Cultura

Isidro Fainé, Rodrigo Echenique y López Blanco se incorporan al Patronato del Teatro Real

La medida ha sido posibles gracias a una reciente reforma estatutaria, que prevee la incorporación de cuatro nuevos vocales del sector privado para adecuar la estructura del Teatro al nuevo modelo corporativo.

  • Isidoro Fainé, presidente de La Caixa.

Nueve grandes patrocinadores se incorporan al Teatro Real. De esta forma, el coliseo madrileño experimenta modificaciones en su patronato, al que se unen Isidro Fainé, presidente de La Caixa; Rodrigo Echenique, presidente del Banco Santander España; y Carlos López Blanco, director global de Asuntos Públicos de Telefónica. Serán ellos los representantes de las principales empresas patrocinadoras que se unen al Real gracias a una reciente reforma estatutaria que permite la incorporación de cuatro nuevos vocales del sector privado para adecuar la estructura al nuevo modelo corporativo.

Se incrementa hasta 13 el número de representantes de la sociedad civil en el actual Patronato, nueve de los cuales representan a grandes patrocinadores del Teatro Real.

Se incrementa hasta 13 el número de representantes de la sociedad civil en el actual Patronato, nueve de los cuales representan a grandes patrocinadores del Teatro Real. Estos nombramientos se suman a la renovación en los últimos meses de los representantes de las Administraciones Públicas presentes en el Patronato del Teatro Real. Así se  han  incorporado Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deporte; Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid; Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid; Anunciada Fernández de Córdova, directora de la Oficina de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid; Jaime Miguel de los Santos, director General de Promoción Cultural de la Comunidad de Madrid y Celia Mayer Duque, concejal de Cultura  del Ayuntamiento de Madrid.

Un aniversario con muchos cambios

En ocasión de la celebración en 2018 de el segundo centenario de su inuaguración, el Teatro real ha puesto en marcha una hoja de ruta. Se trata de cambios para mejorar el funcionamienrto y la gestión de la institución, así como el lanzamiento de una imagen "rejuvenecida" que se manifestará "paulatinamente". Así lo comunicó la institución en verano de este año. El más visible fue el cambio de logotipo, al que siguió una ronda de comunicaciones con posibles patrocinadores que sufragaran la conmemoración no solo del bicentenario, sino también la de los 20 años transcurridos desde su reapertura en 1997. No es de extrañar la velocidad con la que se ha intentado poner en marcha muchas de estas iniciativas.

Tres temas han definido  la situación del Teatro Real en los últimos años: reducción de presupuesto, adelgazamiento de ingresos y caída de los abonos. Tan sólo en lo que a su aspecto más urgente respecta, los ingresos propios, han caído pronunciadamente en los últimos años, aunque el coliseo apunta un repunte. En los informes de fiscalización del ejercicio de 2012, el Tribunal de Cuentas señala que desde 2009 a 2012 los ingresos de la Fundación del Teatro Real, con sede en Madrid, fueron inferiores a los previstos en más de un millón de euros en 2009 y 2011, cifra que se elevó a los 4,5 millones de desviación en 2012, primer año de Gobierno del PP. Ante las elevadas pérdidas de 2012, último año fiscalizado, el Tribunal de Cuentas aconsejó asumir medidas que hicieran viable económicamente el teatro.

La aportación pública al Real supone 30% de sus fuentes de ingresos, de ahí que fuese tan sensible a los recortes en su estructura de financiación. Si a eso se suma que desde 2009, la venta de abonos cayó un 16,8% pasando de vender 9.495.413 euros a 7.063.049, el asunto se orientaba en una dirección cada vez más clara: patrocinio. Empujado por estas circunstncias, el Teatro Real puso en marcha un plan de reestructuración para que el 70% de su presupuesto proviniese de patrocinio privado e ingresos propios. Los ingresos por patrocino en 2015 alcanzan los 10.455.819 euros, procedentes de 98 empresas, una cifra que incrementó 6% este año.

Según el estudio Economía de las Industrias Culturales en Español coordinado por Manuel Santos Redondo, las representaciones de ópera son pocas comparadas con teatro convencional, porque el valor económico de esa actividad es muy alto, de ahí que -como el Tribunal de Cuentas- recomendara una política de captación de nuevos patronos que aseguraran la permanencia del teatro.

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