La gala de la XXIX edición de los Premios Goya comenzó con un Dani Rovira que pedía al ministro de Cultura, José Ignacio Wert, que pusiera "buena cara"; aunque tampoco hizo mucha falta. Menos reivindicativa que otros años –aunque Almodóvar y González Macho se encargaron de que no fuese del todo amable con el Gobierno-, esta entrega de los premios que concede la Academia de Cine cumplió con lo esperado: por su extenuante y excesiva duración, su indulgencia política y con La isla mínima como la gran triunfadora con 10 reconocimientos, entre ellos Mejor director y Mejor Película.
"Disfruta, pásatelo bien, siéntete querido y enamórate de nosotros, porque somos para comernos", comenzó el presentador de la gala después de recordar que el cine español recaudó casi 130 millones de euros en 2014, aportó más de 27 millones de euros “a los orcos, perdón, a las arcas del Estado” –corrigió- y creó miles de puestos de trabajo.
En su discurso, el presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, fue directo al grano: “Ya va siendo hora de que nos bajen el IVA". González Macho recalcó el buen año del sector, pero aseguró que los problemas del cine "siguen ahí", aunque no insistió para no ser "cansino". Agradeció el apoyo que han hecho las televisiones privadas –Telecinco y Atresmedia- al cine pero arremetió contra RTVE. El ente pasa por "momentos difíciles", dijo. Espera que los poderes públicos tengan "los medios necesarios para tener la televisión pública que merecen los españoles”.
Se cumplieron las expectativas: la favorita de la noche, La isla mínima, con 17 nominaciones, recogió 10 estatuillas, incluyendo Mejor Película y Mejor Director. El thriller de Alberto Rodríguez ambientado en las marismas del Guadalquivir recibió el Goya a mejor dirección artística, mejor fotografía, vestuario, montaje y actriz revelación, para Nerea Barros -que lo recogió bañada en lágrimas-, también mejor guión original y mejor interpretación masculina (Javier Gutiérrez).
El Niño, de Daniel Monzón, que acumulaba 16 candidaturas, conquistó en su mayoría los Goya de las categorías técnicas: mejor sonido y mejores efectos especiales, también mejor canción original y mejor dirección de producción. La película emblemática del éxito de taquilla del cine español este año, Ocho apellidos vascos, sumó tres Goyas: para Karra Elejalde y Carmen Machi como actores de reparto y Dani Rovira como actor revelación. Bárbara Lennie se llevó el Goya a la mejor interpretación femenina por Magical Girl.
Antonio Banderas recogió el Goya de Honor con un discurso que reivindicó la cultura en España. El malagueño recibió el premio de manos de Pedro Almodóvar, quien no dudó al momento de mostrar sus críticas: "Amigos del cine y de la cultura. Señor Wert usted no está incluido en esto", aseguró refiriéndose al ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert.
A algunos irritó la intervención –tópica- de los actores sevillanos Alfonso Sánchez y Alberto López, el Cabeza y el Culebra como los conocen sus miles de seguidores desde que arrasaron en Internet con los cortos de Una trilogía sevillana (2009). Gin-tonic en mano, ambos hicieron distintas alusiones regionales, entre ellas a Cataluña: “Que los catalanes, cuando se ponen, hacen hasta cine español”.
Relatos salvajes, de Damián Szifron, ganó el Premio Goya a la mejor película iberoamericana y la polaca Ida, de Pawel Pawlikowsky, el Goya a la mejor película europea. Carlos Marqués Marcet se alzó con el Goya al mejor director novel con 10.000 km, que ya triunfó en el pasado festival de Málaga y en los premios Gaudí del cine catalán. Mortadelo y Filemón contra Jimmy El Cachondo se llevó el Goya a la Mejor Película de Animación y Mejor Guión Adaptado. Paco de Lucía: la búsqueda se llevó el Goya al mejor documental.
La gala, cuyo último premio se entregó a la 1.35, comenzó con un número musical que combinó secuencias de películas y actuaciones en directo y que culminó con la canción Resistiré, del Dúo Dinámico. Ana Belén y Eduardo Noriega cantaron a dúo Acompáñame de la película del mismo título, protagonizada por Rocío Durcal y Enrique Guzmán y les tomaron el relevo Lolita y Miguel Poveda. Hugo Silva y Fran Perea cantaron Yo soy aquel de Raphael antes de que Dani Rovira, presentador de la gala, empezará a cantar Resistiré, a la que luego se unió el resto.