Se cumplen 70 años de uno de los documentos de mayor impacto del Vaticano II e influencia interna en la iglesia, que supuso un gran cambio dentro de la misma. Es una de las dos constituciones dogmáticas del Concilio Vaticano II, junto con Dei Verbum. El texto definitivo fue aprobado el 19 de noviembre de 1964 y promulgado solemnemente el 21 de noviembre del mismo año, por el papa Pablo VI.
El Vaticano II fue una asamblea solemne de obispos, de las múltiples que ha habido a lo largo de la historia de la iglesia, que se llevó a cabo para actualizar la doctrina de la Iglesia, a las nuevas circunstancias que se vivían en el mundo, entre 1962-1965. Fue el concilio más importante para la Iglesia y la sociedad civil junto con Trento.
Fue Juan XXIII el que lo convocó e inició, pero murió al poco tiempo de comenzar y fue sustituido por Montini, Pablo VI. Los datos del concilio son abrumadores. Se elaboraron 16 documentos, durante los siete años de duración (tres de preparación y cuatro de duración). La edad media de los padres conciliares era de 60 años. Murieron 253 padres conciliares y se agregaron 293 nuevos padres. Hubo 484 peritos de la santa sede, 1.000 periodistas. 169 congregaciones generales, unas cuarenta sesiones al año. Cincuenta y cuatro volúmenes de actas conciliares. 2905 asientos en nave conciliar. 2860 padres participaron en total. 7500 personas implicadas. Hubo representación de 116 países, 39% Europa, 34% América,15% Asía -Oceanía y 10% África.
Primer concilio en vivo y en directo
El profesor de la Universidad de Navarra, Santiago Casas, experto en Historia de la Iglesia contemporánea española y los Concilios de la época contemporánea, comenta que el cuarto poder hizo más cercano el concilio. Fue una manera de influir en él por parte de los padres conciliares. Y permitió a los espectadores y periodistas convertirse en algo más, en opinadores o influencers del concilio. Benedicto XVI habló de “Concilicio de los medios de comunicación” Hubo muchas ideas nuevas y palabras novedosas que fueron citadas y usadas, pero destacan dos de uso común, destacan dos: Aggiornamento, palabra ambigua que viene a decir que el catolicismo puede adaptarse al mundo moderno, no solo en temas técnicos sino también culturales. Ressourcement, acomodar el presente al pasado más auténtico. O dicho de otra manera, volver a las fuentes.
El 14 de septiembre de 1964 fue la inauguración del tercer período conciliar, donde se gestó este documento nuclear. El título de éste es el comienzo de la constitución, que viene a ser “Cristo es la luz de los pueblos”. Habla de temas esenciales como la Salvación, la composición de la Iglesia por laicos, sacerdotes y obispos, la santidad en la vida cotidiana, la Virgen... Tuvo más impacto interno que externo.
La crisis posconciliar
Después de la aplicación del concilio ocurrió lo que Pablo VI ya intuía, el intento por parte de muchos de los padres conciliares por ser “amables” con los “hermanos separados” y por ser cercano con el sector progresista de la Iglesia, llevó a grandes confusiones en la interpretación y aplicación del mismo.
El profesor Casas, habla de que el problema no está tanto en la interpretación si no que no se aceptaron los textos, no hubo una recepción de ellos. Es decir, a los textos no se les puso pega, fueron bien recibidos, lo que sucedió fue sencillamente se quedaron en “letra muerta”. Fueron insuficientes para dar respuesta a lo que se planteaba, ya que hubo cambios sociales a los que fue difícil dar respuesta.
Claramente una consecuencia de todo esto fue la secularización de muchos sacerdotes y religiosos, que llevó a varios de ellos abandonar la sotana o el hábito. Temas sociales solidarios o políticos, fueron causas puestas por encima de su llamada al sacerdocio o su vocación.