones y aportaciones a entes y fundaciones privadas.
La solicitud será hecha por Álvarez Sostres hoy, en el Congreso de los Diputados, donde además solicitará que el Gobierno, a través del Ministerio, “se apersone en la exigencia de responsabilidades civiles a los gestores del año 2009, 2010 y 2011” –es decir Natalio Grueso y José Luis Rebollo, entre otros-. A la petición anterior, se suma otra: que en tanto no se aclaren las responsabilidades civiles de los antiguos gerentes, el Centro Niemeyer no reciba ninguna subvención o colaboración gubernamental, ya sea a través del Ministerio de Cultura o Fomento, que también colabora a través de la autoridad portuaria de Avilés, la cual forma parte del patronato del Niemeyer.
“Todo esto se puso sobre la mesa con la intervención, en su momento, del Principado. En aquel entonces se nos acusó de obstruccionismo a la cultura y al arte, de generar enemistad con Avilés. Se mató al mensajero en lugar de atender el tema”, dice Sostres, quien no escatima en la solicitud de medidas. “Ahora el PSOE y el PP se dieron cuenta de lo que ya decíamos, me parece muy bien, pero hay responsabilidades civiles, y tienen que responder”.
“Lo que tratamos es que no sea nuevamente el ciudadano el que tenga que afrontar los quebrantos económicos. El Niemeyer tiene 148 acreedores. ¡No vaya a ser que ahora, por la vía de los impuestos, los ciudadanos tengan que responder! La mala gestión que la paguen los gestores y en su caso los patrones que son responsables”, declara Sostres.
Sobre este tema, ni la Consejería de Cultura del Principado de Asturias ni la actual gestión del Centro Niemeyer han querido aportar a Vozpópuli detalles o declaraciones adicionales. "La consejería ya se apersonó y, de momento, no hay mayores detalles", fueron las palabras emitidas por fuentes asociadas a la consejería.
Grueso permanece callado
El próximo 13 de marzo, Natalio Grueso, el actual director de Programación de Artes Escénicas del Ayuntamiento de Madrid, deberá comparecer en los juzgados avilesinos como imputado por un presunto delito societario en la Fundación del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer mientras fue su director. El juez ha llamado a declarar también como imputados a Judith Pereiro, esposa de Grueso cuando éste se encontraba al frente del centro avilesino y a un técnico de una conocida agencia de viajes, principal acreedora del Niemeyer, José María Vigil. La medida prosperó después de que Fundación del Niemeyer presentara ante el juzgado de Avilés documentación que avalaba una denuncia sobre tres presuntos delitos: falsedad de documento, delito societario y delito contra la Hacienda Pública.
"Hasta el momento, Natalio Grueso no se ha pronunciado"
Hasta el momento, Natalio Grueso no ha hecho ninguna valoración ni se ha pronunciado al respecto. Sí lo ha hecho su jefe, el delegado de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Fernando Villalonga, quien, sin entrar en muchos más detalles, dijo no intranquilizarle la imputación del exdirector del Centro Niemeyer, por considerar que esto forma parte de la convulsa vida política asturiana, de la que ha dicho que es de todo "menos pacífica". "Le conozco desde hace mucho tiempo y conozco algo de la vida política asturiana, que es de todo menos pacífica", dijo Villalonga, tras agregar que hay "causas y causas”.
El Niemeyer, una larga historia de tropiezos
Obra del arquitecto brasileño y pensado como un contenedor cultural, el Niemeyer fue inaugurado en el año 2010 por todo lo alto: instantáneas con Woody Allen y Kevin Spacey retratándose en la ría de Avilés; un patronato que contaba entre sus miembros con figuras públicas como Enrique Iglesias, de la Secretaría General Iberoamericana, o el abogado Antonio Garrigues. En aquellos días, el efecto Natalio Grueso -entonces su director- cotizaba al alza. Sin embargo, la interrupción de la gestión con las sospechas de mala gestión presentadas por el entonces presidente Francisco Álvarez Cascos, a través de Emilio Marcos Vallaure, consejero de cultura de Asturias, más su intervención abierta para desmantelar la Fundación y no renovar sus derechos de uso del espacio, dejaron en el aire su cometido. El Niemeyer cambió de nombre - Centro Internacional Avilés- y pasó de ser gestionado por una fundación que dependía directamente del Gobierno autonómico del Principado, que desde septiembre hasta diciembre del 2011 emprendió una campaña de acusaciones por supuestas irregularidades contables en la Fundación. El problema radicaba en un detalle: Foro Asturias no presentó en aquel entonces papeles que respaldaran sus sospechas.
Hay 182.616 euros relacionados con cargos o invitaciones sin justificación.
Después de las elecciones del 25 de marzo de 2012, todo –en apariencia- volvió a su cauce. El centro recuperó su nombre y la Fundación los derechos de uso del espacio así como las competencias del mismo. La consejera de cultura del Principado, Ana González, se incorporó como presidente de la Fundación y se celebró el primer patronato. Fue allí cuando se constató el primer gran problema: el Niemeyer se declaró en concurso de acreedores debido a las deudas de 1,6 millones de euros, de los cuales 1,1 eran deudas a proveedores. Empezaron a surgir muchos fallos y cuentas que no cuadraban. La gestión de Natalio Grueso no parecía ya tan transparente. El presupuesto de 2011 preveía 600.000 euros de ingresos por mecenazgos y aportaciones privadas. Sólo hubo 38.000 procedentes del grupo Daniel Alonso. Las ventas de entradas reportaron 450.000 euros de los 600.000 euros previstos. Y los 250.000 euros presupuestados como ingresos bajo el epígrafe de "Otros" sólo llegaron a 21.552 euros. Con la intención de aclarar y partir de cero, González pidió una auditoría de las cuentas.
Las responsabilidades apuntan directamente al antiguo gerente, Natalio Grueso, quien en esos meses fue fichado por Ana Botella como director de Artes Escénicas del Ayuntamiento de Madrid; el secretario, José Luis Rebollo, y los proveedores que emitieron las facturas que no están bien justificadas. Según los estados financieros, la Fundación ha provisionado un importe de 1.231.649 euros para devolver la cuantía exigida respecto a las subvenciones de los años 2007, 2008, 2009 y 2010. Existen registros de la Fundación recogidos como 'otros gastos de la actividad' o 'gastos en proyectos'. Hay 182.616 euros relacionados con cargos sin justificación o invitaciones en la cafetería y restaurante del Centro Niemeyer "de las que se desconoce el propósito y los destinatarios" y sobre los que pesa la sospecha de mala gestión de Natalio Grueso. A ellos se suman algo más de 400.000 euros relacionados con contrataciones y gastos de índole internacional, cuya justificación no aparece detallada.