Los californianos Pavement fueron uno de ellos, a pesar de las muchas diferencias, acaso menores o de detección más compleja, y no solo geográficas, que les distanciaban del epicentro de la tormenta. Pero si no consiguieron romper los listones y metas que parecían a su alcance, sí lograron convertirse en una de las células musicales más influyentes a la larga de todo lo que explosionó entonces. Tanto como para ensalzar hoy en día cualquier notica que tenga que ver con ellos, y más si es la edición de un nuevo disco.
Un recopilatorio de rarezas que saldrá a principios de Agosto en el sello Matador y que con el nombre de The Secret Histoy Vol. 1 y edición en doble vinilo, recoge rarezas y descartes de la época de su primer disco, Slanted and Enchanted. Y es que Pavement siempre fueron prolijos en cuanto a grabaciones alternativas a la hora de entrar en un estudio y, a pesar de que las posteriores ediciones de lujo de sus discos oficiales siempre han contado con numerosísimos extras, no es difícil seguir escarbando en su catálogo en busca de golosinas nuevas.
Prestigio a lo largo del tiempo
Y más cuando siguen insistiendo en su demanda quienes vivieron su época entre 1992 y 1999, cuando en siete años editaron cinco discos ya históricos, por más que los dos primeros sobresalgan con brillo propio sobre toda su producción. Tanto, que muchos grupos jóvenes han vuelto sus ojos hacia atrás y confirmado los agrestes sonidos de Pavement como una de sus máximas influencias, hasta convertirles en una de las bandas de la época con un recuerdo más actualizado. Y eso que a pesar de que muchos creían que podían ocupar un trono por entonces en poder de nombres como Nirvana o Pearl Jam, y de que una canción como Cut your hair pareciera confirmar dicho éxito, se quedaron al final en un prestigioso segundo eslabón del mismo pero en primera línea del underground.
Las canciones de Stephen Malkmus y Scott Kannberg tenían esa estructura compleja, llena de altibajos, de rupturas de ritmo y de línea melódica, capaces de hacerlas hipnóticas cuando basaban su esencia en armonías de puro pop. Su debut, tras una buena tanda de singles y ep’s, era sucio y abrupto, de alma punk, la presencia de una doble batería ofrecía en directo una contundente pegada, y se convirtió en la puerta entreabierta para el esperado despegue que parecía que llegaría con Crooked Rain, Crooked Rain en el 94 y una mayor limpieza de sonido. A pesar de la espectacular calidad de ese disco, y de la tremenda influencia posterior, su funcionamiento quedó delimitado a ciertos sectores del mercado independiente, hecho que, no son pocos los que lo defienden, consiguió que mantuvieran sus señas de identidad hasta su final en 1999.
La reunión que realizaron en 2010, el continuo goteo de apariciones en referencias por parte de grupos actuales, la carrera en solitario de sus dos líderes y discos como este recopilatorio ayudan mantener bien encendida la llama.